Este 1 de Enero es un día especial y este año mas,. Los Diablos celebran el 30 aniversario de la recuperación de esta ancestral celebración.
Como cada año, en Sarracín Los Diablos aparecen calle abajo, con ellos el pueblo de Sarracín celebra su mascarada y al finalizar el entierro que lo celebran los mayores, homenajean a esos 12 personajes que en 1988 dieron vida a esta tradición.
Este primer día de Enero los protagonistas son aquí los Diablos, vestidos de negro y provistos de caretas de corcho, tenazas, cencerros y varas, pero en la fiesta participan en total doce personajes que incluyen a la Filandorra y Rullón, el Ciego y el Molacillo, la Madama y el Galán, más dos Pobres del Saco.
Esta mascarada de invierno destaca por su singularidad, antigüedad y riqueza etnocultural. Celebrada cada uno de enero esta fiesta o representacion teatrale de calle llevada a cabo por los mozos del pueblo se conjugan la celebración y rito de tipo pagano y religioso.
En Los Diablos, los personajes son 12, siendo indumentaria y “herramientas” utilizadas distintas, en todo caso dependen de la función que tenga el personaje. De entre todos estos actores, podemos distinguir a dos diablos, el ciego, el molacillo, el rullón (por llevar un niño de madera en sus brazos), la filandorra, dos músicos con gaita y tamboril, dos hombres del saco o pobres encargados de pedir “la voluntad” a los espectadores y la madama y el galán vestidos con el traje típico alistano de gala.
Por la tarde el molacillo se disfraza de obispo y el ciego de ayudante, así discurrirá toda la tarde hasta que llegan a la plaza y entierran al niño, para luego llegar hasta la iglesia.
Gracias a los jóvenes, incluidas ya las chicas, hacen que esta tradición siga viva, porque ayudan a dar vida a uno de los filandorros, además de los vecinos colaboradores y por supuesto todo el pueblo que los recibe año tras año. Y para toda la gente «que de hoy en un año» ¡vivan Los Diablos!.