El colectivo leonesista ha registrado una instancia en el ayuntamiento, en la que denuncia la manipulación en los carteles turísticos recientemente instalados por el ayuntamiento, y solicita la dimisión de Strieder al estimar que se está hiriendo la sensibilidad de parte de los zamoranos.
Desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL), se ha registrado una instancia en el consistorio capitalino, en la que se denuncia “la manipulación realizada por el Ayuntamiento de Zamora y la Junta de Castilla y León en los carteles para información turística de los monumentos implantada recientemente en la ciudad, en la que se muestra desgraciadamente un sesgo que parece querer ocultar todo aquello relacionado con la pertenencia histórica de Zamora al Reino de León o Región Leonesa, y un ánimo de querer encuadrarla en Castilla”.
Este hecho, para el CCRL “supone herir la sensibilidad de buena parte de los zamoranos, que no rechazan ni la pertenencia histórica de Zamora al Reino de León, ni quieren que ésta sea ocultada para tergiversar la historia”. Y es que, según este colectivo, “parece que el único fin para tal manipulación podría ser que el mensaje lanzado a los turistas encaje mejor en el discurso político del nacionalismo pancastellanista”.
En este sentido, los leonesistas recuerdan que encuestas como las realizadas por el Barocyl, el Opencyl, o más reciente la del Somacyl, “evidencian que hay un importante porcentaje de zamoranos con un profundo sentimiento regional leonés, y a quienes el trato que está recibiendo su ciudad en la promoción turística les puede suponer poco menos que vejatorio, dada la manipulación y tergiversación de la que está haciendo gala el ayuntamiento y, más concretamente, su concejal encargado del área de Turismo, Christoph Strieder, que estaría llevando a cabo su trabajo con un desprecio total a las sensibilidades de muchos zamoranos, así como a la historia de la ciudad”.
Por ello, desde el CCRL ponen varios ejemplos en su instancia a este respecto. Así, señalan que en el cartel que explica la historia de la iglesia de Santa María de la Horta, el ayuntamiento afirma que custodiaba “el archivo de la bailía castellana”, hecho que los leonesistas indican que no es cierto, “ya que lo que custodiaba era el archivo de la bailía del Reino de León de la orden sanjuanista, pues el de la bailía del Reino de Castilla se custodiaba en Burgos”.
Asimismo, otro ejemplo de la manipulación que denuncia este colectivo se daría en el cartel explicativo implantado en la Plaza Mayor, en el que, “se manipula el hecho histórico del enarbolamiento de pendones en acontecimientos trascendentales en el ágora zamorana”. En este caso, el cartel explicativo alude a que se enarbolaba “el pendón real de Castilla”, algo que el colectivo leonesista señala que “es totalmente falso, estando documentado por ejemplo que al coronarse Carlos I en 1516, se enarboló el pendón real de la monarquía hispánica, ‘un pendón que estaban las armas reales de estos reinos de Castilla e de León e de Aragón e de Granada e de los otros reinos y señoríos de sus Altezas’, tal y como recogía Cesáreo Fernández Duro en ‘Tradiciones infundadas’ en 1888”.
En este sentido, desde el CCRL indican que “el alzamiento del pendón real seguiría dándose en Zamora en cada nueva coronación, tal y como ocurrió con la llegada al trono de Felipe II, Felipe III, Felipe IV o Felipe V (y así siguió sucediendo hasta 1833), para cuyas coronaciones también hay constancia documental del alzado del pendón real en Zamora, pero siendo en todos estos casos el pendón de la Monarquía Hispánica, y no el de Castilla como señala el cartel turístico”.
Y es que, tal y como indican, “no hay un solo texto o documento que mencione que alguna vez se hubiese alzado un pendón exclusivo de Castilla en la ciudad de Zamora, hecho que se debería, básicamente, a que Zamora nunca formó parte del reino de Castilla, sino que se adscribía al reino de León, ya fuese siendo éste independiente (como en la Alta Edad Media) o en Coronas más amplias que acabaron dando lugar a la actual España”.
