Situado en Tierra de Pan, rozando la de campos. La población llegó a ser de 1067 habitantes a principios de siglo, habiéndose reducido a menos de 300 en el año 2009.
Está situado en una depresión de terreno, su altitud se encuentra a 715 metros. Desde el pueblo se pueden divisar dos tesos (elevaciones del suelo que han resistido a los efectos de la erosión), recibiendo el nombre de Teso Trillao y Teso Lebrero.
Cruza el término el arroyo Adalia, que da nombre al monte del pueblo. Allí hay pinares, almendros y en tiempo hubo viñedos, ciruelos y otros frutales. Hay una amplia fauna cinegética entre conejos, liebres, perdices y jabalíes.
En Pozoantiguo han aparecido dos placas decoradas de mármol que atestiguan su poblamiento en la época visigoda, cultura cuya presencia ha sido ampliamente documentada en la comarca de Toro.
Fue uno de los territorios reconquistados por el Reino de León, en el que se integró, por lo que se vio afectado por el proceso repoblador que emprendieron sus monarcas en el alfoz toresano. El primer documento que menciona a esta localidad está relacionado con la llegada de los cistercienses a Moreruela en el año 1143. El nombre del arroyo ‘Adalia’ goza de las más puras reminiscencias de los árabes, llegados hasta estas tierras.
En los documentos más antiguos el nombre del pueblo aparece con “Poçatigo” y “Poço antiguo” derivado del latín “puteus antiquus”, al que daría origen la abundancia de manantiales que hay en el lugar. Así, el 16 de abril de 1159 Pozoantiguo aparece mencionado en una donación a la Diócesis de Zamora por parte del conde Osorio y su mujer Teresa. Tuvo un hospital para pobres y caminantes, que ya existía en 1552 y que pervivió hasta el siglo XIX bajo la administración de una cofradía.
Por otro lado, desde las Cortes de León de 1188, Pozoantiguo fue una de las localidades representadas por la ciudad de Toro en Cortes, siendo una de las que integró posteriormente la provincia de Toro, dependiendo desde la Edad Media de la vicaría y el arciprestazgo toresano.
Monumentos
Las escuelas del pueblo: es el edificio actual más importante, singular y único en este tipo de población. En estas Escuelas se observa la arquitectura de trazado moderno y funcional, sin abandonar la cuidada fachada y el remate de su composición.
Se nombraron así, en plural, porque cuando se edificaron una parte era para niñas y otra para niños. Se construyeron gracias a Ismael Calvo Madroño, que llegó a ser consejero de Instrucción Pública del Rey, y senador, y era natural de Pozoantiguo. El centro costó 96.291,57 pesetas, redactó el proyecto el arquitecto Francisco Ferriol y ejerció de maestro de obras y albañil Macario Rico, que llevó la obra a conciencia. Fue inaugurada, por todo lo alto, el 25 de julio de 1917. En la actualidad alberga el centro de recreo para la tercera edad.
La iglesia del Salvador es del siglo XVIII, obra del arquitecto toresano Francisco Díez. Es de una sola nave, muy bien articulada en el interior, por pilastras adosadas, enlazadas mediante arcos de medio punto, que dejan capillas hornacinas bajo ellos, y perpiaños para refuerzo de la bóveda, tabicada, de lunetos y de cuatro tramos.
Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XV. Se quemó totalmente en el año 1940 por lo que apenas conserva piezas importantes propias. El incendio se debió a la costumbre de alumbrar muertos. Se puede ver en su interior el antiguo retablo de la iglesia de San Salvador, recientemente restaurado, que posee cuatro columnas salomónicas que lo divide en tres calles y hornacinas en cada una de ellas, un San Miguel de medio metro policromado del siglo XVI, que se salvó de las llamas y un Cristo Crucificado de 1,40 m del siglo XVII.