La coalición lideró la moción en el Senado que instaba al Gobierno a adoptar medidas para proteger la tradición
València, 26 d’abril de 2019. El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha aplaudido que, por fin, el Gobierno haya hecho caso a la petición para proteger el toque de campanas, promovida en la Cámara Alta por los valencianistas, moción que fue aprobada en julio de 2017.
El ejecutivo aprobó en su Consejo de Ministros de este pasado viernes declarar el ‘toque manual de campanas‘ como Manifestaciones Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial”. Según Mulet “es un paso adelante, en la línea de nuestra petición, aunque quede todavía por ver su aplicación práctica. Pero nos satisface ver como poco a poco se avanza y se da una utilidad al Senado para conseguir solucionar problemáticas. Fuimos nosotros quienes presentamos la primera propuesta y conseguimos unanimidad en la petición, ante las desprotección que se daba a los ayuntamientos ante la regulación de un hecho cultural de tanta transcendencia como eran los toques tradicionales de campana, patrimonio inmaterial de siglos que se veía amenazado ante la incomprensión y una regulación genérica sonora que no contemplaba esta existencia como bien cultural”.
Mulet ha destacado que la justificación dada por el Gobierno coincide en la justificación y argumentación para llegar a esta declaración con la exposición de motivos de la moción de Compromís. La petición de Compromís refrendada por el Senado, instaba a una declaración genérica como Bien de Interés Cultural Inmaterial del toque “tradicional” de campanas (hora y toques diversos), “con el consenso con las comunidades autónomas, buscando el amparo para permitir su compatibilidad con la legislación y reglamentos del ruido; los cuales deberían respetar estos bienes culturales”.
Compromís pedíaquese reconociera que los toques de campanas constituyen un patrimonio sonoro singular y característico de cada localidad, especialmente si se interpretan manualmente los toques tradicionales e incluya entre estos los manuales pero también los automáticos tradicionales (como el caso de relojes mecánicos y especialmente de aquellos de remontaje manual). “Nuestra petición era más genérica, porqué pedíamos proteger los toques de campana como bien de interés cultural de primer orden, no únicamente los manuales, sino cualquier toque específico dentro de una regulación sensata.
Pedíamos que este fenómeno cultural deje de ser considerado ruido y que las ordenanzas municipales de contaminación acústica o la Ley del Ruido prohibieran el toque de campanas, al mismo tiempo que dentro de la racionalidad evitar abusos producidos por la mecanización de ciertos toques”, ha agregado.
Mulet ha afirmado que ahora “tocará ver como se aplica y concreta al día a día esta declaración, pero es un paso adelante muy importante, nos mostramos satisfechos del trabajos hecho con gente del calibre dels Campaners de la Catedral de València o el campaners d’Albaida”, ha concluido.