Por otro lado, también en este mencionado cartel, llama la atención a los leonesistas la mención a Zamora como ‘Capital de Castilla la Vieja’, en referencia a la vista de Zamora que realizó Joseph Augier en 1756, y que hace dicha alusión por la Capitanía General militar de dicho nombre, que agrupaba a Asturias, la Región Leonesa y dos provincias castellanas, y que difería notablemente de la división civil, en la cual Zamora pertenecía entonces al Reino de León, dentro de España.
En este sentido, desde el CCRL entienden que “aludir a la división militar, dando a entender una pertenencia a Castilla en el ámbito civil que no se ha dado nunca, conlleva a la desinformación sobre el pasado de Zamora y a la violación del artículo 20.1.d) de la Constitución. Y es que, es algo tan inexplicable, como si pusiésemos una imagen de 1950 y dijésemos que Zamora era una ciudad de la VIIª Región, o como si pusiésemos una imagen de Zamora en 1995 y dijésemos que era una ciudad de la Región Noroeste (adscripciones que poseía la ciudad en la división militar en dichas épocas, pero no en la civil)”.
Asimismo, a este colectivo les llama la atención que el ayuntamiento se haya decidido por el mapa de Augier del siglo XVIII, y no por el que realizó Van Den Wyngaerde desde la misma perspectiva en el siglo XVI, siendo precisamente este último el grabado más antiguo en que se recoge una panorámica de Zamora.
También le ha resulta llamativo al CCRL que en el cartel de la Plaza Mayor se aluda a las conexiones con ciudades del sur aludiendo a “Salamanca, Ávila, Toledo o Sevilla”. En este sentido, lo que más llama la atención a este colectivo es el hecho de “incluir a Ávila o Toledo, ubicadas fuera de la vía natural hacia el sur que supone la Ruta de la Plata, y excluyéndose con ello en la mención a ciudades de Extremadura como Cáceres o Mérida, que, ubicadas en la Vía de la Plata, cumplirían mejor esa ubicación al sur de Zamora a la que se hace mención”.
Ante este hecho apostillan que, quizá se haya excluido de la mención a las ciudades extremeñas por “su raigambre histórica leonesa (fueron reconquistadas por Alfonso IX de León)”, valorando que por ello para el ayuntamiento “pueda resultar molesta, prefiriendo mencionarse a ciudades como Ávila o Toledo, que sí se incluyen en los mapas del nacionalismo pancastellano”.
Finalmente, desde el CCRL se ha querido resaltar también “la omisión en otros carteles de reyes leoneses trascendentales para los casos que ocupan”. Así, indican que en el del Puente de Piedra, se omite que fuera el rey Fernando II de León el impulsor de su construcción. Y del mismo modo, tampoco se menciona al rey Alfonso VII de León en la cartelería explicativa de la Catedral, a pesar de haber sido quien patrocinó su construcción.
Todo ello, lleva a los leonesistas a preguntarse “¿Por qué el equipo de gobierno que preside Francisco Guarido está empeñado en hacer desaparecer por omisión la pertenencia histórica de Zamora al Reino de León, y qué interés tienen en intentar hacer pasar a Zamora por castellana?”
Y es que, recuerdan, “a la castellanización a través de los carteles turísticos se suman hechos como que el Ayuntamiento haya sido recientemente el principal patrocinador de un evento motero titulado ‘Ancha es Castilla’, en el cual se hacía a Zamora como epicentro del mismo”.
Por estos motivos, “considerando que hay un afán de manipulación sobre la pertenencia regional histórica zamorana llevado a cabo por la Concejalía de Turismo, y especialmente, un afán de agresión a la sensibilidad por el Reino de León que poseen muchos zamoranos”, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) se ha solicitado “la modificación de los carteles turísticos para que no hagan proselitismo del nacionalismo pancastellano y no omitan los personajes trascendentales leoneses”.
Finalmente, al considerar estos hechos “fruto de una mala gestión sobre el área de turismo, y estimando que hay reincidencia en el ánimo de manipular la historia de Zamora”, desde el CCRL se ha solicitado la dimisión del concejal de Atención al Ciudadano, Barrios, Turismo, Cementerio y Comercio, Christoph Strieder.