Actualmente es un hotel denominado Hotel Real Monasterio San Zoilo. Situado en el centro del Camino de Santiago, fue protagonista del desarrollo del Camino Francés y de la historia de los reinos de Castilla y de León.
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El monasterio-hotel de San Zoilo se encuentra al oeste de la localidad de Carrión de los Condes, cercano al puente del río Carrión (que en algunas etapas de la historia era la frontera entre los Reinos de León y Castilla )en dirección a Sahagún. Es el lugar ideal para pernoctar durante la visita a las Edades de Hombre ya que se encuentra entre Burgos y Sahagún.
Un poco de historia
Según Ambrosio de Morales la fundación de este monasterio, dedicado originalmente a San Juan Bautista, es anterior al año 948. Fue dotado nuevamente en 1047 por los condes Banu Gómez de Carrión, Gómez Díaz y su mujer Teresa Peláez, hija del conde Pelayo Froilaz el Diácono y, por tanto, bisnieta de los reyes Bermudo II y Ramiro III de León. Hacia 1075 cambió la advocación por la de San Zoilo al ser traídas a este cenobio, desde Córdoba, las reliquias de este santo. Pronto acogió una importante comunidad que Alfonso VI colocó bajo la regla cluniacense. Convertido en priorato alcanzó su mayor relevancia y prosperidad, siendo panteón familiar de los condes de Carrión y sede del Camerarius Hispaniae, administrador en la península de los bienes de la orden benedictina.
Levantado en el Camino de Santiago, se caracterizó por permitir a los peregrinos el consumo de pan y vino a discreción, motivo benéfico por el que se hizo famoso.
Entre sus muros se celebran numerosos concilios, cortes y esponsales, como los de Sancho VI de Navarra con Sancha de Castilla el 2 de junio de 1157 y, a finales de noviembre de 1219, el de la princesa Beatriz de Suabia, nieta de Isaac II Ángelo, emperador de Constantinopla, con Fernando III el Santo.
De los primeros edificios monásticos poco queda, salvo algunos muros y los sepulcros del panteón condal, pues en 1276 el estado del edificio era tan lamentable que fue restaurado. En 1347, iglesia y claustro amenazaban ruina por las avenidas del río, y antes de 1392 el conjunto fue reconstruido.
Sujeto a Cluny hasta el siglo XV, a partir de 1531 se incorporó a la congregación de Valladolid, época en la que comenzó otro momento de esplendor que determinó la construcción de un nuevo claustro y otras dependencias conventuales. En el siglo XV el papa Eugenio IV concedió al monasterio tener abad de mitra y báculo. El último abad fue Plácido Trevijano, al llegar la exclaustración en 1835.
Lo más sobresaliente del conjunto monástico es el claustro, proyectado por Juan de Badajoz el Mozo en 1537 y concluido en 1604 con la participación de importantes artífices que levantaron sus muros y labraron su profusa ornamentación de padres de la Iglesia, profetas, patriarcas, jueces, sacerdotes, heroínas, así como personajes del Nuevo Testamento -apóstoles y evangelistas — y civiles — reyes, reinas, emperadores y emperatrices — además de pontífices, cardenales, doctores, monjes y santos. De dos alturas, el claustro inferior se articula con cinco arcos apuntados entre gruesos contrafuertes prismáticos, mientras que el superior se abre con arcos de medio punto.
El claustro se comunica con la iglesia a través de una portada (6) en arco rebajado entre columnas abalaustradas.
Tras la exclaustración, se hace cargo del edificio la Compañía de Jesús, convirtiéndolo en 1854 en colegio de educación secundaria. En 1890 estos estudios se trasladan al nuevo Colegio de la Inmaculada (Gijón), y el edificio pasa a ser noviciado,2 En 1959 los Jesuitas se trasladan al nuevo Colegio de León, y la Diócesis de Palencia lo destina, en 1960, a seminario menor diocesano. Finalmente en 1992 se convierte en el hotel actual
El hotel
La naturaleza y el ambiente que envuelve el monasterio en general y sus jardines en particular, hacen de él un lugar especial.
Sus cerca de 60 especies distintas de árboles, convierten en un oasis verde al Real Monasterio de San Zoilo.
