Abezames se encuentra en la comarca de Alfoz de Toro en la provincia de Zamora.
En el siglo X, posiblemente durante el reinado de Ramiro II de León, Abezames fue repoblado junto a otros asentamientos de su entorno.
Desde las Cortes de León de 1188, Abezames fue una de las localidades representadas por la ciudad de Toro en Cortes, siendo una de las que integró posteriormente la provincia de Toro, dependiendo desde la Edad Media de la vicaría y el arciprestazgo toresano.
La documentación conservada en los archivos del Real Monasterio de Sancti Spiritus de Toro señala la existencia en su alfoz de una población a la que nombra como «Aveçames». Esta población estuvo protegida por una fortaleza, datada de 1420, de la que no queda rastro alguno, se alzaba en lo más alto de una cercana loma, donde se encuentran las ruinas de la antigua iglesia de San Salvador.
Que ver
Destaca la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, visible al acercarse al pueblo por estar situada en una zonas elevada del casco urbano. Construida en piedra (siglo XVI), cuenta con un retablo mayor de estilo barroco (siglo XVIII) realizado por Pedro Roldán y varias piezas renacentistas.
Se conservan las ruinas de la que fue la iglesia parroquial de San Salvador, situadas sobre un montículo a las afueras del pueblo. El solar que ocupan las actuales ruinas, pudo ser ocupado hasta el siglo XV por un castillo y sus inmediaciones por el poblado medieval. La iglesia se mantuvo como parroquia hasta el año 1853, en la que fue cerrada por ruina parcial y una de las causas de su posterior abandono.
Hacia el oeste se encuentran las ruinas de viejos palomares, construcciones típicas de la zona.
A dos kilómetros al norte de Abezames se encuentra el castro de Montpodre. Es considerado un castro en altura, al estar situado sobre una elevación estratégica del terreno (unos 790 m), rodeada de pequeños arroyos. Los restos encontrados en la superficie son de la Edad de Hierro, dado que no fue romanizado. No obstante, al nordeste del mismo se han encontrado vestigios que muestran una ocupación tardorromana que probablemente se mantuvo hasta el Medievo.