Las propuestas culturales y gastronómicas de la provincia combinan a la perfección con la visita a esta sorprendente localidad.
Con la llegada del otoño, Zamora saca a relucir sus mejores galas, y es que las suaves temperaturas combinadas con los tonos tierra que tiñen sus paisajes invitan a visitar algunos de sus rincones más preciados. Benavente, centro histórico y cultural, se consolida como una firme apuesta para el turismo otoñal y, dada su ubicación estratégica, se convierte en el municipio clave desde el que disfrutar el resto de la provincia de Zamora.
Situada al norte de la provincia, la ciudad de Benavente cuenta con un patrimonio monumental de innegable belleza arquitectónica. Entre sus muros destacan el Hospital de la Piedad, construcción de estilo Renacentista con marcadas influencias góticas, y la iglesia de Santa María del Azogue, templo de inspiración románica ubicado en el corazón de la urbe cuya construcción se prolongó a lo largo de cinco siglos, convirtiéndose en un lienzo para los diversos estilos arquitectónicos que fluctuaron en ese tiempo. Tampoco pasa desapercibida la iglesia de San Juan del Mercado, con una iconografía y una decoración de jaqueado muy detallada, ni el Castillo de la Mota, actual Parador Nacional de Turismo.
A pesar de que en el centro histórico de Benavente proliferan las fachadas de piedra, la ciudad cuenta también con amplias zonas verdes, como el Paseo de la Mota, pulmón de la localidad desde el que se obtienen unas vistas inmejorables de las vegas de los ríos Órbigo y Esla, sobre las que se asienta.
En cuanto a la gastronomía benaventana, el pimiento es el producto estrella, ya sea asado, frito o en conserva. Eso sí, también hay hueco para otras delicias de la tierra como el queso, la miel, la carne o los embutidos. Todo esto completado por una sólida oferta cultural, como la que alberga su Teatro Reina Sofía, que el próximo 31 de octubre acogerá la ópera La Bohème de Giacomo Puccini.
Benavente ha sido históricamente un punto de encuentro ya que por la región cruzaban importantes vías de comunicación como El Camino de Santiago de la Vía de la Plata. Dada esta ubicación estratégica, la ciudad es, también a día de hoy, un trampolín desde el que explorar la provincia de Zamora, especialmente en época otoñal, cuando las temperaturas moderadas y un amplio abanico de colores tiñen sus paisajes.
A menos de una hora de Benavente se encuentra Sanabria, comarca cuyo parque natural conserva el mayor conjunto de lagunas de origen glaciar de España después de los Pirineos. Mención especial recibe el Lago de Sanabria, antiguo glaciar que hoy cuenta con 369 hectáreas de superficie. En este parque habitan 1.500 especies vegetales acompañadas de una fauna diversa que abarca desde la trucha o el corzo al jabalí y el gato montés, sobrevolados por 142 tipos de aves entre las que se destacan el águila real y el halcón abejero. Además, merece la pena acercarse a la Puebla de Sanabria, una villa medieval originaria del Siglo X, para contemplar el Castillo de los Condes de Benavente y la iglesia de Nuestra Señora del Azogue.
Zamora cuenta con interesantes rutas que enlazan sus distintas demarcaciones territoriales. Una de ellas es la Ruta de la Montaña, que además de adentrarse en el parque natural sanabrés, permite conocer los cercanos territorios de Carballeda, atravesando pueblos de arquitectura tradicional y monumentos como el Monasterio de San Martín de Castañeda en Galende.
A poco más de 20 kilómetros de Carballeda se ubican algunas de las localidades más emblemáticas de la conocida como Ruta de la Culebra, un recorrido que alcanza la Reserva Nacional de Caza de la Sierra de la Culebra, descubre la localidad de Villardeciervos y hace parada en Moveros, conocida por su tradición alfarera.
Continuando hacia el sur, se discierne otro punto de interés paisajístico y medioambiental: la comarca de Sayago. Este entorno singular alberga numerosos castillos y restos arquitectónicos de chiviteras, chozos y caseríos que parecen plantar cara al paso del tiempo. Formada por un abanico de pintorescos pueblos como Fermoselle, también conocido como el Balcón del Duero dada su ubicación en las confluencias del Río Duero y el Tormes, la comarca de Sayago cuenta además con una serie de miradores entre los que destaca el pico Peña Redonda y el Castillo de Fariza, dispuestos a hacer las delicias de los visitantes. Además, desde el Parque Natural de Arribes del Duero se disfruta de la orografía más sorprendente gracias al profundo cañón abierto que forma por el cauce del río.
Zamora también permite degustar la gastronomía más selecta gracias a un arsenal de productos autóctonos de primera calidad. Entre los platos más arraigados encontramos el arroz a la zamorana -elaborado con diversas partes del cerdo-, el bacalao a la tranca -con patatas, huevo y pimentón-, o el pulpo a la sanabresa -que combina cebolla, ajo y pimentón-. Este recetario se amplía si indagamos en las costumbres de cada comarca, apareciendo así guisos con nombre propio, como los habones de Sanabria y los pichones de Tierra de Campos. Acompañar estas propuestas con el mejor vino se presenta necesario. Tarea fácil si tenemos en cuenta que la provincia concentra cuatro Denominaciones de Origen vinícolas, como son Tierra del Vino, Toro, Arribes y Valles de Benavente.
La cultura cuenta también con un importante peso en la provincia de Zamora. Reflejo de ello es la selección de museos que alberga su capital, como el espacio dedicado a la obra del notable escultor Baltasar Lobo, el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales y el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
El gran patrimonio artístico que ha ido acumulando gracias al asentamientos de diferentes culturas, sus recursos naturales a estar rodeada de ríos, los múltiples recursos de la ciudad, una rica y variada gastronomía y suculentos vinos son los grandes atractivos del municipio zamorano. Además, por él discurren Caminos Jacobeos tan importantes, como la Vía de la Plata, el Camino de Oriente, el de Valladolid, la Ruta por el Valle del Teray el Camino de Asturias.
Mas info: www.benavente.es
