Culminó con un rotundo éxito de público y de expectativas la segunda edición de la Feria del Queso ‘Masqueseras’ (cuarta del programa “Emprendedoras Astorga”).
Han sido tres intensos días visibilizando y promocionando el trabajo femenino en un sector, el de la agroalimentación, que tiene en la fabricación del queso uno de sus pilares de futuro.
Una feria organizada en torno a las propias productoras que, además de dar a conocer al público asistente la variedad y la calidad de los quesos artesanos provenientes de varias queserías extendidas por seis comunidades autónomas diferentes, extendiendo con ello la “cultura del queso”, las ha puesto en contacto con pequeños comercios de la provincia especializados en este producto.
La feria ha cumplido ampliamente las expectativas previstas. Por parte de las queseras éstas han destacado que no solamente han ampliado el nivel de ventas sino que han felicitado a la concejalía tanto por la impecable organización como por el atractivo marco en el que la feria se presenta. También han destacado la presencia de un creciente número de público qué cada vez conoce y valora más lo que está comprando, y han resaltado la contribución de las catas y las actividades culinarias para dar a conocer las posibilidades de su producto.
En cuanto a la participación en las actividades programadas, éstas han tenido también un gran éxito de asistencia: catas, elaboración de tablas de quesos personalizadas y demostraciones culinarias han tenido un gran seguimiento por parte del público asistente. También el “Club del queso”, programado para los más pequeños de la casa ,ha contado con un gran éxito gracias al personaje de la ratoncita que les ha introducido en este mundo a través de canciones, historias y animaciones en general, sin olvidarnos de un primer acercamiento a sencillas recetas que tenían como ingrediente principal distintos tipos de queso.
En la feria han estado presentes numerosos quesos premiados, aunque la organización ha querido destacar, más que al producto, a dos queseras que, además de por sus quesos, han tenido importantes reconocimientos por su labor en pro de la difusión del trabajo de la mujer en este campo. En ambos casos, tanto Esther Álvarez Bango, de la Quesería “La Peral”, de Asturias, como Lucía Martínez Montaña, de Montequesos, en Valladolid, han querido destacar la importancia de las mujeres en la revitalización que el mundo de los quesos artesanos está viviendo en nuestro país. Ambas llegaron a sus queserías de la mano de sus maridos que eran los herederos de la tradición familiar, y ambas han sido las responsables de continuar con las empresas familiares buscando vías de renovación y del producto.
También en ambos casos destacaron la calidad y la variedad de los quesos españoles, que nos pone al nivel e incluso por encima de otros países cuya tradición quesera está más reconocida, considerando que en España lo que falla es en parte el marketing y en parte la cultura en torno al queso, aspecto que según ellas se va compensando gracias a encuentros como el que acaba de tener lugar en Astorga.
La Feria “Masqueseras” forma parte de un proyecto integral de más largo alcance que este encuentro comercial, por lo que seguirá generando propuestas para avanzar por un sendero que pretende constituir un camino de futuro para nuestras generaciones más jóvenes, en un sector el agroalimentario que, dentro del desarrollo rural, puede dar lugar a nuevas y buenas expectativas para generaciones que cada vez están más preparadas y que también pueden llevar estos conocimientos a la fabricación de este producto que está en alza. El secreto, según Ester y Lucía, buscar la diversificación y encontrar el queso que se adapte mejor a cada zona, buscando diferenciarnos de lo ya existente.
La otra faceta que lleva asociada esta feria es fundamentalmente la de dar a conocer Astorga y todo su potencial. También este objetivo se ha cumplido pues se calcula que fueron más de 20.000 personas las que pasaron en tres días por la misma, duplicándose al menos la cantidad de queso vendida en la edición anterior y que giró en torno a los 2.500 kilos de queso.
Por parte de las queseras participantes, la continuidad de la feria está de sobra asegurada y desde la organización se trabaja en pro de ampliar un proyecto que surgió en torno al 1 de mayo como forma de visibilizar la presencia femenina en un sector laboral en el que, pese a su importancia, han estado silenciadas y sin derechos, situación que ahora mismo se empieza a normalizar, aunque aún quede mucho camino por andar.