Vuelve la Feria, y lo hace con galas renovadas. Tras un proceso de participación en el que más de 40.000 sevillanos y sevillanas hicieron oír su voz, Sevilla disfrutará, del domingo 30 de abril al sábado 6 de mayo, de siete días en los que disfrutar de algunas de nuestras mejores virtudes: nuestra alegría, nuestra hospitalidad, nuestra generosidad.
La Feria, tal como la entendemos hoy, fue creada por iniciativa de dos concejales que solicitaron al Pleno la recuperación de las ferias de Sevilla, una en abril y otra en septiembre. Lo de recuperar tenía todo el sentido ya que el permiso para celebrar ambas lo otorgó Alfonso X el Sabio en 1254, seis años después de que su padre conquistara Sevilla.
Los concejales fueron dos sevillanos de adopción: José María Ybarra (vasco) y Narciso Bonaplata (catalán). El Pleno del Municipio solicitó de la reina Isabel II una Feria anual en abril, dejando la de septiembre para más adelante.
Finalmente se aprobaron como días feriales el 18, 19 y 20 para no molestar a la feria de Mairena, coincidente en el tiempo con la propuesta inicial. Así nació la primera Feria de los tiempos modernos.
Se aprobó por el Ayuntamiento el día 18 de septiembre de 1846 y se inauguró el 18 de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián, con 19 casetas y con un éxito tal de público y de negocio que, ya al año siguiente, los encargados de organizar la venta de ganado se dirigían al Municipio para pedirle una mayor presencia de agentes de la autoridad porque “los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dicultaban la realización de los tratos”.
Lo que comenzó como un evento puramente comercial, con el paso de los años el pueblo de Sevilla ha ido haciéndolo suyo hasta llegar en el presente a considerarse como una de las más singulares expresiones de color y alegría donde el sevillano y aquellos que nos visitan disfrutan de la esta durante 7 días.
Fuente y más info: http://www.sevilla.org