La historia del Colegio «Arias Gonzalo» es algo compleja debido a las transformaciones que se han realizado a lo largo del tiempo.
En 1927 fue construido el edificio que alberga la sección de Educación Infantil. Se le conocía comunmente como «Los bolos» por los adornos con bolas que tiene el muro del patio. A él acudían escolares de todas edades. Al lado del colegio había una huerta de considerable tamaño y los grandes depósitos de agua de la capital («las calderas»).
Hace aproximadamente 20 años los depósitos del agua fueron destruidos dejando un solar en el que posteriormente se edificaría reservándose un espacio para patio trasero del colegio. Con el paso de los años el colegio se ha ido renovando con arreglos y nuevas instalaciones.
Las instalaciones del Colegio se reducen a dos edificios: uno destinado a los Alumnos de Educación Infantil y otro más grande destinado a los Cursos de Educación Primaria y en el que se encuentran las instalaciones auxiliares y administrativas.
Quién era Arias Gonzalo
El conde Arias Gonzalo, fue un aristócrata y militar zamorano, albacea del rey Fernando I de León del que nos ha llegado escasa información a nuestros días relativa al Cerco de Zamora y únicamente a través de la tradición conocemos a este paradigmático personaje.
Debió de nacer entre 1020 y 1030. Considerado como zamorano fiel y leal, por mandato de Fernando I Rey consorte de León y conde de Castilla, se convirtió en depositario de las últimas voluntades del rey. Se encargó del cuidado y educación de sus hijos que se criaron en unión del Cid en el edificio situado junto a la puerta de Olivares u Óptima, convirtiéndose más tarde en preceptor de la infanta Doña Urraca de Zamora y en gobernador de la ciudad en 1072.
Su protagonismo lo adquiere en el momento de iniciarse el Cerco de Zamora por Sancho II, en el que, tras el magnicidio de éste a manos de Bellido Dolfos y el reto del capitán Diego Ordóñez a la ciudad, el viejo Arias será el primero en defender el honor de Zamora. Al no permitirle luchar doña Urraca, envió uno tras otro a sus hijos a batirse en duelo. Tres mueren combatiendo frente a Ordóñez en el Campo de la Verdad, pero el último derrota a Ordóñez antes de morir, salvando así la honra de la ciudad.
Todos estos acontecimientos, aunque envueltos en leyenda y poesía, han sido bien conocidos, ya que forman parte del ”Romancero” que de este modo constituye una magnífica crónica sobre la gesta del Cerco de Zamora.
Los restos de Arias Gonzalo y sus hijos, así como varios miembros de su familia, estaban enterrados en una capilla de la iglesia de San Martín de los Caballeros que se encontraba situada en la actual plaza de San Martín.
Fuente y más info: http://ceipariasgonzalo.centros.educa.jcyl.es