Villalobos se encuentra ubicado en la provincia de Zamora al noreste de la provincia, en plena Tierra de Campos. Cuenta con una superficie de 43,20 km² y, según datos del padrón municipal 2014 del INE, cuenta con una población de 274 habitantes. La totalidad de su término municipal se integra dentro de la ZEPA Penillanuras-Campos Sur.
El pueblo está situado en plena Tierra de Campos, participando de las características generales de otras localidades de su entorno y comarca, si bien tiene matices propios que lo diferencian y singularizan. El casco urbano se ubica en un valle resguardado por el que pasa un modesto arroyo.
La combinación de los elementos anteriores, junto con la fecundidad de sus suelos, permite la existencia de frondosas alamedas que dulcifican el paisaje y lo diferencian de otras localidade terracampinas.
Cuenta con un núcleo urbano bien cuidado, formado por viviendas de buena planta en las que se aprecia un evidente bienestar.
El convento de la Asunción, el principal monumento local, fruto del esplendor y a pretérita importancia de Villalobos, actualmente restaurado. Cuenta también con la iglesia parroquial de San Pedro, cuyo edificio destaca por austeridad y gran tamaño, con su torre cuadrada y con una cabecera que sobresale por encima de los tejados de las naves.
Fotografía: Patronato de turismo de Zamora
La ermita de Velilla es otra de sus reliquias patrimoniales, cuyos orígenes se remontan a los siglos IX o X, aunque ha sido reformada y restaurada sucesivas veces, siendo en la actualidad un edificio recio, de planta rectangular y muros reforzados por sólidos contrafuertes. Historia: En 1369 Enrique II de Castilla concedió el título de Conde de Villalobos a Álvaro Pérez Osorio.
Algo de historia
Villalobos es el solar originario de una gran casa nobiliaria, la del Marqués de Astorga. Aunque el título de Señor de Villalobos no aparece hasta 1368, año en que Alvar Pérez Osorio recibe el honor de manos del rey Enrique II, la presencia de la familia Osorio se puede rastrear desde tiempo inmemorial.
Buen ejemplo de ello es la leyenda de la Enseña de la Batalla de Clavijo: allá por el año mil tiene lugar una crucial batalla entre las tropas cristianas del rey Ramiro, comandadas por Luís Osórez, Señor de Villalobos, y “los moros”.
El ejército cristiano, con la ayuda de Santiago, que cabalga entre las nubes, sale victorioso y así acaba con el “tributo de las cien doncellas”, que los cristianos estaban obligados a entregar al Califa Abderramán para su harem. La enseña de tal gesta es guardada por los señores de Villalobos durante siglos hasta que Alvaro Pérez Osorio, al ser nombrado Marqués de Astorga por Enrique IV, la dona a esta ciudad para ganarse sus favores.
Fotografía: Villalobos facebook
Desde entonces se guarda en un cofre de terciopelo carmesí, bajo tres llaves: una para el Marqués de Astorga, otra para el Síndico Municipal y otra para el Corregidor. Dicha enseña, aún hoy, ostenta honores de Capitán General.
De la importancia de la Villa en los planes de la familia es buen ejemplo el Monasterio de Santa Clara.
Villalobos contó en la época medieval con cerca defensiva, de la que aún perdura la Barbacana que protegía una de las puertas de la villa.
Contaba la Villa con tres parroquias: San Pedro, la única que permanece en pie, El Salvador y San Félix; y tres ermitas: La Soledad, del famoso arquitecto Ventura Rodríguez, derruida en los ochenta, ocupaba el lugar del actual Parque Infantil; La Trinidad, cuya Cofradía costeaba los gastos de su hospital de pobres, fundado por la Orden de San Juan de Jerusalén, se han recuperado parte de sus muros en la Plaza de España; y la ermita de la Velilla.
Hay constancia de la presencia de judíos en Villalobos, que estarían asentados extramuros, en lo que hoy se conoce como Barrionuevo. En este lugar nació un ilustre judío converso, Francisco López de Villalobos, conocido en su tiempo como “el Doctor Villalobos”. Este célebre personaje del Siglo XVI, médico de la corte en tiempos de Carlos I, notable investigador y reputado escritor de poesía, crítica y sobre todo satírico, es considerado el Quevedo de su tiempo.
Otro hijo ilustre de Villalobos es Pedro de Villalobos, quién participó con Hernán cortés en la Conquista de Méjico. En la Plaza Mayor se ha erigido un monolito en su memoria.
Recursos Culturales – Patrimoniales – Históricos
- Monasterio de Santa Clara: Su construcción comenzó en 1346, pero no se concluyó y consagró como monasterio hasta el 12 de septiembre de 1386.
- Iglesia de San Pedro.
- Ermita de la Velilla: Construida entre los siglos IX y X, ha sufrido distintas transformaciones, incluso incendios.
- Barbacana: Son los restos de la antigua cerca medieval parcialmente restaurada.
- Casas blasonadas.
Fuente y más info: https://www.turismoenzamora.es
