Las playas y los yacimientos arqueológicos son los principales reclamos turísticos de Bizerta
Madrid, 8 de agosto de 2017–. A orillas del mar Mediterráneo, en el norte de Túnez, se encuentra Bizerta, una pequeña ciudad que destaca por su encanto e historia. Situada a 65 kilómetros de la capital del país, se presenta como un destino perfecto para disfrutar de sus playas de arena fina y conocer sus yacimientos arqueológicos.
La ciudad cuenta con un rico pasado histórico, ya que fue fundada por los fenicios hace más de 3.000 años. Las manifestaciones artísticas y monumentos de diferentes culturas se pueden observar en la actualidad, como las ruinas de Útica –primera fundación fenicia en Túnez– o las fortalezas otomanas de Ghar El-Melh.
El municipio ha ido creciendo a lo largo de los años, pero la actividad de los lugareños se sigue desarrollando en el viejo puerto, considerado el corazón de Bizerta. Rodeado de casas blancas y azules y de murallas centenarias, es posible observar la labor de los pescadores desde sus pintorescas embarcaciones.
En el interior de estas murallas se encuentra la medina de la ciudad, con estrechas y laberínticas callejuelas donde perderse y adquirir en sus zocos objetos de decoración, túnicas bordadas, bolsos de cuero o cerámicas bereberes.
Aquellos que quieran relajarse y tomar el sol pueden hacerlo en sus playas paradisíacas y calas salvajes, entre las que destacan las situadas en el cabo Serrat, Raf- Raf y Ghar El-Meh. En ellas, además de pasar una agradable jornada en el mar, también se pueden realizar actividades de submarinismo y navegación, por lo que suponen un importante atractivo turístico.
Asimismo, este destino es ideal para los aficionados a la naturaleza. El paisaje verde, los campos de trigo y las huertas predominan en sus alrededores, donde se desarrollan actividades agrarias. Una visita obligada a muy pocos kilómetros es el Parque Natural de Ichkeul, una reserva natural nombrada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Es una de las zonas húmedas más relevantes del Mediterráneo, que atrae a miles de aves migratorias y presenta un ecosistema único de flora y fauna.
Bizerta es una ciudad a la que se puede acceder fácilmente por carretera desde el aeropuerto de Túnez-Cartago, situado a 70 kilómetros y conectado por autopistas.