La Academia de las Artes, las Letras y las Ciencias destaca la entrega de un “público absolutamente receptivo”
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León, 28 de octubre de 2024. La Academia de las Artes, Las Letras y las Ciencias valora de forma muy positiva la celebración de la segunda edición del Festival Internacional de Literatura Insólita Quimeras, que se ha desarrollado del 18 al 27 de octubre, un balance que coincide con la intención de engrandecer el certamen en próximas ediciones para convertir a León en una “cartografía fantástica” que sea visitada por los “escritores de calidad en el marco de lo insólito”, según ha señalado la profesora de la Universidad de León Natalia Álvarez Méndez, comisaria del Festival. “El balance de esta segunda edición no puede ser más positivo. Hemos contado con destacadas voces españolas y latinoamericanas de diversas estéticas y de variadas generaciones, y en todo momento ha resaltado la calidad de las escrituras de los creadores participantes y a la vez la calidad de las conversaciones que han ido surgiendo, profundamente enriquecedoras”, asegura. “Se ha ilustrado así las claves y la relevancia de la ficción insólita del panorama actual, y lo hemos hecho no solo en narrativa, también en poesía, teatro, cine, cultura audiovisual”, matiza.
Para la comisaria de Quimeras, en estos diez días “se ha creado un clima de complicidad con el público asistente, un clima fantástico en todo momento, pues es un público absolutamente receptivo en los coloquios, en las lecturas, en todas las actividades que se le han ido presentando”.
“Esto ha favorecido que se hayan proyectado también todos los contenidos del festival, y no solo al público generalista que nos ha acompañado, sino también desde una necesaria dimensión educativa a estudiantes de Primaria, de Secundaria, de Bachillerato y de Universidad”, agrega. Natalia Álvarez señala que “hemos constatado la importancia de estimular nuestra competencia lectora”.
“Hemos podido disfrutar de lecturas antropológicas que juegan tanto con el rito, el símbolo, el mito y lo folclórico, como con otras tendencias, como lo fantástico, lo onírico, lo hiperreal, el terror sobrenatural y lo especulativo, lo utópico y distópico, entre otras muchas, para disfrutar, en fin, todos estos días con las múltiples quimeras que nos hablan sobre el mundo y sobre el ser humano desde la ficción de lo insólito, que es muy rica y muy interesante, y que no podemos descuidar porque quizás sea de las que más impronta esté dejando en las letras actuales”, apostilla.
Finalizada la segunda edición, la Academia comienza a preparar la tercera, para la que hay ya ideas para engrandecer el Festival. “Nuestra intención es continuar convirtiendo a León en una cartografía fantástica, visitada por más autores y más autoras de calidad en el marco de lo insólito, y sobre todo generar otro tipo de actividades que van a ir favoreciendo otras que se han desarrollado este año, además de los coloquios del ciclo de cine, de actividades semejantes a un club de lectura, como exposiciones, actividades relacionadas con la música y con otras tendencias artísticas”. Natalia Álvarez cita en concreto el cómic, “que se incorporará en la tercera edición”. “La narración gráfica se está desarrollando con gran potencia por parte de autores ya reconocidos, pero también de mujeres, de creadoras que están triunfando en los últimos años en el ámbito hispánico tanto en lo inquietante como en lo fantástico y en la ciencia ficción”, concluye la comisaria de Quimeras.
Por su parte, el presidente de la Academia de las Artes, las Letras y las Ciencias, José Luis Chamosa, considera que esta segunda edición ha superado a la primera, “no porque las personas que han participado sean ni mejores ni peores, sino porque el formato que hemos seguido este año nos ha permitido concentrarnos más y dedicar más tiempo a cada uno de ellos, y además hacerlo en dos vertientes: en un diálogo con el público y en una segunda sesión para hablar de su concepción de la literatura”. “Esto es muy enriquecedor porque permite dar visibilidad al por qué, para qué y cómo se concibe y cómo se entiende la creación literaria desde la perspectiva de lo insólito”, agrega.
Chamosa destaca la importancia de la extensión cultura de Festival. “El cine es imprescindible, ya que es la forma narrativa por excelencia a partir de las primeras décadas del siglo XX, con lo cual este acercamiento no solo es complementario sino que es necesario. Por otra parte, uno de los grandes objetivos también de nuestro festival es acercarnos al posible público lector más joven para asegurar la transición generacional por un lado y por otro, fidelizar un público que es el que va a constituir el grueso de los lectores en un futuro cercano”.
Por último, de cara a la tercera edición del Festival, el presidente de la Academia apunta a la creación de una sección permanente para reflexionar “sobre lo insólito y las relaciones de lo insólito con lo real y lo verosímil”.
El festival Quimeras cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de León, la Junta de Castilla y León, la Fundación Antonio Pereira, la Universidad de León y el Colegio de Arquitectos de León.
Merino sostiene la idea de que la ficción nos ha ayudado a entender la realidad
Merino mantiene la idea de que la ficción nos ha ayudado a entender la realidad y que, por «nuestra curiosidad innata, hemos querido descifrarla, preguntándonos, por ejemplo, sobre el cómo se creó la Vía Láctea, cuya resolución está en esa niña quien, un buen día, lanzando un puñado de cenizas, consiguió lo indecible y creó, en efecto, nuestro mundo». De ello se deriva, en palabras del autor, que “la ficción nos sirve para ir entendiendo la realidad”.
El entrecruzamiento de mundos, de dimensiones, así como la metaficción y la dimensión psicológica para ahondar en el ser humano son motivos fundamentales de su obra. En concreto, el doble, que quizás se esconde detrás de ti, de nosotros, o los sueños, son ambos motores ineludibles en su prosa que nos han permitido conocer la realidad, idea que apoya fielmente Merino. “Veo el futuro de un modo muy tenebroso”, decía el autor en relación a las guerras y, en general, a las prácticas de la violencia que siguen imperando en nuestra cotidianidad. También añade “me gustan las cosas raras, porque me pasan cosas raras”.
