El Gobierno descarta cualquier propiedad en la “micronesia española
El Senador Carles Mulet García del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal a raíz un par de artículos publicados en los diarios ABC y el Confidencial sobre la llamada «Micronesia española», en el océano Pacífico hace una pregunta al gobierno de España recabando información sobre la situación de estas cuatro islas perdidas en el Océano Pacífico.
Estos rotativos sembraban la duda sobre si estas cuatro islas aún a día de hoy siguen siendo españolas jurídicamente –ya que España no las vendió ni cedió en tratado alguno. Esta presunta soberanía estaría formada por cuatro pequeñas islas que, por olvido, quedaron fuera tanto del Tratado de París como del Tratado Germano-Español en el siglo XIX por el que se cedían y vendían las demás posesiones en la zona, hasta que el jurista e investigador Emilio Pastor se percató del descuido.
Por ello ha preguntado al Gobierno de España: ¿Son estas islas de la llamda Micronesia Española, subsceptibles de ser reclamadas por el Gobierno como territorio español?
Esta pregunta como la mayoría de las que están dando cuenta estos días, fueron registradas antes del Estado de Alarma y de la crisis por la COVID-19. Este grupo la hace pública porqué el Gobierno las está respondiendo ahora a pesar de no tener la obligación reglamentantaria de cumplir los plazos, al suspenderse estos por la situación actual.
Y la respuesta del Gobierno ha sido «En relación con la pregunta formulada, se indica que al Gobierno no le consta la existencia de islas en el Pacífico aún bajo soberanía o administración española o que pudieran ser objeto de alguna clase de pretensión por parte de nuestro Estado. Además, la ausencia de una activa reivindicación de un territorio y el largo transcurso del tiempo impiden considerar la validez de cualquier título al respecto».
La Micronesia Española
En 1899, el gobierno español firmó la venta de centenares de islas de la actual Micronesia en favor del Imperio alemán, por un total de 25 millones de pesetas de la época. Sin embargo, al detallar las islas incluidas en la cesión, cuatro minúsculos atolones quedaron sin registrar. 50 años más tarde, un investigador del CSIC, Emilio Pastor, se percató de ello y alertó a Franco de que, técnicamente, España aún mantenía posesiones en lo que fue el extremo más oriental de su imperio.