El Alcalde estará, junto al abad de San Isidoro y la Imperial Cofradía del Pendón, en la inauguración de una capilla dedicada al santo.
El alcalde José Antonio Diez presidirá junto a la alcaldesa de Baeza, María Dolores Marín Torres, los actos de hermanamiento con la ciudad jienense que reiteran los lazos de unión con León que ya se firmaron en nuestra ciudad en abril de 2017. El encuentro, que se desarrollará este domingo día 8 a las 10.00 horas en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Baeza es el acto central de un completo programa que conmemora el 875 Aniversario de la Fundación de la Imperial Cofradía del Pendón de San Isidoro, cuyos integrantes asistirán a todos actos, y que se cerrará el domingo con la inauguración de una capilla dedicada a San Isidoro en la Catedral baezana.
Más de cuarenta cofrades de la Imperial Cofradía del Pendón de San Isidoro (Pendón de Baeza), nacida en 1147, por decisión del único emperador coronado en Hispania en 1135, se han desplazado esta tarde a Baeza y a ellos que se unirán otros 15 procedentes de diversos lugares de Andalucía. Están acompañados por el Abad de la Colegiata de San Isidoro, Francisco Rodríguez, y por el Vicario General de la Diócesis legionense, Luis García.
Además de los actos de hermanamiento municipal, las actividades que se llevarán a cabo intentan refundir los intereses de las tres instituciones citadas: La Real Basílica-Colegiata de San Isidoro (junto con la Diócesis de León), la Imperial Cofradía del Pendón de Baeza y el Ayuntamiento de León, y que consisten en la bendición de una capilla, en la catedral baezana, dedicada a San Isidoro, antiguo titular de la misma, además de una serie de gestiones tendentes a seguir soldando relaciones entre las diferentes instituciones religiosas de ambas diócesis.
De otro lado, se consolidará el hermanamiento entre las ciudades de León y Baeza, firmado en primer lugar en León, el 29 de abril de 2017, con la visita de la Alcaldesa de Baeza, Doña Dolores Marín, y con el compromiso de devolución de la misma por parte del Ayuntamiento de León, en la citada fecha.
Además, ayer sábado se han llevado a cabo otras actividades como la ofrenda floral ante el monolito conmemorativo de la toma de Baeza y la fundación de la Imperial Orden del Pendón de San Isidoro, inaugurado, en presencia de la misma, en el año 2016.
Por la tarde tuvo lugar la reunión del Cabildo en la sede de la Agrupación Arciprestal de Cofradías con los representantes máximos de las mismas.
A las 18,00 tuvo lugar la ofrenda floral a la Patrona de Baeza, la Virgen del Alcázar, con motivo del 125 aniversario de la fundación de su Cofradía con intervenciones del Abad y la Hermana Mayor de esta Cofradía.
Al finalizar la ofrenda, se celebró una conferencia del Abad de la Imperial Cofradía en la sede de la Agrupación Arciprestal de Cofradías de Baeza, a la que se invitó a las autoridades de la ciudad y a todos los hermanos mayores de las 28 cofradías de las que consta Baeza.
Para hoy domingo tras el Acto oficial de Hermanamiento entre las ciudades de León y Baeza, en la sede del Excmo. Ayuntamiento de Baeza la comitiva se desplazará hacia la Iglesia de la Santa Cruz en dónde tendrá lugar la recepción de autoridades
Posteriormente a 11:00 horas tendrá lugar la inauguración y bendición de la Capilla dedicada a San Isidoro con el descubrimiento de una placa conmemorativa. Al finalizar la inauguración tendrá lugar la celebración de la solemne Eucaristía, presidida por el Abad de la Colegiata de San Isidoro, y amenizada por una Coral de Juglares.
El alcalde José Antonio Diez apuntó que este hermanamiento entre León y Baeza debe propiciarse y fortalecerse por la importancia de las relaciones históricas entre ambas ciudades, unidas por la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro (Pendón de Baeza), bandera histórica de España, pues de la relación a establecer entre ambas pueden derivarse aspectos muy positivos para ambas”.
Existe un precedente claro con más vínculos ya que existe en León una calle denominada Pendón de Baeza y en Baeza una avenida del Reino de León, encabezada por un monolito, gemelo del que luce en la Plaza de San Isidoro y que fue inaugurado con la presencia del entonces alcalde baezano Leocadio Marín (año 2016), algunos munícipes del Ayuntamiento de León y representantes de la Imperial Cofradía, nacida en la conquista de Baeza, como se recuerda, el 25 de julio de 1147.
