Después de casi 70 años vuelven a correr por Triufé sus visparros acompañados de las viellas, tamborileiras y vecinos del pueblo.
Los viaparros animaron la mañana del primero de año con sus chocallos, esquilas, carracas,… y alguna vecina invitó a dulces y chocolate servido en canecas, para completar el famoso aguinaldo.
Con los sonidos se despertaron aquellos que se habían acostado solo horas antes ¡suerte que nadie fungó ni retrolicó!.
Los niños y niñas escapaban de los visparros que trataban de cogerlos y tirarles hojas y cernada ¡cuitaos rapaces! todo ello con carreras a esgalla por las calles y el monte.
Los trajes se hicieron con farrapos procedentes de ropa vieja esfarrapada tal y como contaron las y los vecinos de Triufé que vivieron la última edición de esta fiesta tradicional casi hace 70 años.
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