Madrid, 20 oct (EFE).- Las tensiones económicas, sociales y culturales de los años ochenta y noventa se tradujeron en una multiplicidad de prácticas y discursos y en una renovación de los códigos y los lenguajes del arte, a los que el Museo Reina Sofía dedica una amplia exposición.
«Mínima resistencia. Entre el tardomodernismo y la globalización: prácticas artísticas en las décadas de los 80 y 90» supone una primera lectura de los fondos de la colección de las últimas décadas del siglo XX.
«Llevamos tiempo trabajando en el momento actual y no queríamos esperar a que las salas estuvieran listas», comentó el director del museo, Manuel Borja-Villel. Las presentaciones que se harán de esta parte de la colección «irán cambiando anualmente y serán propuestas con sentido histórico».
De las numerosas obras que se pueden contemplar en el recorrido, un 95 % son adquisiciones para la colección y de estas un 90 % no se han exhibido nunca.
Con esta muestra de la Colección, el Museo se acerca al arte producido en los años 80 y 90 en España y en el contexto internacional, estableciendo enriquecedores diálogos entre obras que en su mayoría no han sido vistas en las salas de la institución por ser nuevas adquisiciones y depósitos. A diferencia de exposiciones previas, los fondos de arte contemporáneos parten siempre de una posición necesariamente fragmentaria, lo que hace que esta sea la primera visión de nuevas presentaciones que se sucederán en el futuro. Esta aproximación se centra en la búsqueda por parte de los artistas de espacios de resistencia en un mundo globalizado. La modernidad como pasado, la teatralidad como principio, así como la importancia del documento, informan esta época.
Mínima resistencia analiza la serie de dualidades que polarizan el periodo abordado; de la crisis económica global al capitalismo financiero, del potencial de lo colectivo a la recuperación del mito del artista, de las intervenciones que reivindican el espacio público a los discursos que giran en torno a la memoria y el cuerpo, de la teatralidad que enfatiza lo escenográfico y la arquitectura al lenguaje de lo performativo y los modelos relacionales, de la rehabilitación de los géneros tradicionales a la apropiación de imágenes de los medios y la cultura de masas, las tensiones de la época se traducen en una multiplicidad de prácticas y discursos solapados, y en una renovación de los códigos y los lenguajes del arte.
Organizada por el Museo Reina Sofía en el marco del proyecto “Los usos del arte” de la red de museos europeos L’Internationale. L’Internationale propone un nuevo internacionalismo artístico, no jerárquico y descentralizado, que se fundamente en el valor de la diferencia y el intercambio horizontal entre una constelación de agentes culturales localmente arraigados y globalmente conectados.
Compuesta por seis importantes museos europeos, Moderna galerija (MG, Ljubljana, Slovenia); Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS, Madrid, Spain); Museu d’art Contemporani de Barcelona (MACBA, Barcelona, Spain); Museum van Hedendaagse Kunst Antwerpen (M HKA, Antwerp, Belgium) y SALT (Istanbul y Ankara, Turkey) and Van Abbemuseum (VAM, Eindhoven, the Netherlands). L’Internationale cuenta con la colaboración de instituciones asociadas procedentes del ámbito universitario y artístico.
Redacción: Efe canal empresas
Fuente, fotografía y más info: http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/minima-resistencia
