Las salinas de Añana, situadas muy cerca de Vitoria-Gasteiz, son un espacio único, en el que la sal se extrae por evaporación y donde se estima que la explotación de este elemento imprescindible para la actividad humana se remonta a 6.500 años de antigüedad.
Las terrazas en las que se remansa el agua hasta su evaporación natural, denominadas “eras”, son alimentadas por gravedad desde el manantial salado a través de canales artesanales construidos con piedra, madera y arcilla, lo que crea un paisaje excepcional con las terrazas dispuestas a modo de laberinto.
El premio concedido al Valle Salado reconoce, además del especial atractivo del lugar, la proyección internacional que ha adquirido gracias a un trabajo de recuperación integral del espacio, así como de la dinamización de la propia actividad de explotación de la sal, que se comercializa ya en más de 25 países.
La ceremonia de entrega de los Premios Unión Europea de Patrimonio Cultural / Premios Europa Nostra 2015 tendrá lugar el 11 de junio en el Ayuntamiento de Oslo.