Está incluida en el programa “Naturaleza escondida” que, promovido por la Diputación de Salamanca y está permitiendo en ocho salidas descubrir rincones y parajes recónditos de la geografía salmantina.
El domingo 5 de mayo se celebra la ruta de senderismo Entresierras, entre las localidades de Frades de la Sierra y Monleón.
Se recorrerán casi 20 kilómetros, de dificultad media, que llevarán a los senderistas por esta comarca situada entre la Sierra de Béjar-Candelario y la Sierra de Francia. Se trata de un territorio considerado históricamente cruce de caminos que han permitido el tránsito de norte a sur de peregrinos, soldados, arrieros, pastores trashumantes….
La participación y el transporte en autobús desde Salamanca son gratuitos, si bien es preciso inscribirse previamente.
Las siguientes salidas serán el 19 de mayo desde el alto del Portillo hasta la Peña de Francia y el 25 de mayo entre San Felices de los Gallegos y La Bouza.
La ruta
La actividad que presentamos en esta ocasión entre Frades de la Sierra y Monleon, discurre por una de las regiones que conforma el catálogo de paisajes de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia y que ya en su propia definición, Entresierras, se hace merecedora de ser señalada como una de esas zonas “escondidas” de Salamanca.
Efectivamente, la comarca de Entresierras no es un término geográfico o toponímico que podamos encontrar en un mapa, sino una denominación (acuñada por el profesor Marciano Sánchez) para intentar designar una zona de salamanca que hasta entonces no había sido definida como tal.
Esta comarca, formada por los municipios de San Miguel de Valero, El Tornadizo, Monleón, Endrinal de la Sierra, Frades de la Sierra, Casafranca y Los Santos, se sitúa a pequeña escala, entre la sierra menor o de Herreros y la sierra mayor o de Tamames y a una escala orográfica y paisajística mayor, entre la Sierra de Béjar-Candelario y la Sierra de Francia y a su vez se enmarca sobre un denso cruce de caminos que han permitido el tránsito de norte a sur de gentes de todo tipo: peregrinos, soldados, arrieros, pastores trashumantes…
Las Cañadas Reales de la Plata y Soriana y mucho antes la Calzada Romana de la Plata, confluyen en esta pequeña región oculta, olvidada y significativamente eclipsada por zonas más pujantes como Campo Charro y Guijuelo. Desde un punto de vista hidrográfico la comarca está vertebrada por el río Alagón que desde su nacimiento en las inmediaciones de Peña Gudina (1.025 m) va discurriendo lentamente por el valle de Villardeleche describiendo sinuosos meandros para empezar a encajarse y terminar
convirtiéndose en el gran agente erosivo que definirá paisajes aguas abajo de la localidad de Monleón.
Su condición de frontera geológica, marcada por una banda de rocas calcáreas, separa las rocas plutónicas (granitos y gneis) del sur, de las pizarras y cuarcitas del norte y esto unido a su doble influencia climática (continental y atlántica) determinará no solo una gran diversidad
faunística y botánica sino también, y asociada ellas, una gran riqueza etnográfica marcada por vestigios dejados desde los más antiguos asentamiento humanos hasta la actualidad.
