Tirolina o canopy, puentes colgantes o teleférico serán algunas de las opciones para conocer el país de la “Pura Vida” desde las alturas.
Costa Rica es una tierra de volcanes (algunos de ellos activos); bosques tropicales húmedos y nubosos, enormes cataratas y ríos caudalosos. Esta naturaleza generosa brinda al viajero una variada propuesta de actividades para descubrir el país desde las alturas para así vivir experiencias únicas.Puentes colgantes, tirolinas o canopy o teleféricos serán las opciones propuestas para apreciar desde lo alto el bello paisaje “tico”.
En Costa Rica, el visitante encontrará en sus 51.100 km2 un sinfín de actividades done habrá que elegir qué tipo de aventura realizar y definir el lugar preciso para hacerlo.
Tirolina o canopy
Esta actividad consiste en el desplazamiento a diferentes velocidades, sujetándose a cables de acero suspendidos entre plataformas que están localizadas en las copas de los árboles más grandes. En el trayecto, algunas veces hay que atravesar cañones de ríos, donde es necesario subir las montañas para continuar el recorrido.
Esta es una de las actividades que se puede hacer en numerosos puntos del país como parte del Turismo de Aventura. Entre los diferentes destinos, destacan Ciudad Quesada, La Fortuna de San Carlos, San Mateo, San Ramón, inmediaciones del Río Pacuare, las aguas termales de Tabacón y el Volcán Poás. Si se opta por probarla cerca del mar, Bahía de Drake, en la calurosa Península de Osa, ofrecerá aventura desde la parte más alta del bosque, con vistas hacia ríos y exuberante vegetación.
En la Costa Pacífica se puede visitar playa Herradura y también Quepos, donde existe una estructura de 18 plataformas y 10 cables, además de líneas de rapel. Y en la provincia de Limón, en el corazón del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo se encuentra otra alternativa para admirar la naturaleza a través de un sistema de cables y 13 plataformas que permitirán viajar por la selva hasta llegar a la playa. Estas actividades brindan todas las medidas especiales de seguridad de arneses, cascos, guantes y resto de equipamiento.
Puentes colgantes…entre las copas de los árboles
Las impresionantes estructuras de puentes colgantes entrelazan senderos para que el visitante aprecie todo el esplendor del entorno y facilitan el acceso de una manera segura. En muchos casos, el diseño es un aliado al dar un buen soporte al paso del caminante, así como en crear una bella infraestructura que usa materiales como aluminio, acero galvanizado y cemento.
En los alrededores del volcán Arenal, en La Fortuna de San Carlos, hay tours para observar aves migratorias de la zona, donde también se puede profundizar en la historia natural. Otro destino a visitar es Monteverde, en la provincia de Puntarenas. En cada circuito varía la longitud y el número de puentes para descubrir la zona desde las copas de los árboles. Los guías especializados son la mejor compañía para conocer los secretos de la flora y fauna.
Teleférico la opción más relajante
Es, sin duda, la mejor (y más relajada) forma de observar con detalle las copas de los árboles y la vida alrededor mientras se va cómodamente sentado en una“góndola” suspendida por un cable. En el Pacífico, se puede encontrar un teleférico en Jacó, en una propiedad privada con pequeñas cascadas y vistas hacia el mar. El recorrido de una hora abarca 1.800 metros de cable. Existe otro a una hora de distancia de San José, en una reserva privada que se encuentra al lado del Parque Nacional Braulio Carrillo.
La ruta sube por el bosque lluvioso a diferentes alturas (de 5 a 50 metros) a lo largo de 2,6 kilómetros. Otra opción está en Turrubares, con una longitud de 620 metros, a unos 80 metros de altitud, desde donde se puede observar el río Grande de Tárcoles y su abundante población de cocodrilos. En Monteverde, también hay teleférico y con el cielo despejado se observa el Golfo de Nicoya y el volcán Arenal.
Costa Rica, sin duda,propone auténticas experiencias de aventura en las alturas en medio de una generosa naturaleza. El país de la “Pura Vida” alberga del 5% de la biodiversidad del planeta y protege el 25% del territorio con Parques Nacionales y Áreas de Conservación.