El Puente de Piedra de Zamora, también denominado Puente Nuevo de Zamora en la Edad Media. es uno de los cinco puentes que atraviesan el río Duero a su paso por la Ciudad
La Junta de Gobierno Local aprobó el expediente y pliego de condiciones para la contratación de las obras de reposición del pavimento del Puente de Piedra, así como la ejecución de un nuevo pretil y la dotación de una nueva iluminación, con un presupuesto de 1.493.759,30 euros.
El proyecto contempla el desmontaje de la actual barandilla metálica y la construcción de un nuevo pretil de piedra en consonancia con las características constructivas y formales del Puente, así como la reposición del pavimento existente adecuándolo a las características actuales de funcionalidad de vía principalmente peatonal, y la instalación de una nueva iluminación asentada sobre el pretil.
La nueva pavimentación será de losas de granito y adoquines de cuarcita de diferentes formas y tamaños, con un sistema de drenaje, con 14 sumideros y desagües horizontales en forma de gárgola de piedra arenisca de Zamora similar a la existente.
Posteriormente se ejecutará el pretil, de 40 cm. de ancho y 110 cm. de alto en toda la longitud de los dos lados del puente, también en piedra de arenisca. Finalmente se instalará la iluminación formada por luminarias LED empotradas en el segundo sillar del pretil cada 2,50 metros.
Una vez aprobado el expediente en los próximos días se publicará en la Plataforma de Contratación del Estado, para la contratación de las obras, cuyo plazo de ejecución previsto es de ocho meses desde la adjudicación de las mismas.
El Puente de Piedra de Zamora
Durante siglos fue el único paso del río en la ciudad, comunicando los barrios del arrabal con el centro histórico de la ciudad. En la actualidad es una vía de enlace entre Avenida de Vigo (margen derecho) y la Plaza de Belén (margen izquierdo).
Por su situación en la Vía de la Plata, fue un importante lugar de paso del río Duero para personas, mercancías y rebaños trashumantes.
Fue terminado de construir a comienzos del siglo XIII, y reformado posteriormente en varias ocasiones, es en la actualidad uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
El diseño del puente responde a los criterios constructivos de la época, con arcos apuntados, de los que se conservan en la actualidad quince. Posee elementos arquitectónicos para contrarrestar el empuje del agua en las crecidas, tales como tajamares, espolones, óculos de alivio y arquillos.
En intervenciones realizadas a comienzos del siglo XX se modificaron radicalmente muchos elementos ornamentales del puente, se eliminaron las dos torres existentes a ambos lados de la entrada del puente, con el objeto de poder hacerlo más accesible al creciente tráfico rodado.
Gran parte de los adornos y ornamentos del puente desaparecieron en esta profunda reforma. Solo queda del material pétreo original: las bóvedas de los arcos mayores y las pilas, aunque éstas fueron retocadas a conciencia. El puente es parte de la ruta jacobea de la plata.
Históricamente es parte de la calzada romana denominada Iter ab Emerita Asturicam del Itinerario de Antonio. Durante siglos posteriores fue un importante lugar de paso del río Duero para personas, mercancías y rebaños trashumantes. La apertura en 2013 del denominado puente de los Poetas hizo que se convirtiera en puente peatonal.