Dentro de su recinto encontramos pasajes y zonas donde poder pasear y disfrutar, grandes espacios donde organizar cualquier tipo de celebración, jardines cuidados donde perderse. En definitiva todo un espacio para disfrutar.
El hotel cuenta con 47 confortables habitaciones, gran parte de ellas se encuentran ubicadas en torno al Claustro alto, en la 2ª planta, o la antigua huerta, ahora jardines, del Monasterio, ocupando lo que anteriormente fueron las celdas y la enfermería alta.
Cuenta tres suites: La Gran Suite Alfonso VIII con vistas a la Calzada de Piedra y al Camino de Santiago, la Suite del Abad en lo que era el antiguo alojamiento del Abad, con vistas al puente sobre el río Carrión y a la ciudad. y la Suite del Conde con vistas al gran patio interior de la antigua entrada principal.
Además de dos suites junior: la Junior Suite de la Condesa con canecillos románicos y distribuida en distintos niveles y la Junior Suite de Alonso junto a la capilla románica y la torre norte de la Iglesia del Monasterio.
El hotel cuenta con tres espacios gastronómicos: el restaurante Las Vigas abierto a diario y que ocupa el lugar del antiguo desván de las cocinas del Monasterio, conservando su viguería original.
Tiene una superficie 183 metros cuadrados y una capacidad de 100 personas. En estos días tienen un delicioso menú «Edades del hombre»
El comedor del Abad se encuentra situado en el antiguo “calefactorium” del monasterio, con una superficie de 95 metros cuadrados y una capacidad de 60 personas.
Y el Refectorio que se trata del antiguo Refectorio del Monasterio del siglo XVI con una superficie de 402 metros cuadrados y una capacidad de mas de 300 personas aún conserva gran parte de las vigas de su artesonado mudéjar original.
Todo el hotel es un remanso de paz y tranquilidad, todo ello impregnado en un aire místico al que contribuye la música ambiental con cantos gregorianos.
La terraza exterior es el lugar idóneo para descansar tras una jornada de visita a las Edades del Hombre en Burgos o Sahagún, según por dónde empieces ya que la visita a las sede de las Edades de Carrión te llevará un par de horas como mucho.
Será sede permanente de la exposición ‘León, Castilla y Borgoña, lazos fraternos
Este Monasterio de San Zoilo acoge desde el pasado 1 de junio la exposición ‘León, Castilla y Borgoña, lazos fraternos.
Esta muestra, que se celebra de forma consecutiva en Borgoña (Abadía de Cluny: La Farinier) y ahora en la Comunidad Autónoma de Castilla y León (Monasterio de San Zoilo) pretende relatar los estrechos vínculos que unieron estos tres reinos a partir de la segunda mitad del s. XI en torno a la orden cluniacense y sus protagonistas.
La notable y geográficamente vasta huella cluniacense es, junto con el Camino de Santiago, una de las más distinguidas y tangibles realidades patrimoniales en las que se reconoce la personalidad cultural y, por ende, la construcción política de Europa.
Esta exposición, cofinanciada por fondos europeos del Programa FEDER, plasma la importancia histórica de esta corriente, atendiendo a la situación política del momento en el continente y en particular en Borgoña, León y Castilla, con el binomio formado por el papado y el imperio (Gregorio VII y la reforma gregoriana), la propia historia de Cluny, sus inicios, de Odilón a Hugo de Semur, sus primeros contactos con la monarquía leonesa y castellana (Sancho III el Mayor y Fernando I) y su implantación y consolidación con Alfonso VI y Constanza de Borgoña.
Se exploran además las relaciones de poder que reafirmaron la fuerza cluniacense (Enrique y Ramiro de Borgoña con Calixto II) y sus manifestaciones artísticas, sus influencias, puntos en común, diferencias y peculiaridades regionales o vías de intercambio, para concluir preguntándonos cuáles son, vistas desde hoy, las principales aportaciones de su legado.
Textos y Fotografías: Martínezld
Fecha de inicio: 17-07-2021
Fecha fín: 15-08-2021
Lugar: Hotel Real Monasterio San Zoilo
Calle San Zoilo, 23,
34120 Carrión de los Condes,
Palencia
Teléfono: 979 88 00 50