.
Así lo resumió con un indisimulado orgullo, el impecable y bien preparado ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, Khaled El-Anany, acompañado del nuevo embajador de Egipto en España, Youssef Mekkawy y de Hamdi Zaki, ex consejero de Turismo durante muchos años en España y Portugal, en una conferencia de prensa, organizada por Open Comunicación en la Casa Árabe de Madrid, a la que asistieron más de 90 periodistas.
Buena parte del interés de la prensa española se debe, seguramente, a los grandiosos espectáculos que Egipto ha ofrecido al mundo en los últimos tiempos, como la muy reciente inauguración de la Avenida de las Esfinges que a lo largo de 2.700 metros y flanqueada por más de un millar de esfinges, enlaza los templos faraónicos de Karnak y Luxor. Fue construida hace tres milenios y durante siglos permaneció sepultada bajo cientos de viviendas y edificios. También hace unos meses, decenas de cadenas de televisión (el espectáculo fue sin público a causa de la pandemia) retransmitieron el traslado de 22 momias faraónicas desde el Museo Egipcio a su nuevo lugar de descanso a 5 km. de distancia en el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia.
El mérito de estos acontecimientos que han puesto de nuevo a Egipto en el foco de actualidad, se debe en buena parte al ministro Khaled El-Anany, con amplia formación académica como egiptólogo, arqueólogo y profesor universitario, que detenta la cartera de Arqueología en el Gobierno egipcio desde 2016 a la que en 2019 se añadió la de Turismo. Y naturalmente de arqueología y turismo habló en su comparecencia en Madrid, donde también asistió a la asamblea de la OMT, junto a colegas de todo el mundo. A propósito de arqueología, el ministro, que sigue incluyendo en su agenda trabajos a pie de arena de búsqueda e investigación, aseguró, un tanto enigmático: “A comienzos de 2022 vamos a anunciar algún nuevo descubrimiento importante”.
Seguridad ante todo
Una de las grandes preocupaciones de Egipto con sus visitantes es la seguridad, la sanitaria y la otra. Dos tercios de los 1.200 hoteles que hay en el país están sanitariamente certificados por el Gobierno, que los inspecciona periódicamente para asegurarse de que están en condiciones de disponer del sello Safe Travels. El logotipo que lucen en sus fachadas es un guiño de nuevo al lenguaje jeroglífico con tres símbolos que representan la vida, la prosperidad y la salud, encerrados dentro de un disco solar, dibujado con el color amarillo del sol y la arena y enmarcado por el azul del mar.
Todos los trabajadores del sector turístico han sido vacunados, así como sus familias y 45 millones de egipcios también han recibido al menos una dosis. Los turistas que lleguen al país deben presentar un certificado de vacunación o una PCR negativa o hacérsela al llegar al aeropuerto. Egipto tiene una incidencia relativamente baja y ofrece una completa ayuda al turista que pueda enfermar o tenga que guardar cuarentena, hasta el punto de que el Ministerio de Sanidad cubre su estancia en un hotel u hospital cuando es necesario, incluyendo medicación y comidas.
Por otra parte, el ministro aseguró que los sistemas de protección establecidos en los peores años de revueltas y terrorismo siguen en vigor, aunque esa etapa de violencia haya quedado muy atrás. Los turistas que viajan en grupo son escoltados por coches de la policía o el ejército, las carreteras y lugares turísticos tienen permanente vigilancia e incluso algunas zonas en el Mar Rojo han sido valladas y vigiladas. Como resumen, el doctor El-Anany retó a los periodistas a mencionar un solo caso de inseguridad que haya sufrido un turista en los últimos tiempos.
Una oferta apasionante
La cultura, sin duda, ocupa un papel prioritario en Egipto. Hay más de 200 museos y sitios arqueológicos a disposición del viajero, pero también unas 1.500 expediciones arqueológicas en las que se realizan trabajos, en varias de ellos con grupos españoles. Incluso en lugares de ocio, como los balnearios de Sharm el-Sheij y Hurghada se han inaugurado museos con miles de piezas. Pero también el país apuesta por la naturaleza y la sostenibilidad. Como ejemplo de esta última, se han prohibido los paseos en camello y caballos en los principales lugares turísticos, incluidas las pirámides de Giza y muchas de las excursiones turísticas pasarán a hacerse en automóviles o vehículos eléctricos y no usando animales. También Egipto acogerá en 2022 la Conferencia Internacional sobre el Clima.
Los casi 2.500 kilómetros de costa que tiene Egipto en el Mediterráneo y el Mar Rojo son el escenario perfecto para todo tipo de deportes náuticos. Egipto es probablemente el destino más popular entre los buceadores de Europa y otros países. Naufragios únicos, arrecifes de coral, tiburones martillo, oceánicos de puntas blancas o tiburones zorro y millones de peces de colores son el principal atractivo de lugares como Sharm el Sheikh, Hurghada, Marsa Alam, Safaga, El Gouna o Hamata. También en la costa del Mar Rojo están creciendo nuevas ciudades como New-Alamain y El-Galaia City, buenos ejemplos de la apuesta de futuro del país.
Nueva estrategia turística
El ministro de Arqueología y Turismo marcó las líneas generales que va a seguir el país como estrategia turística que proponen mostrarse al mundo como un país activo, joven, prometedor con variada cultura, acogedor y tolerante. Khaled El-Anany, recordó que su país ha acogido en diferentes épocas a griegos, romanos, árabes, judíos y cristianos. Puso como ejemplo de esto último la inauguración en enero de 2019 por parte del presidente al Sisi y el papa copto ortodoxo Tawadros II, de la nueva Catedral copta de la Natividad de Cristo, en la futura capital administrativa de Egipto que se está construyendo en las proximidades de El Cairo. También contó el ministro lo sucedido el 10 de enero de 2020 cuando en el mismo día y en un espacio de tres horas se inauguraba en El Cairo una nueva mezquita y unas horas después en Alejandría la basílica católica de San Marcos y, justo enfrente, una nueva sinagoga judía. Para los turistas cristianos, propuso la Ruta de la Sagrada Familia que permaneció en Egipto durante tres años y medio y en todos los lugares por los que pasó hay ahora monumentos, basílicas o museos dedicados a ella.
Egipto tiene especial interés en potenciar el país entre los turistas españoles. “Los españoles no vienen a las playas porque las tienen magníficas en su país, pero sí se interesan por la cultura y los grandes lugares faraónicos. Y no les asusta el calor. En el sur de Egipto en verano, con altas temperaturas, solo se escucha hablar español.” Sin embargo, las consecuencias de la pandemia y las limitaciones impuestas a los viajes han hecho que apenas 35.000 españoles hayan viajado a Egipto este año, pese al aumento de ofertas de vuelos. Tanto el ministro como el embajador estuvieron de acuerdo en que el previsible Congreso Internacional de FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo) que propuso su Director General, Enrique Sancho, y los numerosos reportajes que generará pueden ayudar a que muchos más españoles se animen a viajar al país de los faraones.
- Textos: Enrique Sancho
- Fotografías: Martínezld