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De ruta por los castillos medievales de Navarra

Pasear por muros de más de 500 años, otear el paisaje desde almenas y torreones y recorrer estancias que alojaron a reyes, princesas y caballeros es la propuesta turística que brinda Navarra a sus visitantes a través de la Ruta de los Castillos. Un itinerario compuesto por cuatro recorridos diferentes que nos acercan a algunos de los castillos y fortificaciones más significativos del Viejo Reyno.

Ruta de los castíllos y fortalezas de Navarra Fotografía: Turismo de Navarra.

Ruta de los castíllos y fortalezas de Navarra
Fotografía: Turismo de Navarra.

Si todavía no conoce las historias y leyendas que se fraguaron en el Palacio de Olite, el cerco de Artajona o el Castillo de Marcilla, le invitamos a descubrirlas.

Muy pocos lugares pueden presumir de haber contado con más de un centenar de bastiones defensivos durante la Edad Media, y menos aún de haber conservado una parte de ellos, a pesar del paso del tiempo y de los avatares de la historia.

Navarra nos propone una interesante ruta por una veintena de castillos y fortificaciones situadas a lo largo y ancho del territorio. Le invitamos a elegir su escenario medieval preferido:

De los Pirineos a Pamplona

En el norte de Navarra, el castillo de Amaiur/Maya nos recuerda que fue el último foco de resistencia frente a Castilla tras la conquista de Navarra. Recientemente se han realizado excavaciones que han sacado a la luz la planta de la fortaleza medieval y del fuerte renacentista del siglo XVII.

Muy cerca de allí, en Irurita, se encuentra uno de los numerosos palacios de cabo de armería construidos entre los siglo XIV y XV, el palacio Jauregia de Irurita; y ya en tierras de Malerreka, la pequeña población de Donamaría conserva una antigua torre de linaje del siglo XV, la casa torre Jauregia.

Aunque el recinto amurallado de Pamplona y su Ciudadela es el conjunto fortificado más representativo y más conocido de la comarca, merece la pena hacer un alto en el camino en Tiebas, a 16 km de la capital navarra, para visitar su castillo, del que se conservan restos de la construcción que el monarca Teobaldo I de Champaña mandó erigir en el siglo XIII. El castillo de Tiebas es de estilo gótico francés y fue residencia real, archivo de cancillería y prisión.

El esplendor de la Zona Media

La Zona Media alberga algunas de las construcciones fortificadas más emblemáticas de Navarra. Una de ellas es el castillo-palacio de los Reyes de Navarra de Olite. El Palacio Viejo, que acoge el Parador Nacional, era ya palacio real en el siglo XIII. La parte más conocida data del reinado de Carlos III el Noble y es uno de los alcázares góticos más interesantes de Europa, declarado Monumento Nacional.

Cerca de Olite se levantan dos magníficos ejemplos de recintos defensivos, el cerco amurallado de Artajona y la iglesia-fortaleza de Ujué. El Cerco de Artajona es una fortaleza acorazada del siglo XI con nueve torres y dos portales que está presidida por la iglesia-fortaleza de San Santurnino, atalaya y principal punto defensivo. También la localidad de Ujué conserva una iglesia-fortaleza del siglo X que fue declarada Monumento Nacional en 1936.

En Olcoz encontramos la Torre palaciana medieval, de los siglos XIV y XV, declarada Bien de Interés Cultural. Y en la ruta del Camino de Santiago que discurre por Sangüesa nos esperan el Palacio fortificado del Príncipe de Viana de Sangüesa, un palacio fortificado de dos pisos; y la casa natal de Francisco Javier, el castillo de Javier, del siglo X.

Las tres últimas paradas de la ruta por la Zona Media se sitúan en Tierra Estella: el conjunto monumental de Estella-Lizarra, el castillo de Monjardín, y el conjunto monumental de Viana.

Los tesoros de La Ribera

Una de las últimas fortificaciones en estrenar nueva imagen ha sido el castillo de Marcilla. Salvado de la demolición gracias a la intervención de la marquesa Ana de Velasco en 1516, este palacio gótico con muros de ladrillo, matacanes, torres, foso y puente de acceso guardó la espada Tizona del Cid Campeador.

En Cortes se puede visitar su castillo (siglo XII). Declarado Bien de Interés Cultural, el castillo de Cortes está rodeado por una muralla con pequeñas torretas de ladrillo y cuenta con un patio de armas y torre del homenaje almenada.

En un perímetro relativamente cercano, Rada y Santacara presentan interesantes ejemplos de fortificaciones: el recinto amurallado del despoblado de Rada y el Castillo de Santacara, del siglo XIII.

La última parada nos dirige a Tudela, donde se erige la Torre Monreal de Tudela, un edificio defensivo aislado, que en el siglo XIII servía como atalaya de vigilancia de la localidad. En su interior se puede visitar una gran cámara oscura, que proyecta imágenes de la ciudad en tiempo real.

Fuente y más info: www.turismo.navarra.es

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