Una decena de importadores chinos visitan la Denominación de Origen Toro en una Misión Inversa convocada por el Consejo Regulador, para que conozcan de primera mano las características de los viñedos toresanos y los vinos de las 19 bodegas participantes en la acción comercial con el fin de abrir oportunidades de negocio en China.
Los importadores visitaron esta semana el centro histórico de Toro, realizando además un showroom con las bodegas participantes para determinar qué vinos pueden ser más adecuados para sus distintos nichos de mercado. Al final de la semana, también visitarán algunas bodegas de la zona.
Según Felipe Nalda, presidente de la Denominación de Origen Toro, y aunque aún está pendiente la valoración final, “China es un mercado muy importante y donde el interés por los vinos es creciente. Nos transmiten que nuestros vinos son diferentes a otros que prueban a nivel nacional, la mayoría ya trabajan con otras Denominaciones de Origen y desean ampliar oferta con la D.O. Toro. Aunque los consumidores chinos están acostumbrados a vinos menos estructurados, en conjunto, sobre todo valoran la gran calidad de los vinos”.
La decisión por la que la comisión de marketing y promoción del Consejo Regulador de la D.O. Toro ha optado por apostar por este mercado responde a que, en la actualidad, China es el mayor país consumidor de vino en el mundo, junto con Estados Unidos.
Con un mercado de más de 266 millones de consumidores potenciales, según datos de la OIV (Organización Internacional de Vino), se espera que China consuma en el año 2010 unos 94 millones de cajas, lo que representa un crecimiento del 79% en comparación con las 52,7 millones de cajas del año 2016.
“Una vez tengamos la valoración final por parte de las bodegas y operadores de todas las Misiones Inversas que estamos llevando a cabo, analizaremos los datos y decidiremos en qué mercados debemos hacer hincapié”, explica el presidente de la D.O.