La Hermandad Dominicana celebró este sábado, día 27 de abril, en la Iglesia de San Esteban, una Eucaristía con motivo del 75 aniversario de su fundación.
En el transcurso de la ceremonia religiosa, que ha estado oficiada por el obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López, el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, hizo entrega a la Hermandad Dominicana de una placa de reconocimiento con ocasión de esta efeméride.
Cabe recordar que estaba prevista la realización de este acto durante la procesión de esta Hermandad en la mañana del Viernes Santo, que tuvo que suspenderse como consecuencia de la inestabilidad meteorológica.
75 años de la Hermandad Dominicana
La Hermandad Dominicana hunde sus raíces en los primeros años cuarenta años del pasado siglo XX de la mano del gremio de prensa, papel y artes gráficas. El 27 de marzo de 1944, el por entonces obispo de la ciudad, Fray Barbado Viejo, OP, certifica la erección canónica de esta corporación que hoy celebra sus setenta y cinco años de historia.
La nueva hermandad de Semana Santa causó un fuerte impacto en la sociedad católica salmantina. Desde el primer momento, provocó que una multitud de personas, la mayoría ni siquiera vinculadas con el gremio fundador, solicitasen su incorporación a la misma. Asimismo, la Hermandad Dominicana fue de las primeras que permitió la incorporación de la población femenina en sus filas.
Otro hito importante a lo largo de la historia de la Hermandad fue la creación de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Promesa, que se constituyó como filial de la Dominicana y salió en procesión desde el año 1948 hasta el 1974 de manera ininterrumpida con la imagen de la misma advocación que dio nombre a esta Hermandad y a la que en la actualidad la Hermandad Dominicana ha recuperado para el culto.
Hasta los primeros años sesenta, la Hermandad Dominicana mantiene un esplendor significativo y reconocido en Salamanca. Sin embargo, coincidiendo con un declive general de la Semana Santa salmantina, a partir de estos años la Hermandad comienza a sentir un notable descenso en el número de Hermanos hasta verse reducida a la mitad, lo que provocó que perdiera gran parte de la vistosidad que había mantenido en la calle hasta entonces. Fue en esta época la única en la que las imágenes del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la de Nuestra Señora de los Dolores completaran la procesión sobre pasos a ruedas.
A comienzo de los años ochenta, la Semana Santa de Salamanca vive un resurgimiento al que no es ajena la Hermandad y que le permitirá recuperar gran parte de esa vistosidad e importancia que había alcanzado años atrás. En los últimos años, la Hermandad Dominicana ha continuado su evolución y ello se ve reflejado en las numerosas actividades culturales y sociales que desarrolla a lo largo del año, o la colaboración con los frailes Dominicos en otros cultos no vinculados directamente a la cofradía.