Los Sanfermines de 2013 tendrán 437 actos. Los Sanfermines tendrán 437 actos, un presupuesto de 2,1 millones de euros y un diseño de programa realizado por infografistas de todo el mundo.
Las fiestas de San Fermín de este año contarán con 437 actos en el programa, uno cada 28 minutos. Las principales novedades tienen que ver con un espectáculo el Día Infantil en la plaza del Castillo, con un concierto de la Coral de Cámara de Pamplona con música de Bach y percusión africana y con los nuevos festejos taurinos matinales que se han remozado para darles un carácter más pedagógico, gracias a un acuerdo entre la Casa de Misericordia y el Ayuntamiento. Otro de los cambios tiene que ver con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos que varios días de fiestas saldrá desde el Palacio Ezpeleta en la calle Mayor y no desde la estación de autobuses.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, acompañado del miembro de la comisión taurina de la Casa de Misericordia, Mariano Pascal, y del diseñador gráfico, Javier Errea, ha comparecido en rueda de prensa para presentar el programa de las fiestas de San Fermín 2013. Precisamente el propio diseño del programa, a base infografías sobre la fiesta realizadas por profesionales de todo el mundo, que aportan información curiosa sobre los Sanfermines, es otra de las peculiaridades de este año.
El martes 9 de julio estará dedicado a las ciudades hermanas con una recepción en el Palacio del Condestable, el miércoles 10 de julio será el día infantil con la ofrenda floral al santo a las 11 horas en el Rincón de la Aduana y el viernes 13 se celebrará el día de las personas mayores con misa en la capilla de San Fermín y concierto especial en el paseo de Sarasate. La Corporación municipal saldrá en cuerpo de ciudad a la procesión de San Fermín el día 7 y a la Octava el día 14. Además participará en las Vísperas el día 6 de julio. No faltarán los encierros, del 7 al 14, a las ocho de la mañana ni la feria de ganado, el día 7, en el polígono de Agustinos.
El encierro es, al margen de la liturgia, el acto central de los Sanfermines y lo que ha proyectado la imagen de Pamplona a los cinco continentes. En cualquier parte del planeta han oído hablar de esa ciudad donde la gente corre por la calle delante de los toros. La retransmisión en directo de la carrera por televisión ha acentuado su leyenda y ha traído consigo una peligrosa masificación.
Cohetes anunciadores
Son cuatro y de su correcto y puntual lanzamiento depende en gran medida la seguridad de los corredores. El primero se prende cuando el reloj de San Cernin da las 8 horas. En ese momento se abre la puerta de los corrales y se retiran las barreras formadas por los policías municipales para contener a los mozos. El segundo avisa de que ya ha salido la manada completa, el tercero avisa que toros y cabestros está recogida en la plaza de toros y el cuarto cohete indica que toda la manada ha entrado en los corrales. Los encierros se han corrido siempre a la misma hora solar. A las 6 horasse corrieron hasta 1924, a las 7 horas hasta 1973, y desde 1974 a la 8 horas en virtud de los cambios del horario oficial.
Cántico en la hornacina
Los mozos pamploneses invocan al Santo para pedir su protección minutos antes de la carrera. Lo hacen con un periódico en la mano y ante una hornacina situada al comienzo de la cuesta de Santo Domingo. El canto tiene lugar tres veces (7,55, 7,57 y 7,59 horas) y su letra dice así: “A San Fermín pedimos/ por ser nuestro patrón/ nos guíe en el encierro/ dándonos su bendición. Entzun arren San Fermín/ zu zaitugu patroi/ zuzendu gure oinak/ entziero hontan otoi».Finaliza con los gritos de “¡Viva San Fermín!, ¡Gora San Fermín!”, y es uno de los momentos más emocionantes.
El vallado
Surge por primera vez en 1776 para delimitar el recorrido del encierro y constituye la barrera de seguridad más importante. Está hecho de madera de abeto y se compone de 1.800 tablones, 40 puertas, 590 maderos, 200 empalizadas, 2.400 falcas y 2.000 tornillos. Cada año se reponen 20 tablones por desperfectos.
La manada
El encierro lo corren los seis toros que se lidiarán por la tarde y dos grupos de cabestros (mansos) que los guían y que son reconocibles por el cencerro que portan. Ocho cabestros acompañan a los toros. Otros tres salen dos minutos más tarde a modo de ‘coche escoba’.
1. Santo Domingo. 280 metros. Entre los corrales y la Plaza Consistorial. De pendiente pronunciada. Los toros tienden a agruparse. Es uno de los tramos más violentos y peligrosos, especialmente en el tramo final de entrada a la Plaza.
