El mes de diciembre en Estrasburgo es ante todo un inmenso mercado de Navidad, que este año celebrará nada menos que su 446 edición.
Sin lugar a duda, es el más antiguo de Francia. Efectivamente, allá por el año 1570, bajo la influencia del protestantismo estrasburgués que luchaba contra las «extravagantes» tradiciones católicas que se vinculaban al nombre de los santos, el «Christkindelsmärik» (el «Mercado del Niño Jesús») sustituye el mercado de San Nicolás.
El ambiente que reina en Estrasburgo en esta época del año es único. Sobre todo a últimas horas de la tarde, al caer la noche, la magia se apodera de todo, como si la ciudad, consciente de repente de la disminución máxima de las fuerzas del sol, compensara la ausencia de calor y de luz mediante un nuevo ardor: los escaparates brillan, las decoraciones engalanan las fachadas, los olores de especias y de canela evocan los recuerdos de la infancia y los villancicos resuenan dentro de las iglesias. El Mercado de Navidad propiamente dicho se extiende por varias ciudades y plazas del centro de la ciudad, en particular, plaza Broglie y plaza de la Catedral. Varios centenares de comerciantes proponen al visitante originales regalos y objetos tradicionales para decorar su árbol de Navidad y su pesebre. El visitante también podrá deleitarse con las diferentes especialidades: golosinas, vino caliente, buñuelos…
Y, para acabar de amenizar las fiestas navideñas, se planta un abeto gigante en la plaza Kléber, se organizan numerosos conciertos que permiten apreciar la belleza de la catedral y las iglesias de la ciudad y una multitud de animaciones permiten descubrir las ricas tradiciones alsacianas. En cuanto a los niños, disfrutarán de lo lindo con el simpático paseo en barca que les hemos reservado.
Fuente y mas info: http://www.otstrasbourg.fr