La religiosidad popular salmantina tiene en la fiesta del Cristo de Cabrera una de sus expresiones más vitales, como lo demuestran los miles de devotos que se acercan cada 18 de junio hasta el santuario, situado en las proximidades de la localidad de Las Veguillas, en el corazón del Campo Charro.
Fotografía: Cofradía Santo Cristo de Cabrera
Ya la noche anterior, numerosos fieles se encaminan hasta allí desde la capital salmantina, recorriendo los treinta kilómetros que los separan. Los últimos tres kilómetros cuentan con una señalización interpretativa, que da a conocer al caminante los valores naturales y patrimoniales de este espacio.
Por la mañana tiene lugar la misa mayor y la procesión del Cristo, imponente talla románica de dos metros de envergadura. A continuación, el sentimiento de los romeros se hace patente en las largas colas que se forman en el besapiés.
Durante todo el día el hermoso paraje, que integra la ermita y el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, se llena de bullicio con las idas y venidas de romeros, el son de tamborileros y distintos puestos de rosquillas, almendras garrapiñadas, dulces, cerezas, etc.
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