La Romería de San Froilán es la más importante de la provincia de León, congregando en un solo día a más de 60.000 ‘romeros’. Cada 5 de octubre se celebra esta fiesta y romería de San Froilán, Patrono principal de la diócesis de León en la localidad de la Virgen del Camino. San Froilán fue obispo de la diócesis de León en los años 900 al 905. En La Virgen del Camino se viene celebrando esta fiesta desde mediados del siglo XVI.
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Fiel a la tradición, un año más, los leoneses y leonesas cumplieron con la tradición acudiendo en masa a la cercana localidad de la Virgen del Camino para celebrar este 5 de octubre la fiesta de San Froilán. Es esta romería una de la mas netamente leonesa y que ha sido declarada de interés turístico provincial y regional (aunque lo correcto sería autonómica).
Este año se celebró ya de forma normalizada esta tradicional Romería de San Froilán en La Virgen del Camino. Esta fiesta “de la reina y madre del pueblo leonés” y Patrona de la Región Leonesa desde 1.914 se consolidó a partir del año 1961, coincidiendo con la dedicación del nuevo santuario, que desde el año 2009, por concesión del Papa Benedicto XVI ostenta el título de Basílica Menor y que ha celebrado su último Año Jubilar en 20011-2012 con motivo del 50 Aniversario del nuevo templo.
Un año más pudimos disfrutar de un fantástico desfile de pendones y carros engalanados a la Virgen del Camino que se ponían en marcha a las 11,00 de la mañana desde el del parking de E Leclerc para llegar al Santuario de la Patrona de la Región Leonesa, formando por la nacional 120 un vistoso desfile multicolor de carros engalanados tirados por vacas, bueyes, burros y caballos, y escoltados por los espectaculares pendones concejiles llegados de los diferentes pueblos de León.
Esta romería conmemora, año tras año, que aquí un 2 de julio de 1505, la Virgen se le apareció al pastor Alvar Simón Fernández en el lugar en dónde hoy se encuentra El Humilladero.
Este caluroso miércoles miles de personas abarrotaban no solo la explanada del templo Basilical, en donde se ofició la tradicional misa oficiada por Obispo de la Diócesis de León, Luis Ángel de las Heras Berzal y presidida por los miembros de las Corporaciones de los Ayuntamientos del Voto (Valdedresno, Villaturiel, Valverde de la Virgen y León), los cuales realizaron la ofrenda floral, sino todas las calle aledañas al Santuario, dónde literalmente no se podía dar un paso
Centenares de puestos de todo tipo, colapsaban las calles de la Virgen del Camino, para que los que los romeros cumplieran con la tradición de degustar la morcilla, chorizo, o pulpo y comprar los tradicionales perdones (avellanas).
Y si por si fuera poca la aglomeración en la basílica, miles de leoneses y leonesas hicieron una interminable cola para cumplir con la tradición de tirar tres veces de la nariz a San Froilán, en la puerta que lleva su nombre, obra de Subirach. Pero no menos larga era la cola para besar el manto de La Virgen del Camino que se encuentra tras el altar.
Tanto la Guardia Civil como Protección Civil realizaron un impresionante despliegue de medios técnicos y humanos para que la fiesta transcurriera sin incidentes
Y como todos lo años desde la plaza de Santo Domingo, ALSA, la empresa concesionaria del transporte público a la Virgen organizó un amplio dispositivo de autobuses a la Virgen.
San Froilán
El santoral anota que San Froilán nació en los arrabales de Lugo en el año 833 y que a los dieciocho años dejó la casa de sus padres para emprender vida de ermitaño, inicialmente en El Bierzo y más adelante en las montañas leonesas del Curueño.
Impulsó el desarrollo de la vida monástica con iniciativas como la fundación en tierras zamoranas de los monasterios de Tábara y Moreruela de Tábara, donde desempeña el oficio de abad.
En el año 900, vacante la sede episcopal legionense, el pueblo de León pide al Rey Alfonso III que le conceda por obispo al Abad Froilán y en el día de Pentecostés de ese año 900 Froilán es ordenado obispo.
En el año 905, tras un fecundo lustro de ejercicio episcopal, con dedicación especial a la reforma de los sacerdotes, monjas y seglares, fallece y es enterrado en la Catedral y en el año 916 sus reliquias, por orden del Rey Ordoño II, son trasladas a la nueva Catedral. Parte de sus reliquias descasan a día de hoy bajo el altar mayor del primer templo diocesano.