Versión clásica

Comienza “Le Tour de France”

El 101º Tour de Francia se desarrollará del sábado 5 de julio al domingo 27 de julio de 2014, estará compuesto por 21 etapas para una distancia de 3.664 kilómetros.

map_homeTras partir del Reino Unido, en su 20ª Gran Salida en el extranjero, el Tour pasará por Bélgica y España. Antes de cruzar la meta de la quinta etapa en Arenberg Porte du Hainaut, los corredores deberán recorrer 15,4 kilómetros por los tramos adoquinados presentes cada primavera en la reina de las clásicas.

El día siguiente al regreso de la carrera al continente, el pelotón del Tour de Francia se las verá con los adoquines de la París-Roubaix, en lo que constituye todo un guiño para Fabian Cancellara.

Al trazar el recorrido del Tour se trata de dar protagonismo a todas las especialidades del ciclismo. Las calles adoquinadas del norte de Francia y Bélgica ocupan un lugar de excepción en la historia de la disciplina y han formado tradicionalmente parte del programa de las citas deportivas del mes de julio. La potencia y habilidad que exige este terreno a los corredores contribuye a la dificultad del Tour de Francia, y será sin duda el escenario de la primera criba.

Este año, nueve tramos de la París-Roubaix serán recorridos durante la 5ª etapa del Tour, lo que constituye algo más de 15 kilómetros de adoquinado: lo suficiente para hacer temblar a los favoritos de la Grande Boucle durante los últimos 70 kilómetros. Los primeros aspirantes al título tendrán como prioridad absoluta sortear estos obstáculos sin salir mal parados. Los especialistas de la Reina de las Clásicas partirán, por su parte, al asalto de su bocado de gloria.

El relieve de la etapa de Sheffield o los tramos adoquinados de Arenberg Porte du Hainout habrán provocado ya pequeñas diferencias de tiempo entre los protagonistas. Sin embargo, la primera pugna en la montaña será el momento de la verdad, en el que los corredores tendrán que demostrar que son capaces de cumplir las promesas formuladas anteriormente. Esta batalla tiene como escenario el macizo de los Vosgos, propicio a los ataques durante toda la etapa, al haberse diseñado un recorrido particularmente dinámico, de tan solo 161,5 km. A diferencia de la primera visita a La Planche des Belles Filles en 2012, impone una cadena de dificultades digna de las más hermosas etapas alpinas o pirenaicas. Al final de la jornada, la temible rampa final que lleva a La Planche nos permitirá asistir a un duelo entre titanes.

Saint-Lary Pla d’Adet

La buena comida nunca depende tanto de la cantidad, sino del sabor que deja en la boca. Lo mismo ocurre con las etapas del Tour de Francia, capaces de proponer al mismo tiempo un formato denso y dinámico, pero con matices intensísimos. La ascensión a Pla d’Adet ya ha sido el telón de fondo de cambios importantes en la carrera, como cuando en 1974 Raymond Poulidor se impuso en la etapa doblegando al mismísimo Eddy Merckx. En la edición de este año, el pelotón tendrá que recorrer una distancia de 124 km. Sobre todo desde el kilómetro 50 y en la subida hasta el puerto del Portillón, los corredores se las habrán de ver con cuatro ascensiones sucesivas y exigentes, con ocasiones más que de sobra para que aquellos a quienes les aguanten las piernas y el temperamento dinamiten la competición a su antojo. Por ejemplo, en los 10 km de última subida, en el podio del Tour podrían darse todos los cambios habidos y por haber

Bergerac – Périgueux

Con 54 kilómetros de desafío contra el reloj, la crono de Bergerac será una de las más largas propuestas por el Tour en los últimos años. De hecho, hay que remontarse hasta la edición de 2007 para encontrar una crono final más larga (Angoulême, 55,5 km). Más allá de la distancia que hay que recorrer, la etapa promete ser difícil por sus características, como explica Thierry Gouvenou: “El recorrido incluye dos falsos llanos con una extensión de más de tres kilómetros. Y, a falta de 7 kilómetros para la meta, hay una subida algo más exigente capaz de causar estragos entre los corredores que anden más justitos de fuerzas. ¡La etapa promete ser bien dura!”.

Escenario de la Gran Salida

Ubicado al nordeste de Inglaterra, el condado de Yorkshire es también el de mayor extensión, cubriendo una superficie de 15.000 km2. Cuenta con cuatro vertientes o divisiones: Este, Norte, Oeste y Sur. Su población asciende a 5 millones de habitantes, con 752.000 en Leeds, la ciudad más importante el condado, 73.000 en Harrogate, 198.000 en York y 555.000 en Sheffield.

Cambridge, centro administrativo del condado de Cambridgeshire, tiene una población de 110.000 habitantes. Londres, la capital del Reino Unido, cuenta con aproximadamente 3 millones en su área metropolitana, una cifra que aumenta a siete millones si consideramos el Gran Londres

Las características de la prueba

9 etapas llanas

5 etapas de media montaña

6 etapas de alta montaña con 5 llegadas en alto

1 etapas de contrarreloj individual

2 jornadas de descanso

9 ciudades etapa inéditas

Leeds (salida 1a etapa), Harrogate (llegada 1a etapa), York (salida 2a etapa), Sheffield (llegada 1a etapa), Cambridge (salida 3a etapa), Ypres (salida 5a etapa), Oyonnax (llegada 11a etapa), Risoul (llegada 14a etapa), Maubourguet Pays du Val d’Adour (salida 19a etapa)

tour de franceBreve historia

En la Francia de comienzos del siglo XX, habría que tener una gran fantasía en el mejor de los casos o, en el peor, ser una especie de alienado para imaginar una carrera ciclista de casi 2500 km a través del país. Géo Lefèvre, por entonces periodista de L’Auto, tuvo esa inspiración. Su director, Henri Desgrange, tuvo la audacia de creer en ella, de apoyarla y de apostar fuerte por el Tour de Francia. El 1 de julio de 1903 sesenta pioneros partieron de Montgeron en bicicleta. Tras seis etapas desmesuradas (Nantes – París, ¡471 km!) sólo 21 corredores, con Maurice Garin a la cabeza, terminaron aquella primera epopeya.

Después de haber suscitado inmediatamente asombro y admiración, el Tour cautivó por medio de las columnas de L’auto, al mismo tiempo que partía al encuentro de su público, cada vez más asiduo al borde de las carreteras. Desde entonces, los franceses se apasionaron por sus nuevos héroes, que se llamaban Pottier, Petit-Breton o Pélissier, algo más tarde, Vietto, Magne o Leducq. Mejor aun, además de su entusiasmo por los campeones de gran valía, se apropiaron de esta prueba atípica que proporciona honra a sus ciudades, a sus campiñas e, incluso, desde 1910, a sus montañas.

Sobre todo, el Tour, generador de espectáculo y de emoción, ha vivido en constante armonía con su tiempo, aun a costa de absorber sus males. Se ha beneficiado con toda Francia de permisos pagados desde 1936, ha sufrido guerras, ha saboreado la despreocupación de los «treinta (años) gloriosos» festejando a Coppi, Bobet, Anquetil, Poulidor y se ha abierto a los países extranjeros al llegar la globalización.

Fuente y mas info: http://www.letour.fr

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