El puente-viaducto de Requejo (conocido popularmente como puente Pino) es una obra de ingeniería española construida para salvar el río Duero a su paso por los municipios de Pino del Oro y Villadepera, en la provincia de Zamora.
El puente de Requejo o puente de Pino se construyó para salvar el paso del río Duero y de su escarpado valle, permitiendo una cómoda y fluída comunicación entre las localidades zamoranas de Villadepera y Pino.
Este viaducto de hierro de comienzos del siglo XX fue noticia a nivel nacional por su depurada técnica, belleza y prestaciones, lo que le significó ser un verdadero hito en la evolución histórica de las vías de comunicación de Zamora y de España.
100 años después, el puente de Requejo o puente de Pino sigue contando con una especial aureola, impresa por su especial carácter de obra arquitectónica singular, amparada principalmente por la espectacularidad de su ligero y extraordinario diseño. Circunstancia que, a su vez, es azuzada por la sin igual singularidad y belleza de su territorio de acogida, el Parque Natural de Arribes del Duero.
Su construcción, realizado conforme al diseño del ingeniero español José Eugenio Ribera Dutaste, supuso la superación en España de los parámetros de luz y altura de los puentes preexistentes, ya que contó con con 120 y 90 metros respectivamente.Los primeros antecedentes conocidos sobre la gestación de este puente se remontan a mediados del s. XIX, cuando su primer impulsor, Práxedes Mateo Sagasta, se ofreció a impulsar este nuevo proyecto tras ser elegido por primera vez diputado a Cortes por Zamora.
Posteriormente Eduardo López Navarro lo estudiaría para un emplazamiento en unos dos kilómetros aguas abajo, siendo su rasante mucho más baja y la solución aportada de dos tramos de fundición.La construcción de este puente supuso la apertura de una comunicación fluida entre las comarcas zamoranas de Sayago y Aliste. Con anterioridad, la única vía de comunicación entre ambos territorios consistían en una barca que navegaba entre Pino y Villadepera. Es muy ilustrativo que del lado sayagués, el conocido “Camino de los Arrieros” concluyera en el “Camino de la Barca”.
Antes de que existiera el puente, la comunicación directa entre Sayago y Aliste se realizaba mediante barca movida por maromas que la acercaba o alejaba de las riberas del Duero. La última concesión conocida de este servicio fue explotada por el marqués de Santa Colomba.
El puente de Requejo fue inaugurado el 15 de septiembre de 1914 por Abilio Calderón, director general de obras públicas. En su época, el puente resultante fue el de mayor luz, 120 m, y el de mayor altura, 90 m sobre río, de toda España.
Por la importancia que para la zona tenía este puente, todos los candidatos a la Diputación a Cortes ofrecía el impulsar la construcción, pero nada se hizo hasta que Federico Requejo, a su paso por la Dirección General de Obras Públicas, logró que se estudiara la carretera de Fonfría a la de Salamanca a Fermoselle, y con ella el puente.
El proyecto aprobado fue el presentado por el ingeniero José Eugenio Ribera en 1897. Las dificultades que mostraba su montaje, hicieron que ninguna constructora se presentaran a las primeras subastas de la obra. La empresa asturiana Duro Felguera fue la adjudicataria de la obra, pero al llegar el montaje del puente, las dificultades le obligaron a ceder la obra a otra sociedad, llamada Montajes. Esta última, tras comenzar los trabajos pertinentes, también tuvo que suspenderlos y abandonarlos por las dificultades técnicas derivadas del montaje. La obra volvió de nuevo a manos de su anterior contratista que, bajo la dirección de obra de Robustiano Fernández y con mano de obra de la zona, consiguió finalmente terminar la obra, sin que durante el montaje del arco se produjera incidente o accidente alguno. Los componentes del puente fueron realizados en la principal factoría de la empresa, la fábrica de La Felguera.
Texto y fotografía: wikipedia