Carbajales de Alba es la capital de la comarca zamorana de Tierra de Alba.
De esta localidad, son muy conocidos sus bordados típicos, entre los que destacan los trajes de carbajalina, cuyos orígenes se pierden más allá del siglo XVI, y que destaca por su colorido, además de haber sido galardonado a nivel internacional.
En «Peñas Coronas», un crestón de cuarcitas situado a unos dos kilómetros al suroeste de Carbajales, fue uno de los primeros emplazamientos de este municipio. Se trata de un emplazamiento castreño, en altura y aprovechando el espigón fluvial que forma el arroyo de Alba al desembocar en el río Aliste. Se han localizado restos arqueológicos en el sector occidental y septentrional de la cumbre, precisamente en la zona que domina la confluencia, hoy muy desfigurada por la creación del embalse del Esla. Este municipio también estuvo ocupado durante la época romana, de la cual se han encontrado en las cercanías del pueblo varias estelas o miliarios romanos.
En la Edad Media, Carbajales fue repoblado por los reyes leoneses dentro de los procesos repobladores que llevaron a cabo en la zona, de cara a asegurar sus posiciones en el proceso de la Reconquista. En este sentido, el conjunto de la Tierra de Alba perteneció en los siglos XIII y XIV a la Orden del Temple, conformándose como una encomienda templaria una vez que el rey Alfonso IX de León otorgó a esta Orden la tierra de Alba, donación que se hizo efectiva en 1220 tras una posible entrega anterior.
En el siglo XVII, durante la Guerra de Restauración portuguesa, Carbajales, debido a su condición de villa cercana a la frontera, sufrió las embestidas de las tropas portuguesas, que llegaron a atacar la población, tal y como reflejaba el conde de Alba de Aliste en carta fechada en Carbajales el 31 de octubre de 1641. Precisamente debido a esta guerra fue fortificado Carbajales, construyéndose el Fuerte de San Carlos.
Durante la Guerra de Sucesión, Carbajales llegó a ser tomada en 1711 por las tropas portuguesas, recuperada posteriormente por las tropas de Felipe V, hecho por el cual llegó a ser sitiado en 1712 por las tropas portuguesas en el conocido como Sitio de Carbajales.
Ya en el siglo XIX, en la Guerra de Independencia, el duque de Wellington llegó a ubicar el 30 de mayo de 1813 su cuartel general temporalmente en Carbajales
Cuenta con un notable patrimonio arquitectónico tradicional, del que existen numerosas muestras dispersas por la localidad. De sus inmuebles destacan la iglesia parroquial de San Pedro, el ayuntamiento, el Fuerte de San Carlos, la fachada del palacio del marqués de Tábara, la ermita de San Amaro, o el Museo Taller de Bordados.
Esta villa zamorana cuenta con una variada oferta turística para el viajero. Desde el turismo natural, disfrutando de los magníficos paisajes de su entorno, como los del río Aliste o el monte y la sierra de Cantadores, hasta la variada oferta monumental, de la que cabe destacar:
- Fuerte de San Carlos: Construido en el siglo XVII y reforzado en el XVIII, sirvió de fortaleza en las guerras fronterizas con Portugal de la Edad Moderna, siendo uno de los dos fuertes que existen en España con forma estrellada, planta cuadrangular y baluartes.
- Iglesia parroquial de San Pedro: destaca por su gran tamaño, integra diversas etapas y estilos: el reloj es del XVI, el cuerpo del XVIII y la torre del XIX.
- Ayuntamiento: es un bonito ejemplo de arquitectura civil con columnas dóricas y arcos de medio punto.
- Palacio del marqués de Tábara.
- Casas de Las Salinas.
- El Charicico: se trata del antiguo Lavadero comunal
- Arquitectura tradicional en general, de la que habría muestras dispersas por la localidad, perceptible en casas, balcones y rejas.
- Estación de Tren.
- Ermita de San Amaro.
- Museo Taller de Bordados: es un edificio para salvaguardar un emblema de la artesanía textil documentada desde el siglo XVI: el Traje Carbajalino con sus vistosos y elaborados bordados que durante 200 años ha representado a Zamora en Festivales Internacionales, y que fueron inmortalizados por el fotógrafo Laurent con la representación Zamorana en la boda de Alfonso XIII.