Cuatro arrastreros se hundieron frente a Matosinhos en 1947. Está considerada como la mayor tragedia marítima en la costa portuguesa.
El día 1 de Diciembre de 1947 quedó marcado como una de las fechas más tristes de la comunidad de pescadores de Matosinhos (Oporto) ya que tuvo lugar el naufragio de cuatro traineras debido a una gran tormenta en las cual murieron 152 pescadores. Algunos cuerpos fueron arrastrados a la orilla y sólo sobrevivieron 6 hombres. La tragedia afectó a cientos de humildes casas de pescadores, dejando 71 viudas y 152 huérfanos.
En Julio de 2005, inspirado en una pantalla de Augusto Gomes, fue inaugurada una escultura de José João Brito en la Playa de Matosinho que rinde homenaje a las familias y víctimas de este naufragio.
Estas esculturas de tamaño natural simbolizan, en los gestos de las figuras de mujeres y niños, el dolor, la angustia y los gritos de desesperación ante la tragedia que se desarrolla en el mar. El artista José João de Brito evoca este acontecimiento a partir de una obra del pintor neorrealista matosinhense Augusto Gomes.
Con cerca de tres metros de altura, este monumento está compuesto por cinco figuras de viudas y huérfanos cuyas caras expresan el dolor y el sufrimiento de las familias.