La ciudad colombiana se convierte del 18 al 21 de Febrero en epicentro del carnaval en Latinoamérica, declarado Patrimonio Oral dela Humanidadporla UNESCO
Durante el mes de Febrero, medio mundo celebra al mismo tiempo su particular homenaje a Don Carnal y Colombia, que cuenta con una larga tradición en carnaval, será una de las grandes protagonistas en estos días. A lo largo de cuatro intensas jornadas, las calles de Barranquilla —la misma que vio nacer a la internacional Shakira— se llenan de garabatos, cumbiamberas, monocucos, marimondas, diablos arlequines y demás personajes carnavalescos de tradición colombiana.
Pocos carnavales, de todos los que se celebran a lo largo y ancho del mundo, pueden presumir de contar con una distinción de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El Carnaval de Barranquilla es uno de ellos. Con una tradición que se remonta a más de tres siglos atrás, directamente ligada a las celebraciones que los españoles llevaron hasta América tras el descubrimiento, hoy en día esta festividad sigue vistiendo de color las calles, plazas y locales de la ciudad colonial. Una convocatoria que cada año atrae a más de un millón de personas.
Después de algo más de un mes de celebraciones previas, el próximo 18 de Febrero arranca el Carnaval de la ciudad de Barranquilla, expresión festiva y espacio de diversidad cultural, en el que se combinan la tradición española con la africana y la caribeña. Serán cuatro días de fiesta, color y pasión, a ritmo de la mejor música tradicional de Colombia, que culminará el tradicional miércoles de ceniza.
En Carnaval barranquillero se vive como un gran acontecimiento urbano, un ritual con el que se renuevan los propósitos de vida. Uno de los rasgos más característicos es su música, representada a través de los desfiles de cumbias, garabatos, paloteos y diablos arlequines, que, por otro lado, son el mejor ejemplo de la herencia española. Del lado africano, destacan los bailes del congo y el son del negro. Otras danzas como los coyongos, los indios de trenza y el caimán son representaciones evidentes de la herencia indígena.
Es precisamente la coexistencia cultural de expresiones folclóricas y representaciones modernas, donde el Carnaval de Barranquilla “construye su particularidad como hecho antropológico propicio para la puesta en escena temporal, la validez social y el reconocimiento”, según Proexport Colombia. Lo mejor es viajar a Colombia y disfrutarlo en persona, porque, como dice el eslogan del Carnaval, “quien lo vive es quien lo goza”.
