Este Torreón de Tamames data del siglo X, siendo erigido por el rey leonés Ramiro II para la defensa de los accesos al Campo Charro desde la sierra.
El torreón medieval, propiedad de un particular de la villa, sirve como testigo de la presencia visigoda en la zona; en el doble dintel de la puerta pueden verse labrados motivos prerrománicos que recuerdan características visigodas y nos trasladan a la Alta Edad Media (Siglos V-VII).
El torreón fortaleza de Tamames tiene un origen anterior al Siglo XIII, los relieves del dintel muestran un blasón con escaques que no pertenecen a las armas de Alfonso Godínez, quien recibió del Rey Sancho el señorío de Tamames y su torreón en el año 1.284.
Con las repoblaciones del rey leonés Ramiro II en el siglo X, la comarca sufrió sucesivas devastaciones por parte de Almanzor, por lo que es de suponer que la fortaleza de Tamames y otras cercanías fuesen construidas en la Alta Edad Media hasta que sus funciones estratégicas perdieron valor con la definitiva repoblación de Raimundo de Borgoña, yerno del Rey Alfonso VI, en el Siglo XI, poniendo fin a las guerras entre cristianos y musulmanes.
De este castillo sólo queda un torreón cuadrado de 12,20 metros de lado, de los que corresponden 2,10 al espesor del muro. Hoy está vacío, pero se aprecian señales de dos o tres suelos de madera, y recibía luz por ventanas como saeteras fuertemente derramadas hacia dentro.
La puerta mira hacia sur, hacia la población, y consiste en un vano pequeño con jambas de una pieza, miembros volados encima, como ménsulas, en los que se advierte alguna labor, y dos dinteles superpuestos, llenos de adornos entallados, a base de círculos, cuya tosca y original estructura da indicio de antigüedad, quizá del siglo XIII. El castillo y escaques puestos entre ellos serían blasones del señor que lo construyera.