Las bodegas sirven como lugar de desahogo para las casas y en su interior guardan, además de las cubas, distintos aperos y utensilios a la espera de que algún día puedan servir; y en lo más oscuro, en el amor de la tierra, esconden historias fantásticas, esperando que algún alma despistada abra la puerta; en ese preciso instante, narraciones, recuerdos surgen frotados por el aire fresco que inunda la cueva.
Bajo tierra, artes de lo mínimo surge de la necesidad de poner en valor la arquitectura escondida, presente y olvidada de los pueblos del sur de León, de Tierra de Campos. Valderas, sin desmerecer otros, es contenedor de las mejores muestras de estas catedrales del vino que podemos encontrar en el territorio que habitamos.
Bajo tierra, artes de lo mínimo es una iniciativa que pretende recuperar el valor de sociabilidad que siempre tuvieron las bodegas, transformado el espacio de los grandes sabores de nuestra tierra en contenedores de arte, con propuestas que respeten el espacio y realcen su monumentalidad, que inviten a ser descubiertas por sus gentes, que en muchos casos nunca conocieron por estar sus guardeses viviendo en otros lugares y pertenecer al ámbito privado.
Este proyecto permite mostrar estos templos escondidos a nuestros vecinos; a los mayores remover historias de tiempos pasados, y a los más jóvenes, que intuyen sus secretos por las zarceras que desprenden el sabor de un aire viciado, descubrir por sí mismos la historias contadas por sus mayores.
Los Espacios de “Bajo Tierra, Artes de lo mínimo”
Espacio cultural, artes escénicas, pensamientos, vibraciones.
De las artes escénicas, el teatro es el que simboliza la vida y viene de una palabra griega que significa mirar, mirar imágenes de la vida humana en general. Para ello se requiere edificar espacios para tales fines, y entendemos por edificar una actividad práctica, que consiste no en construir un lleno sino circunscribir un vacío, un espacio. Las edificaciones teatrales son por lo tanto espacios donde se representan y a la vez se contemplan, las actividades propias de la vida humana.
Podemos afirmar que los espacios culturales destinados a las artes escénicas surgieron desde los tiempos prehistóricos, pues el hombre primitivo, elegía un lugar tranquilo, como espacio sagrado, destinado a invocar la divinidad de los dioses y celebrar acontecimientos importantes como la recolección de la cosecha, la partida para la caza, la realización de ritos fúnebres, entre otros. Para ello, el hombre primitivo se valió del lenguaje gestual, del canto y sobre todo de la danza.
En nuestras casas, debajo de la tierra, poseemos esos espacios, y el proyecto es un despertar de los mismos para los que fueron construidos; es por ello que contamos con breves historias de estos contenedores patrimoniales de la historia industrial de una comarca y que en la actualidad se prestan a ser generadoras de contenedores de acciones culturales y abren sus puertas a los vecinos y públicos allegados de cualquier rincón.
Breve historia de las bodegas
Bodega Casa Varela (Plaza del Ayuntamiento, 2).
Benito Varela Humia llega a Valderas a mediados del siglo XIX, construyendo carreteras y puentes desde Galicia, como contratista de Obra Pública. Aquí, contrae matrimonio con Angela Domínguez. Adquiere el Palacio de Arias donde estableció su domicilio. Compra el molino de Requejo y levanta la fábrica de harinas “La Estrella de Campos”, conocida como Fábrica Varela. Compra tierras que algunas dedican a la plantación de viñedos y producción de vino, en la bodega que a continuación se va a visitar. Recibe una condecoración de la Diputación de León a la mejor producción y calidad vinícola de la zona. Posteriormente sería alcalde de Valderas a petición de D. Demetrio Castrillo Ordax, con el que se emparentó al casarse su hijo Isaías con Consuelo Torres, hija del Registrador de la Propiedad D. Francisco Torres y Amelia Ordax, prima de D. Demetrio. Tuvo dos hijos: Candelas e Isaías. A Candelas le legó el Palacio de Arias; A su hijo Isaías le construye esta casa, siendo la propietaria actual su nieta Carmen Varela, hija de Isaías Varela. La casa se construyó en el año 1.900 y cuenta con una superficie de 900 m cuadrados. En el año 2.000 se restaura manteniendo la estética original de la casa. Cuenta con una bodega, construida a cielo abierto a 9m. de profundidad, sustentando los cimientos de la casa. La bodega está enmarcada en ladrillo macizo y piedra. Cuenta con 9 cubas de unos 12 mil litros de capacidad cada una.