2. Plaza del Ayuntamiento-Mercaderes. 100 metros. Uno de los tramos menos peligrosos, a pesar de que técnicamente es el mas complicado por su doble curva. Supone un desahogo para el corredor por ser un espacio amplio que permite correr. Presenta enclaves múltiples para refugiarse.
3. Curva de Estafeta. La calle Estafeta comienza con un giro de 90 grados a la derecha, hecho que provoca que los toros resbalen y vayan a parar contra el vallado exterior. El corredor debe tomar la curva por el ángulo corto si no quiere verse atrapado.
4. Estafeta-Bajada de Javier. Ligera pendiente del 2%. Largo y estrecho, es uno de los tramos más concurridos. No hay otros refugios que los portales.
5. Bajada de Javier-Telefónica. El trote de la manada se aminora notablemente. Existe la posibilidad de que se disgregue y queden toros sueltos. Todo ello lo convierte en un tramo peligroso.
6. Telefónica. Apenas 100 metros que dibujan el final de un embudo, perfilado por un doble vallado de madera. El cansancio ralentiza aún más la carrera y favorece su desmembramiento, situación peligrosa por excelencia. El lugar preferido de los “divinos” y de muchos inexpertos.
7. Callejón. Tramo descendente hacia la Plaza de Toros en forma de embudo. Muy temido por el riesgo de montones humanos.
8. Plaza de toros. Por el centro se deja paso libre a los toros, de los que tiran los cabestros y a los que conducen los dobladores. La proliferación de inexpertos y ‘patas’, más exhibicionistas que otra cosa, ha hecho peligroso un tramo que no lo era.
Dónde verlo
En la calle: Puede acceder al segundo vallado (el exterior), pero para eso deberá estar en el lugar como mínimo 90 minutos antes del comienzo. Estas posiciones, muy disputadas, son gratuitas.
En la Plaza de Toros: No suele haber problemas de espacio. 4 euros en grada y graderío alto; en el tendido es gratis. 5 euros los fines de semana en todas las localidades. La Banda de Iruña ameniza la espera y, tras la carrera, podrá presenciar un espectáculo de vaquillas.
En un balcón: Se alquilan balcones por 20 ó 30 euros/día.
En televisión: 12 cámaras le ofrecen cada día, en directo, una perfecta cobertura.
El encierro en cifras
Hora: 8.00 horas
Fechas: 7 al 14 de julio
Recorrido: 848,6 metros. Santo Domingo, Plaza del Ayuntamiento, Mercaderes, Estafeta y Plaza de Toros.
Duración media: 3 m 55 s
Velocidad del toro: 24 km/h
El encierro más largo: 30 minutos (11 de julio de 1959). Un miura se rezagó y fue necesario recurrir a un perro para que mordiera al toro y consiguiera introducirlo en los corrales.
El encierro más trágico: 10 de julio de 1947 y 13 de julio de 1980. ‘Semillero’ (Urquijo) y ‘Antioquío’ (Guardiola), respectivamente, cogieron de muerte a dos mozos.
Número de corredores: 2.000 un día normal y casi 3.500 el fin de semana.
Ganadería más peligrosa: Guardiola Fantoni. Se cobró un muerto en 1969 y dos, en 1980.
Número de heridos cada año: Entre 200 y 300. Sólo el 3% de gravedad
El chupinazo
El cohete anunciador, más conocido como Chupinazo, es verdaderamente el estallido de las fiestas. A las 12 en punto del día 6, miles de personas se dan cita en la Plaza Consistorial para vivir un acto relativamente moderno que se ha convertido en una de las imágenes más internacionalmente conocidas de los Sanfermines. Un mar de pañuelos rojos da la bienvenida a nueve días irrepetibles.
Información útil
Día: 6 de julio.
Hora: 12 horas.
Lugar: Plaza Consistorial.
Consejos: Acudir con tiempo, el lugar está abarrotado al menos desde una hora antes.
A las 12 en punto del 6 de julio se prende la mecha del cohete desde el balcón central del segundo piso. Al grito de “¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!”, estalla la alegría. La fachada del Ayuntamiento se engalana con pendones y las enseñas de España, Navarra (roja), Pamplona (verde) y Europa.
Después de las 12, déjese llevar por las calles entre la música y la gente. Si se encuentra con ganas, vaya con las peñas y sus charangas a la calle Jarauta. Si prefiere más tranquilidad, las terrazas de la Plaza del Castillo son obligadas, aunque no baratas.
