Es la primera vez que el museo expone armamento de este tipo.
El Museo de Zaragoza incorpora a su colección un conjunto de doce pistolas de diferentes formatos, fechadas entre los siglos XVII y XIX y procedentes de la industria armera guipuzcoana. Se trata de una donación de Raquel Plaza Ara, de un conjunto armamentístico con un excelente estado de conservación y un tratamiento decorativo llamativo.
Estas armas cuentan con dos mecanismos de disparo diferentes: la llave de chispa, más antigua y compleja, y la de percusión o pistón, más eficaz en la detonación de la carga. La vitrina donde se ubican las pistolas puede visitarse en el recorrido de exposición permanente en el arranque de la escalera monumental.
La industria armera guipuzcoana data de siglos atrás. Su existencia queda registrada ya en el siglo XV, primero bajo organización gremial y posteriormente como importante foco de producción industrial. Destaca el municipio de Éibar, cuyo desarrollo ha estado ligado siempre a esta actividad, y pronto surgieron talleres y fábricas en poblaciones vecinas. Cada uno de estos talleres contaba con marcas y punzones diferentes para identificar el producto, las pruebas a las que se había sometido (Banco de pruebas de Éibar) y el año de fabricación.
Con este magnífico conjunto de pistolas, el museo completa las colecciones históricas de la Edad Moderna y la Edad Contemporánea. Se destaca la extensa y variada colección de la institución, que abarca desde la prehistoria al siglo XX y desde Aragón hasta Asia. La riqueza patrimonial de este museo se completa con colecciones singulares como las de etnología, cerámica y arte oriental. Asimismo, gran parte de la ampliación de colecciones se debe, como en este caso, a ciudadanos comprometidos con el patrimonio, que donan o depositan obra en este centro público.
Gracias a esta importante donación, el museo expone por primera vez armamento de este tipo, si bien cuenta con más ejemplares variados de trabucos y otras pistolas en área de reserva.