Bodega Casa Arias (C/ Arias, 2, Valderas).
Esta bodega de más de 200 m2 y abovedada como si fuese una catedral, pertenece a una casa señorial palaciega del siglo XVIII. Los señores Arias eran una de las familias más influyentes e importantes de la época, ya que uno de sus miembros, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, fue conquistador de una parte de las Américas, aunque ya en el siglo XVIII se dedicaban a cuidar de sus tierras y a disfrutar del vino que almacenaban en esta bodega, capaz de albergar hasta 3500 cántaras de vino (56000l.)
La tienda el baratillo (C/ Valderrama, 7, Valderas), 1915 tienda, panera y fresquera.
Antes de cerrarse el local, este funcionaba como tienda de ultramarinos en la que se podía encontrar casi cualquier cosa. Pero mucho antes de tener esta función, esta casa fue famosa por acoger el mejor bacalao al ajoarriero y poner de moda este plato tan típico sin el que no imaginamos Valderas. Se dice de este local, que tenía una barra muy larga con pequeños agujeros en los que se colocaban cazuelas con este plato que por aquel entonces tenía muy bajo precio. Los feriantes recogían su plato y se lo llevaban para comer mientras trabajaban.
Casa de los Diez Arcos (Calle Ramón y Cajal, 18, Valderas).
“Bodega Viva”. Una bodega medieval-moderna, la cual se encontró casualmente ya que estaba totalmente enterrada por arena y tierra, al extremo que no se podía acceder a ella. Con esfuerzo se abrió un hueco entre la arena y una oquedad que por desprendimiento era el techo, pues las actuales escaleras no se veían y por ese hueco se pudo descender hasta lo que es la actual sala, debiendo bajar tumbados al estilo tobogán. Con paciencia e incontables cubos pudimos extraer todos los escombros y solo se pudo reconstruir lo que ahora se aprecia, dado que los accesos a las demás salas ya no existían, sólo pudimos ver otra sala, que está paralela a la actual, de unas dimensiones parecidas, pero está totalmente rellena de hormigón, lo cual la hace prácticamente irrecuperable. En la actualidad, según comentarios fidedignos, la casa fue habitada por personas de orden monástica militar, como se ve en los escudos de la fachada y en esa época la bodega la usaron a modo de mazmorra, refugio contra los atacantes y almacenes de víveres. Recordemos que Valderas fue una villa amurallada.
Según creencia popular en este pueblo el subsuelo está horadado por bodegas aún se conservan vestigios, que se comunican entre sí y se utilizaron para escapar del pueblo en posibles asedios. Entre otras cosas se dice que hay salidas hacia el río y más allá. Ya en los últimos tiempos, era Moderna-Contemporánea, se usaron (por lo menos en esta fue así), como bodegas de vino, por su temperatura para madurar la uva y conservar el vino. Creemos que de ahí viene la costumbre de beber vino a “temperatura ambiente” de bodega, se entiende entre 14º y 18º C.
Disfruten nuestras bodegas medievales que son monumentos de un pasado que creemos vale la pena recordar por su historia e historias. Que en Tierra de Campos son únicas y escasas en su modalidad bajo viviendas.
Casa Comercio Villa de Lisboa (Los Lobato) (C/ Ramón y Cajal, 2, Valderas), 1924.
Comercio de paños y ropa así como lagar y bodega para elaboración de vinos. Casa comercio, 1920,dedicada a la venta de producciones relacionadas con productos derivados de la Lana(tejidos y novedades) así como vinos y harinas de elaboración en estas tierras de campos. Un mundo de arrieros instalados a finales del XVIII y principios del XIX y que fueron pioneros en el desarrollo del comercio y utilización de las comunicaciones interprovinciales
Bodega La Vita (C/ La Vita, s/n, Gordoncillo).
