Venialbo es municipio en la provincia de Zamora. Asentado en el corazón de la Tierra del Vino, se encuentra la que fuera un día «gran Villa de Venialbo». De ella dijo Gómez Carabias en 1884, que era -«uno de los sitios más deliciosos y pintorescos del partido de Toro».
Fue el segundo pueblo de la provincia en recibir fuero, allá por 1126, fuero concedido por el abad Pedro y su convento de Santo Tomé. Venialbo fue históricamente un pueblo de señorío, principalmente del Obispado de Zamora.
La iglesia parroquial tiene orígenes y vestigios románicos aunque principalmente es del s. XV. Su interior es especialmente interesante, destacando el retablo mayor documentado a nombre de Lorenzo de Ávila.
En el corazón del pueblo, y como guardianes de la puerta a la Iglesia, destacan los vestigios, todavía bellos, de lo que fueron unos impresionantes negrillos, también conocidos como olmos, sobre cuya antigüedad no se ponen de acuerdo en fijar ni los más viejos del lugar, y que constituyen monumentos vivientes.
El pueblo se caracteriza por sus ancestrales tradiciones, como acudir los recién casados tras su boda a la fuente del Macho, la puesta del Mayo, los encierros camperos, la Semana Santa o el baile del Floreo en la fiesta del Niño Jesús cada 27 de diciembre.
Venialbo es un pueblo más de la Tierra del Vino. Su altura sobre el Mediterráneo, por su situación en el Oeste de la Península, es de 705 metros. Su termino municipal es un rombo que se extiende en su eje mayor con dirección de Noroeste a Sudeste.
Mas info: http://www.venialbo.es