Villalpando se sitúa en la parte más oriental de la provincia de Zamora a unos 690 metros de altitud, bañado por los ríos Valderaduey y Alteraduey. Villalpando cuna de sabios y raza de héroes en la antigüedad. La antigua jurisdicción de Villalpando comprendía los siguientes pueblos: Villar de Fallaves, Villamayor de Campos, Quintanilla de Molar, Cotanes del Monte, Villárdiga, San Martín de Valderaduey, Cañizo, Tapioles, Cerecinos de Campos y la muy noble, leal e invicta villa de Villalpando.
Localizado en el valle del Valderaduey, en el kilómetro 236 de la A-6. Destaca por su riqueza cerealista, la cabaña de ovino y la producción de quesos.
El municipio es atravesado por el río Valderaduey y por el río Navajos (o arroyo Bustillo o Ahogaborricos) que desemboca en el anterior en un punto cercano a la villa
Los nombres que han dado origen a la Villa fueron: los Celtas la llamaron Intercancia, los Romanos denominaron a la Villa Intercacia, y a sus habitantes se les llamaba intercacienses. En el año 414 llegaron los Godos reduciendo a cenizas y escombres la Villa. Años más tarde la reconstruyeron y la rebautizaron con el nombre de Pando.
En el año 713 con la llegada de los musulmanes la monarquía visigoda se deteriora, el caudillo Muza destruye la ciudad amurallada, pronto es de nuevo construida y repoblada por los moros, es en esta época cuando Villalpando pierde la categoría de ciudad y pasa a villa denominándola Alpando hasta el primer tercio del siglo X, en que quedó definitivamente para los cristianos.
Fue en el S.XIII cuando para facilitar la pronunciación de Villa-Alpando, los naturales de esta tierra, unen las dos palabras, dando como resultado Villalpando.
La existencia del lugar aparece por primera vez documentado como villa que llaman Alpando en un documento de los últimos años del siglo X. Durante la siguiente centuria cobra gran importancia, dotándose con varias iglesias, adscritas a la Catedral y a San Isidoro de León, y adquiriendo alfoz propio.
Fernando II la repuebla en la segunda mitad del siglo XII como defensa del Reino de León frente al de Castilla y la dota de muralla (posteriormente se construirá una nueva y mayor, quizá de la primera mitad del siglo XIV) y un primitivo castillo (ubicado entre Santa María la Antigua y San Isidoro), además el propio rey limita las posesiones que en la villa debió tener la Orden de San Juan de Jerusalén a la que priva de un gran número de bienes de los que posteriormente devuelve algunos, como Cerecinos. El siglo XIII supone el mayor auge de la villa, vinculada a la Corona, desarrolla su propia vida, teniendo el derecho de celebrar mercado todos los martes, que poco después será ampliado también a los sábados. En el siglo XIV Villalpando pasa a manos de los Velasco, quienes construyen el alcázar que hoy se conoce tristemente arruinado
También cabe reseñar la gran importancia que tuvieron los Templarios en Villalpando. El Rey D. Fernando en 1170 le otorga Villalpando a los caballeros Templarios.
Construyeron un castillo en la Plaza Mayor con iglesia y un fortín para la defensa del alcázar que se extendía entre la Plaza Mayor y calles Olivo, Alta Sangre y del Liceo donde había una iglesia posteriormente convertida en teatro, prestaron sus servicios hasta el año 1310 en que fue suprimida la orden.
En este siglo, contaba Villalpando para la defensa de la población, con sólidas murallas, una doble muralla, fosos profundos, castillos y torreones. Cerca de la puerta villa de San Miguel se encontraba el Alcázar gótico de los señores feudales y en medio la torre elevada del homenaje. Había dos castillos en cada una de las cuatro puertas de la muralla, Santa María, Santiago, San Andrés y San Miguel.
La gran riqueza histórica del pueblo se evidencia en la multitud de monumentos que esconden sus calles. Destacan entre ellos los restos de las imponentes murallas y fortificaciones —hoy tristemente desaparecidas en la mayoría de su trazado— de las que sin embargo se conservan dos de las puertas monumentales, «la puerta de San Andrés» —la emblemática «Puerta Villa»— y la «puerta de Santiago», así como el «castillo de los Velasco».
Igualmente debe ser destacada la «iglesia de Santa María la Antigua» (último cuarto del siglo XII), en ruinas desde 1933 y monumento histórico-artístico nacional desde 1935, de la que se mantiene el majestuoso conjunto de la cabecera triabsidial, la potente torre del campanario (realizada sobre el lienzo de la muralla), y restos de sus muros y pilares, así como de sus pretiles (espacio singular del pueblo conocido como «los Petriles»).
Dentro de los grandes monumentos del pueblo debe ser nombrada la gran «Plaza Mayor», de más de 2.000 m², espacio rectangular porticado que incluye el «Ayuntamiento del municipio».
De gran interés son el «convento de San Antonio de Padua» (de Clarisas), el «hospital del Espíritu Santo» y las iglesias de «San Nicolás de Bari» (último cuarto del siglo XII), arruinada en 1989 y reconstruida en la actualidad, «San Pedro», fundada en el último cuarto del siglo XII, de cuya construcción sólo resta el muro del altar y los inicios de la espadaña (originariamente una torre-campanario de la muralla, como la de Santa María), construida en su mayoría, sin embargo, poco después, durante el primer cuarto del siglo XIII, el monasterio de San Lorenzo]], probablemente del primer cuarto del siglo XIII, situado extramuros, arruinado totalmente sólo conserva la torre de su iglesia, quizá obra defensiva del último cuarto del siglo XII, y finalmente, «San Miguel», en ruinas aunque con restos de su espadaña y naves.
Fuente y mas info: https://es.wikipedia.org y http://www.villalpando.es/