La Fundación Cerezales Antonino y Cinia arranca el día 31 de julio su festival TROPOS con la actuación de caja baja, a las 21:30, con invitaciones disponible desde el lunes previo, a las 10:00, en fcayc.org.
La segunda edición de TROPOS se compone de cinco conciertos, un espectáculo de circo y una obra de teatro familiar y trae a artistas como Baiuca, MagalíSare&Sebastià Gris, La Chana Teatro, Límbico o Fabián D. Cuesta. Todas las actuaciones son gratuitas, pero requieren obtener una invitación previa en la web de la Fundación. Tendrán lugar a las 21:30, excepto la de CirkAboutIty su espectáculo “Un día de cine” que se adelanta a las 21:00.
Caja baja es el dúo encargado de inaugurar el ciclo. El sábado día 31, podremos disfrutar del encuentro entre un músico con trazas de antropólogo y un poeta que quería ser ‘actor y performer’ musical. caja baja es un murmullo en el soto que alguien abandonó en medio del tráfico de la ciudad. Víctor M. Díez y Rodrigo Martínez forman una extraña pareja que se va pasando un palo que sabe a sebe y suena al serrín del bar de nuestros agüelos. Cuando lo sostienes, te obliga a contar historias: que pueden ser el blues castellano de Antonio Gamoneda, un cuento sanabrés, una pieza tradicional distorsionada, un romance al revés, un poema vudú… En caja baja todas las lobas son pardas.
El tipo de investigación que llevan a cabo tiene que ver con la etnografía, la antropología cultural, la improvisación libre, lo poético y evoca, sin contradicción, las tascas y chigres rurales de nuestra adusta tierra leonesa y las bibliotecas, la magia de la transmisión oral y la imaginación de una nueva manera de contar.
Todas las posibilidades son susceptibles de parecerles atractivas a la hora de componer. Es cierto que utilizan la tecnología para procesar el sonido y que en ocasiones les gusta cocinar la materia sonora, pero tampoco renuncian a una interpretación en el sentido tradicional de la palabra. En definitiva, no se imponen límites en ningún sentido. Después, esta materia sonora entra en contacto con la palabra, interaccionan alimentándose la una a la otra, influenciándose mutuamente, convirtiéndose por momentos en una misma materia estética, en un extraño paisaje sonoro que evoca, a partes iguales, lo ancestral y la ciencia ficción.
De un lado, Víctor M. Díez es poeta, actor y agitador cultural. Es autor de una docena de títulos publicados. Ha estado implicado en numerosas producciones teatrales y audiovisuales. Perteneció al pionero grupo de improvisación músico-poético SIN RED y es una habitual de la escena contemporánea leonesa. Ha sido responsable de la organización de múltiples programas escénicos, literarios y musicales en su faceta de programador.
Por su parte, Rodrigo Martínez es un indispensable de la escena musical leonesa, dedicándose al folk de manera singular, en grupos como TARNA o, anteriormente, Pandetrave, Reñoberu. Ha participado en producciones músico-teatrales como las cuatro estaciones de Cuatro de 4. y otras. Bajo el sello Música con tsume ha sido responsable colectivo de muchas grabaciones y recopilaciones relacionadas con el folk leonés.
En su interés etnográfico por conocer de primera mano el acervo musical de nuestra tierra, en un amplio sentido, atesora un gran archivo de músicas y relatos recogidos por él mismo.