Delta llegó con un avión lleno de pasajeros y cientos de ofrendas en forma de corazón para la gente de Bruselas.
Es el primer vuelo que realiza la aerolínea desde los ataques perpetrados en el aeropuerto de Bruselas el pasado 22 de marzo. Poco después de que el Boeing 767 aterrizó el viernes por la mañana, procedente del aeropuerto JKF de Nueva York, miembros del Consejo Directivo de Delta junto con miembros de los equipos ejecutivos de aerolíneas belgas y europeas realizaron una conmovedora visita a Place de la Bourse en el centro de Bruselas, para entregar una caja con corazones de origami realizados por los empleados de Delta.
Más de 7,000 corazones de papel fueron hechos por empleados de Delta en Atlanta y Nueva York para la campaña “Corazones para Bruselas”, y así mostrar su solidaridad con sus colegas en Bruselas y la gente de Bélgica.
Los miembros del Consejo Robert McQueston y Joseph Mangino, acompañados por la “embajadora de la marca” Denise Gibbs, colocaron frente a la Bolsa de Comercio de Bruselas una caja de acrílico transparente llena de corazones en los cuales los empleados escribieron mensajes personales. Este lugar se convirtió en un santuario improvisado desde que los terroristas detonaron dos bombas en el aeropuerto y otra más en una estación del metro.
Después de colocar la caja entre las ofrendas florales, McQueston comentó: “Ha sido una gran inspiración ver la respuesta de los empleados de Delta. Mucha gente ha apoyado este esfuerzo, el cual se llevó a cabo de principio a fin en tan solo 10 días.”
El gerente de Ventas de Delta en Bélgica, Frederic Schenk, añadió: “Es la primera vez que vengo al santuario. Estoy conmovido de ver la cantidad de personas que se han reunido aquí para conmemorar a aquellos que fueron impactados por los ataques. Es reconfortante ver que todos vienen juntos y se cuidan los unos a los otros. Es lo único que podemos hacer después de esos horrendos ataques, ser más humanos.”
Dos cajas más se entregaron al emocionalmente desgastado e incansable equipo de Delta en Bruselas, apodado desde la tragedia como #teamBRU y conformado por representantes de Servicio al Cliente en Aeropuerto, Ventas y Operaciones Técnicas.
Durante la presentación de los corazones al equipo de Bélgica, Mangino le dijo a Schenk: “El apoyo de todos ustedes, de todas las áreas y divisiones de Delta en los Estados Unidos ha sido increíble. A todos les hubiera gustado subirse a un avión y venir a ayudar, pero al no ser eso posible, han escrito en estos corazones para demostrarles nuestro respaldo.”
“El apoyo que hemos recibido en estos corazones de papel ha sido abrumador, es realmente un gran ejemplo de lo que es la familia Delta”, comentó Schenk. “Hemos tenido unas semanas difíciles pero saber que nuestros amigos y colegas nos respaldan, significa mucho. Nos mantenemos positivos y vemos hacia adelante para regresar a nuestras oficinas y continuar atendiendo a nuestros clientes”.
La iniciativa creció una vez que fue propuesta cuando el servicio de Delta fue reanudado después de la tragedia. La iniciativa fue llevada al Consejo Directivo de Delta, cuyos miembros tuvieron una “lluvia de ideas” que resultó en la simbólica campaña “Corazones para Bruselas”.
Un corazón llevaba el siguiente mensaje: “Bruselas está en nuestros corazones y el slogan de Delta: Keep Climbing”, otro más decía: “Somos UNO con ustedes y saldremos de esto victoriosos”.
“Estoy muy conmovida con la campaña Corazones para Bruselas”, dijo Pascale Ducate, supervisora de Servicio al Cliente de Delta. “El sentimiento de apoyo de nuestros colegas en los Estados Unidos ha sido una verdadera fuente de fortaleza para el equipo y muestra el gran espíritu de la familia Delta.”
En cuanto el vuelo 42 partió del aeropuerto JFK, también hubo gestos que marcaron este reinicio como el despliegue de banderas de los Estados Unidos y Bélgica en la rampa de empleados y la entrega de prendedores a los clientes con la leyenda “Je Suis Bruxelles” (Yo soy Bruselas).
Después de las ofrendas, hay mucho más trabajo que hacer.
En línea con lo sugerido por las autoridades del dañado Aeropuerto de Bruselas, Delta abrió su check-in con cuatro horas de anticipación al vuelo de las 11:05 horas con destino al aeropuerto JFK.
Los empleados colocaron tres estaciones portátiles en el estacionamiento para asegurar que los clientes tuvieran la documentación necesaria para viajar antes de pasar por los controles policiales. Sólo los pasajeros que llevaran sus itinerarios impresos o pases de abordar pudieron pasar por las máquinas de rayos X de la policía y tener acceso a la terminal, por lo que las estaciones portátiles garantizaron que cada pasajero de Delta pudiera entrar.
Después de pasar por el improvisado puesto policial, los clientes procedían a los cuatro mostradores para su chek-in y documentación de equipaje para luego continuar hacia el control de pasaportes. Toda el área de la zona de operaciones, incluyendo seguridad y las puertas de abordaje, no fueron dañadas por las explosiones.
“Si hay algo que decir, sería esto: el equipo ha sido fenomenal. Felicitaciones para todos los que han apoyado a nuestro #teamBRU”, dijo Christine Marchand-Pardo, directora de Servicio al Cliente en Aeropuerto de Delta para Europa, Medio Oriente y África.
Nat Pieper, vicepresidente sénior para Europa, Medio Oriente y África, estuvo presente esa mañana y comentó: “Ha sido un esfuerzo sorprendente de todos”, y añadió: “Es un privilegio estar aquí”.