La Pirotecnia Caballer de Godella (Valencia) es la encargada de preparar el total de los 30 cohetes que se lanzan. El cohete del chupinazo, hecho a mano, mide 1,20 m de largo y 14 mm de diámetro, y pesa 20 gramos. Tiene tres gramos más de explosivo que el resto. Está compuesto por un detonador de aluminio y percorato y una mecha de algodón y pólvora negra. El sonido que se alcanza en el momento del chupinazo es de 133 decibelios, igual al despegue de un avión a reacción.
En el balcón central del primer piso de la Casa Consistorial los clarineros dan el toque inmediato al lanzamiento del cohete. Tres minutos antes, sale al balcón superior el encargado de prender la mecha, junto con un ordenanza municipal y el responsable de la Pirotecnica Caballer, de Valencia, fabricante del cohete.
Los jóvenes se dedican durante la espera (y después del cohete) a descorchar botellas de cava y regar a su alrededor. Se corea insistentemente la consigna “¡San Fermín, San Fermín!” con el pañuelo rojo cogido en alto entre ambas manos y de cara al balcón del Consistorio. Tras el Chupinazo, los servicios de limpieza recogen en la plaza 30.000 kilos de vidrio.
La Plaza Consistorial tiene una extensión de 2.502m2. En el momento del Chupinazo se agolpan en ella unas 12.500 personas (cinco por metro cuadrado), lo que da idea de las apreturas. Eso sí, si no va dos horas antes le será muy difícil acceder a la plaza. Conviene llevar ropa cómoda y ligera porque el calor entre el gentío es sofocante. Opte por calzado deportivo y algo fácil de lavar. Durante casi dos horas le puede caer de todo por encima. Es desaconsejable acudir con niños o personas mayores o si se es propenso a los mareos o a la claustrofobia. El pañuelico rojo es la prenda sanferminera por antonomasia. Se puede adquirir en cualquier comercio textil. No se lo anude al cuello hasta que suene el primer cohete. Los pamploneses no lo hacen nunca.
El Chupinazo tiene poco más de medio siglo de vida. El comienzo de las fiestas de San Fermín tenía lugar, desde hace siglos, cuando las autoridades municipales, acompañadas de maceros, gigantes, músicos y público iban a la iglesia de San Lorenzo a las Vísperas en honor de San Fermín. En 1901 se empezó a tirar cohetes espontáneamente en la Plaza del Castillo. En 1940 el teniente de alcalde Joaquín Ilundáin y el periodista José Mª Pérez Salazar propusieron al alcalde que el Chupinazo se tirara oficialmente desde el balcón del Consistorio. Un año más tarde el alcalde prendía la mecha.
Las Vísperas y el Riau-Riau
El 6 de julio, a las 8 de la tarde, se celebran las solemnes Vísperas cantadas en honor a San Fermín en la iglesia de San Lorenzo. Constituyen el primer acto religioso de los Sanfermines y tienen un rico programa musical. Su historia se remonta al siglo XV. Al acto asiste la Corporación municipal vestida de gala. Hasta hace poco lo hacía a pie desde la Casa Consistorial. La marcha a Vísperas se celebraba a las cinco y media de la tarde y cientos de mozos acompañaban a los ediles en su desfile hasta la iglesia de San Lorenzo. El Riau-Riau, como se le conoce, nació en 1914 con un carácter de protesta hacia la autoridad. Los mozos trataban de impedir el paso de la Corporación al compás del ‘Vals de Astrain’, de cuyo estribillo recibe precisamente el nombre de Riau-Riau. En sus primeras décadas, la duración del Riau-Riau era de una hora. Con el paso de los años la marcha fue haciéndose cada vez más lenta y finalmente abortada por grupos radicales violentos que provocaron su suspensión en 1991 (pese a un intento de recuperación en 1996).
Chupinazos históricos:
1914. El carlista pamplonés Ignacio Baleztena promueve la idea para impedir la marcha de una Corporación de signo político distinto.
1927. Primera prohibición. El alcalde Demetrio Martínez de Azagra prohíbe “formar grupos delante de la comitiva”.
1972. Primera suspensión: Javier Rouzaut, alcalde en funciones, suspende la marcha a Vísperas tras 45 minutos de espera.
1980. Récord de duración. El Riau-Riau se suspende tras 5 horas y 25 minutos y 170 interpretaciones del Vals de Astrain.
1985. La Corporación llega a San Lorenzo después de 3 horas y 30 minutos.
1991. Graves incidentes. Un grupo radical impide salir a los ediles del Ayuntamiento, que sufre un intento de asalto.
Fuente y más info: http://sanfermin.pamplona.es
Descárgate el programa:programa san fermines 2013