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Palabras del Abad de la Muy Ilustre Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro ante el monumento del Pendón de Baeza
Baezanos, leoneses, amigos todos.
Algunos, ya lo sabéis, tenemos cierta tendencia a juzgar determinados acontecimientos con la etiqueta de históricos… y claro que lo son. A partir del momento en el que los mismos se producen, entran en ese enorme baúl que llamamos el pasado y quedan encomendados a la memoria: de los cartularios, de las crónicas, de los periódicos o de los seres humanos, el elemento más frágil
Hoy es uno de esos días, sin duda… y mañana. El hecho de estar aquí en la referencia más importante de nuestro pasado, el lugar de nuestra nacencia, y, sobre todo, inaugurando una preciosa capilla a la memoria de nuestro santo protector, merece, ciertamente, que sea revestido de esa vitola de historicidad, incluso de exclusividad.
Pero también el hecho de encontrarnos todos aquí, al lado de este monolito en cuya inauguración algunos participamos, no deja de ser también un hecho para enmarcar con hilos dorados, como los de nuestro Imperial Pendón, en los anaqueles del tiempo particular de cada uno.
Permitidme que, brevemente, eso sí (aunque ya conocéis algunos mi sentido de la brevedad…) os haga partícipes de algunas reflexiones que me han pasado por la cabeza.
Tenemos costumbre de interpretar los hechos de la historia, la toma de Baeza, por ejemplo, hace ya 875 años en un par de escasos meses, en clave de lo que nos han transmitido los cronistas medievales. Aquello de “como el señor rey viera que…” ¿Acaso los reyes eran omniscientes? Seguro que no. ¿Acaso eran todopoderosos? Bien cierto que no. Y, de otro lado, si habían alcanzado el lugar más alto de la pirámide social es porque había una base para sujetarla… y mucho más amplia, sin duda.
Por eso, dejando a un lado esas imágenes a los que nos tiene acostumbrados el cine, con los caballeros que marchan al combate, erguidos, valientes, con sus centelleantes armaduras y todo lo demás. Quiero que imaginéis a sus escuderos, a las mesnadas leonesas que hasta aquí llegaron y muchos de ellos a pie, temerosos de lo que podría reservarles el inmediato futuro. Confiando en volver para seguir ocupándose de sus familias, recuperando, en fin, sus vidas en sus humildes e intrascendentes trabajos… eso sí, para la historia de los poderosos.
¿Cómo imaginamos una de aquellas batallas? Todo lo hemos idealizado; pero las lanzas hieren, las espadas matan, las catapultas destrozan cuerpos… ¡Para qué seguir!
¿Qué pretendo decir con esto y ante este monolito que prolonga hasta estas tierras la historia y el recuerdo del Reino de León, de nuestros antepasados, en suma? Que en aquellos años en los que la fe continuaba moviendo montañas puesto que, a fin de cuentas, a poco más podían aquellos guerreros acogerse, miles de leonesines de a pie dejaron sus vidas en pos de un ideal, y regaron con su sangre las tierras de España, con el objetivo de recuperar para la religión católica lo que, en el año 711, por la indolencia, la traición y la soberbia de unos reyes y unos nobles visigodos, se había perdido. También para recuperar unas tierras que entendían les pertenecían y una paz que asegurara la salud y el bienestar de sus familias.
Por eso hoy, si me permitís, quisiera añadir al recuerdo de nuestro Emperador, de los Obispos y de los Nobles que le acompañaban en la toma de Baeza, a esos hombres sin nombre que también estaban aquí el día 25 de julio de 1147, que habían estado antes y que seguirían estando en el futuro.
Por más señas, en fechas como estas, las tropas leonesas que participarían en la toma de Baeza y Almería se estaban acantonando en Toledo de donde saldrían en los finales de mayo para recorrer los 300 Km que les separaban de su objetivo.
Memoria, entonces, también a través de nuestros fundadores, a los leoneses que se dejaron la vida por los caminos de España y a lo largo de los casi 400 años en los que encarnaron, los primeros, la responsabilidad de la mayor aventura que imaginar pudieran el día de la coronación de nuestro primer rey, García I: levantar un país, de las cenizas del pasado y dotarlo de leyes justas que son la única garantía de paz y de prosperidad.
Por eso, no me resisto a pediros que gritéis conmigo desde el fondo de vuestras más íntimas convicciones, VIVA EL REINO DE LEÓN, VIVA LA IMPERIAL COFRADÍA, VIVA SAN ISIDORO QUE NOS PROTEJE Y VIVA BAEZA
Fecha de inicio: 08-05-2022
Fecha fín: 08-05-2022
Lugar: baeza