La visita a cargo del profesor D. José María Vicente Pradas recorrió los lugares de interés temático para los participantes
El pasado sábado 13 de noviembre como parte del programa del curso “Arte en Zamora XV: frailes mendicantes, promoción artística, sermones y sepulturas” organizado por el Centro Asociado a la Uned en Zamora, se realizó un recorrido práctico en colaboración con el Ayuntamiento de Puebla de Sanabria.
La visita a cargo del profesor D. José María Vicente Pradas recorrió los lugares de interés temático para los participantes como la Iglesia de Nuestra Señora del Azogue, la Ermita de San Cayetano, el Castillo, así como las fachadas del Hospital de San Pedro de Peregrinos y la Casa del Abad. Asimismo en la jornada de tarde el turno fue para la Iglesia de San Francisco y el claustro conventual. Casi una treintena de alumnos entre los que se encontraban los participantes del curso y los invitados del Aula Uned Senior de la Asignatura de Arte participaron en la tan desconocida historia de este emblemático lugar que da nombre a uno de los barrios de la villa.
El convento de San Francisco de Puebla de Sanabria ubicado extramuros del recinto murado y en el margen del río Tera no contempla una fecha exacta de fundación, si bien ya aparece documentado en los planos de los ingenieros militares de principios del siglo XVIII.
En la placa frontal del exterior de la Iglesia aparece una inscripción con los datos de su patrono Lucas Aguilar Ossorio de 1777 y en su interior, en la parte izquierda frente al altar mayor, una lápida con su escudo. Dedicado posteriormente a seminario el convento pierde su funcionalidad y, debido a la austeridad de la orden mendicante, sus escasos bienes tras la desamortización de 1836. Y es en ese período de falta de alternativas cuando se piensa en utilizar las instalaciones para depósito de presos y la iglesia para cementerio. Esto ocurre hasta principios del siglo XX cuando ya la cárcel se traslada al castillo, según la documentación registrada.
El nuevo siglo le depara la multifuncionalidad que aún prosigue en la actualidad destinándose el convento, entre otros usos, para servicios de educación y enseñanza.
Sin duda una jornada para desgranar y vivir el arte y su interpretación en la historia.