2.835 sanitarios han sido contratados de manera excepcional en Castilla y León debido a la crisis del COVID-19, a los que se les concluye el contrato al acabar abril.
El Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) ha denunciado que estos profesionales recogieron el guante y respondieron a la llamada de la Junta, y han estado en la lucha en cada centro de salud y hospital. En un momento que sabían que iba a ser de máximo peligro, esfuerzo y estrés. Hasta hoy, así siguen.
En un momento en que el Gobierno del PSOE y Podemos se jacta de haber prohibido el despido, casi 3.000 de las personas más útiles en la situación actual van a pasar de tener trabajo a no tenerlo en Castilla y León. Un trabajo que se necesita con desesperación, mientras miles de empresarios mantienen funcionando actividades no esenciales, también con el beneplácito del Gobierno.
Para el responsable del PCTE en Castilla y León, Ezequiel Blanco, la solución a esta situación pasa por “Girar a la producción de equipo médico. Parar de verdad toda actividad no esencial. Supervisar centros de salud, hospitales, residencias. Buscar sanitarios hasta debajo de las piedras. Conseguir que tengan seguridad laboral, estabilidad en el trabajo, para que no se pierda experiencia en el SEPE y se garantice el mejor trabajo posible.”
Por último, señalan que esta crisis, tanto sanitaria como económica, necesita una respuesta contundente y que las grandes luchas por la sanidad en nuestra Comunidad Autónoma volverán cada vez con más fuerza hasta que estas tropelías no tengan cabida.