Las bodegas-cueva, agrupadas en el altozano de La Vita, fueron picadas en el subsuelo arcilloso, cuya tierra endurece en contacto con el aire, por lo que de manera natural estas construcciones en negativo se auto refuerzan. Algunas de estas bodegas constituyen auténticos laberintos por su longitud y número de dependencias, destacando el lagar como zona donde se pisaba la uva y repisaba mediante la viga, una enorme palanca de madera. El mosto caía al pilo y de ahí se bombeaba o transportaba en odres hasta las cubas, donde fermentaban, para convertirse en vino. Estas bodegas son auténticas joyas de la arquitectura vernácula. Entre ellas sobresale la que el “Tío Carponte” construyó en el siglo XVIII y que alberga una amplia colección de enseres.
Bodega La Vicaría. (Algadefe)
El Monasterio y Abadía de Santa María la Real de Algadefe, que fue antiguamente noble e insigne monasterio benedictino de San Martín del siglo III , perteneció a la orden benedictina de San Pedro de Eslonza.
Hay que remontarse al año 904 cuando un noble de la época, Teuderico Abeumar hace una “ donación de muy gruesa hacienda al abad llamado Aarón” . En el monacato leonés de los siglos IX y X se produce una benedictización que trae como consecuencia la absorción de pequeños conventos (como el de San Martín) por otras grandes órdenes en auge en aquel momento. En el año 1099 el rey Don Alfonso VI y su hermana la Infanta Doña Urraca lo unen el monasterio al de Eslonza, a través de esta hazaña se pretendía repoblar el sur leonés; así en torno al cenobio irá formándose el creciente Algadefe, con vecinos venidos de pueblos limítrofes a trabajar para la orden. El monasterio de Santa María de Algadefe será uno de los más importantes, ricos e influyentes de la época en la provincia de León, junto con otros de la misma orden, como en Ardón Santos Justo y Pastor y San Adrián en Audanzas del Valle. El edificio que actualmente se conserva data de 1720 y tenía capacidad para unos 12 monjes. En 1835 con la desamortización de Mendizábal se produce la exclaustración de la orden y el edificio y todas sus propiedades pasan a manos de Catalina Fernández Llamazares González. Ésta vendió todo el foro o fuero de Algadefe a los vecinos de la villa entre los años 1942 y 1944. La antigua Vicaría y la bodega pasaron a manos de Don Arsenio Fernández cuyos herederos ostentan actualmente la propiedad.
La bodega se encuentra situada al lado del pueblo, junto a las calles, siendo una de las tres primeras. Se estima su construcción en torno al año 1700. En su época fue una de las bodegas más grandes de la provincia de León. Está excavada en tierra compacta de arcilla y es una de las bodegas más grandes del municipio y se sigue conservando tal y como era después de 1600 años. La superficie de la bodega es de unos 1820 metros cuadrados, teniendo una longitud desde la entrada hasta el final de 80 metros. Cuenta con 14 ventanos (cerceras) con sus dos lagares y tres lagaretas, el suelo está cubierto de losas. Tiene 15 cubas de gran capacidad.
La programación
Días viernes 6 y sábado 7 de Agosto. Edad recomendada: todos los públicos
COMPAÑÍA DE TÍTERES ERRANTES
- El bazar de las Ilusiones
- Edad recomendada: todos los públicos
- Bodega Casa Arias, c/ Arias, 2
- Tienda de Joaquín, c/ Valderrama, 7
- Valderas
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MAÍSA MARBÁN Y LUIS MIGUEL SANZ
- La gamba y la doncella
- Edad recomendada: adultos
- Bodega Casa de Los Arcos, c/ Ramón y Cajal, 18
- Valderas
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LA PÍCARA LOCUELA
- El faldón de la locura
- Edad recomendada: todos los públicos
- Bodega Casa Comercio Villa de Lisboa (Los lobatos), c/ Ramón y Cajal, 2
- Valderas
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CELIA MUÑOZ
- Tienda el Baratillo
- C/ Valderrama, 7
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XULIO MERINO
Esponjas
- Edad recomendada: todos los públicos
- Bodega Casa Varela, Plaza del Ayuntamiento, 2
- Valderas
- Domingo, 7 de Agosto
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EL MONO HABITADO
- El elefante y la paloma
- Edad recomendada: todos los públicos, niños a partir de 7 años
- Bodega La Vita, c/Vita s/n
- Gordoncillo
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Fecha de inicio: 06-08-2021
Fecha fín: 07-08-2021
Lugar: valderas y gordoncillo
león