El pasado 17 de enero, Ryanair presentó un plan detallado por escrito al ministro de Transportes para hacer crecer en 14 aeropuertos regionales hasta tres millones de pasajeros.
Este pasado 20 de enero, el CEO de Ryanair, Eddie Wilson, participó en el foro HOTUSA en Madrid junto al CEO de AENA. En este debate se puede ver claramente que AENA no ha tenido en cuenta los costes de acceso elevados y poco competitivos de los aeropuertos españoles, lo que provoca que los aeropuertos regionales estén medio vacíos y actualmente infrautilizados en un 64%. Sorprendentemente, AENA no ofreció ningún plan para aumentar el tráfico en sus aeropuertos regionales españoles, y esa falta de planificación seguirá perjudicando la conectividad regional, el empleo y el turismo.
La acusación de AENA de que Ryanair está haciendo chantaje sería ridícula si no fuera tan grave para las economías regionales españolas. Estos comentarios a la defensiva y sin fundamento de AENA exponen la mentalidad de un operador monopolístico que no entiende el deterioro de la competitividad de los aeropuertos españoles en comparación con otros aeropuertos regionales de Europa. El mundo ha cambiado después de la crisis del COVID y AENA tiene que salir de la “burbuja de Madrid” y preguntar a las regiones españolas qué necesitan en sus aeropuertos para crecer y crear empleo y, si es necesario, fijarse en los modelos de aeropuertos regionales que funcionan en otros países para impulsar el aumento de pasajeros y desarrollo económico.
El pasado 17 de enero, Ryanair presentó un plan detallado por escrito al ministro de Transportes para hacer crecer en 14 aeropuertos regionales hasta tres millones de pasajeros y, además, se había enviado otro plan el 19 de septiembre. AENA hizo caso omiso de las propuestas de crecimiento de Ryanair y en su lugar introdujo un falso “plan de incentivos” que no era más que un montaje de relaciones públicas que no consiguió compensar los aumentos de costes que AENA impuso a los aeropuertos regionales, a pesar de la congelación de tasas impuesta por la DGAC (Dirección General de Aviación Civil). Debido a esta falta de compromiso significativo por parte de AENA y del Gobierno, Ryanair tomó la decisión comercial de trasladar capacidad de aeropuertos regionales no competitivos, donde los costes de acceso son sustancialmente más altos que en otros países europeos.
El ministro Puente tiene dos opciones: puede seguir apoyando la política fallida de aeropuertos regionales de AENA o puede exigirle a AENA un plan de crecimiento que atraiga a las compañías aéreas. Si AENA no consigue que los aeropuertos regionales crezcan, se le debería obligar a desprenderse de los aeropuertos regionales que actualmente están sufriendo las consecuencias de su inacción. Los gobiernos regionales españoles conocen el valor de la conectividad, el aumento del turismo y la creación de empleo, y quieren que se tomen medidas, y las quieren ya.
Ryanair tiene la flota, el personal y la estabilidad financiera para arreglar muchas conectividades regionales españolas y hacer crecer el turismo y el empleo. AENA tiene las claves para liberar el potencial de los aeropuertos regionales españoles reduciendo los costes de acceso, y pedimos al ministro Puente que obligue a AENA a abrir esos aeropuertos para impulsar el crecimiento económico regional. Si AENA no puede hacerlo, debería dejar que las regiones gestionen ellas mismas los aeropuertos regionales. Si AENA no toma medidas para apoyar el crecimiento, el ministro Puente presidirá el declive constante de la conectividad regional española, con la pérdida de oportunidades para el crecimiento del turismo y la creación de empleo.
Ryanair sigue estando disponible para reunirse con el ministro y AENA para buscar una solución que arregle la conectividad regional española y el crecimiento. Ryanair visitará los gobiernos regionales españoles en las próximas semanas para compartir el plan de crecimiento de Ryanair ya presentado al Gobierno y ver en qué soluciones podemos trabajar para hacer crecer el tráfico, el empleo y el turismo en la España sin un plan de crecimiento de AENA.