La Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas para ayudar a los Estados miembros a hacer frente a los niveles inaceptables de desempleo y exclusión social de los jóvenes ofreciéndoles puestos de trabajo, educación y formación.
«El elevado desempleo juvenil tiene consecuencias dramáticas para nuestras economías, para nuestras sociedades y, sobre todo, para los propios jóvenes. Por eso tenemos que invertir en la juventud europea ahora», ha dicho László Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión. «Este paquete de medidas ha de ayudar a los Estados miembros a garantizar que los jóvenes se incorporen con éxito a la vida laboral. De lo contrario, las consecuencias serían desastrosas».
Tal como han pedido el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, el paquete de la Comisión sobre el empleo juvenil incluye una propuesta de Recomendación dirigida a los Estados miembros relativa a la introducción de la Garantía Juvenil, concebida para que todas las personas de hasta veinticinco años reciban una buena oferta de trabajo, educación continua, una formación como aprendices o un período de prácticas en el plazo de cuatro meses tras acabar la educación formal o quedar desempleadas.
La Recomendación propuesta insta a los Estados miembros a establecer asociaciones sólidas con las partes interesadas; a garantizar una intervención temprana de los servicios de empleo y de otros socios de apoyo a los jóvenes; a adoptar medidas de apoyo que faciliten la integración laboral; a hacer para ello un uso pleno del Fondo Social Europeo y otros Fondos Estructurales; a evaluar y mejorar continuamente los sistemas de Garantía Juvenil; y a poner en práctica los sistemas con rapidez.
La Comisión ayudará a los Estados miembros aportando financiación de la UE, promoviendo el intercambio de buenas prácticas entre ellos, haciendo un seguimiento de la implementación de los sistemas de Garantía Juvenil en el ejercicio del Semestre Europeo y realizando actividades de concienciación.
Para facilitar la transición de los estudios al trabajo, el paquete abre también una consulta a los interlocutores sociales europeos acerca del Marco de Calidad para los Períodos de Prácticas, que ha de permitir a los jóvenes adquirir una experiencia laboral de calidad en condiciones seguras. Por otro lado, anuncia la Alianza Europea para la Formación de Aprendices, cuyo objetivo es mejorar la calidad y la provisión de este tipo de formación difundiendo en los Estados miembros los sistemas que resulten eficaces, y expone vías para reducir los obstáculos a la movilidad de los jóvenes.
Unos cinco millones y medio de jóvenes del mercado laboral (más de uno de cada cinco) no encuentran trabajo y siete millones y medio de personas de quince a veinticuatro años ni tienen trabajo ni estudian ni siguen ninguna formación (los llamados ninis). El coste económico de no integrar a los jóvenes en el mercado de trabajo ha sido estimado por Eurofound en más de 150 000 000 000 EUR anuales, es decir, un 1,2 % del PIB de la UE. Algunos países, como Bulgaria, Chipre, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia y Polonia, están pagando el 2 % o más de su PIB. Evitando estos costes económicos ahora y en el futuro se compensan sobradamente los costes fiscales de la Garantía Juvenil propuesta.
Antecedentes
La tasa de desempleo juvenil ha superado el 25 % en trece Estados miembros: en Grecia y España sobrepasa el 55 % y en Italia, Portugal, Irlanda, Bulgaria, Chipre, Letonia, Hungría y Eslovaquia se acerca al 30 % o lo supera. De los desempleados menores de veinticinco años, más del 30 % llevan en paro más de doce meses, es decir, un millón seiscientos mil en 2011, frente a los novecientos mil de 2008.
En los últimos cuatros años, las tasas globales de empleo juvenil han caído casi cinco puntos porcentuales: tres veces más que las correspondientes a los adultos. Las posibilidades de que una persona joven en paro encuentre trabajo son pocas: solo el 29,7 % de las personas de quince a veinticuatro años que estaban desempleadas en 2010 encontraron empleo en 2011, lo que representa un descenso de casi el 10 % en tres años.
Los jóvenes son quienes corren más riesgo en el mercado laboral europeo y quienes están cada vez más expuestos a la marginación. Esto tiene consecuencias inmediatas, pero también implicaciones a medio y largo plazo. La crisis del mercado laboral, cada vez más profunda, puede dejar cicatrices en una gran parte de una generación entera de jóvenes, con el consiguiente perjuicio para el empleo, la productividad y la cohesión social ahora y en el futuro.
Las medidas propuestas en el paquete sobre el empleo juvenil se basan en las acciones de la «Iniciativa de Oportunidades para la Juventud», que comenzó en diciembre de 2011 (véanse IP/11/1568 y MEMO/11/928). Con la ayuda de los equipos de acción de la Comisión, los ocho Estados miembros con las tasas de desempleo juvenil más altas están reasignando los Fondos Estructurales de la UE para impulsar el empleo juvenil, diseñar planes de empleo dirigidos a los jóvenes y mejorar los programas de educación y formación.
La Comisión utiliza también otros instrumentos de actuación para abordar el desempleo juvenil, como son las recomendaciones específicas por país. En julio de 2012, casi todos los Estados miembros de la UE recibieron recomendaciones encaminadas a mejorar la situación de los jóvenes. Las recomendaciones específicas por país, adoptadas por el Consejo de Ministros de la UE basándose en propuestas de la Comisión, constituyen una herramienta de coordinación de las políticas que consolida la gobernanza y refuerza la coordinación de las políticas económicas a nivel de la UE en el contexto de la Estrategia Europa 2020.
El Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2013, que inicia el Semestre Europeo de 2013, subraya que los Estados miembros deben hacer más para combatir el desempleo juvenil, mejorar la empleabilidad de los jóvenes y facilitar su acceso o su reincorporación al mundo del trabajo.