Por primera vez y a modo de puesta de largo, colaboró en la organización la recientemente creada Federación de Antruejos Reino de León.
León celebró su carnaval más tradicional y ancestral. Un año más antruejos venidos de todo el Reino recorrieron la ciudad partiendo de la Avenida Sáenz de Miera, pasando ante la atenta mirada de nuestro héroe Guzmán el Bueno, enfilaban por Ordoño II y calle Ancha hasta llegar a la Plaza Mayor.
A pesar de que el tiempo amenazaba lluvia, la verdad es que ésta se contuvo, lo que contribuyó a que los leoneses se volcaran con nuestro carnaval más tradicional y ancestral. Una noche mágica de pura esencia e identidad leonesa. Una noche en donde nuestras tradiciones mas arraigadas tomaron las calles y nos hicieron sentirnos orgullosos de ser leoneses.
Abría el desfile de Carnaval Tradicional de Santa Olaja de Eslonza, seguidos de los coloristas entroidos bercianos, tradición recientemente rescatada, que nos ofrecieron correcalles, con un toque ‘gamberro’.
Un año más los zamarrones de Riaño bajan a esta vieja capital del Reino y con ellos viene la ciega y su oso representando el desfile de la mojiganga, asustando al público con el ruido de sus cencerros.
También de las Montañas de Omaña estuvieron en esta mágica noche leonesa los zafarrones llegados de Riello y cuya zanfarronada fue rescatada en 1987, los cuales desfilan con la tea encendida, saltan y hacen sonar sus cencerros, arrojando cenizas a los viandantes.
Tras estos pudimos ver los “campaneirus” de la Cuesta con sus blusonas blancas o pardas de lino, calzón de lino, tela de saco y zamarra de piel de animal (oveja, cabra, lobo…), polainas de piel en la pantorrilla, zuecos ,madreñas y la cara con máscara con pieles de animal, cuernos y tiras de papel y tela de colores, escoltando a la “vieya” con su saya negra, mandil negro con flores, chambra negra, mantón negro, pañuelo de cabeza negro, medias negras, zuecos. El grupo lo componían los demás personajes del carnaval de esta población de la Cabrera: el toro, la señorita, el galán y la galana.
Tras ellos llegan los Madamitos y Toros de Cimanes del Tejar con sus característicos tocados de abanicos de colores desfilaban bailando al son de dulzainas y panderetas.
No podía faltar en esta noche el Antruejo de Velilla de la Reina uno de los más famosos y visitados de la provincia que constituye una de las ya muy escasas muestras del antruejo rural tradicional. Estuvieron con su Toro y con el Guirrio de blanco. Los guirrios los portan los quintos, quienes fustigan a la gente en general y en particular a las mozas casaderas, a las que cogen y voltean, haciéndolas saltar por encima de las astas del toro, escenificando así un claro rito de fertilidad de la mujer. Los “guirrios” visten con calzones largos de lino o felpa, camiseta y enaguas blancas bordadas, un gran fajín (el “zurrungallo”), botas de media caña negras y cencerros que les cuelgan por la parte posterior de la cintura y que suenan ruidosamente cuando el guirrio corre y salta.
Los temidos Jurrus y Castrones de Alija del Infantado (León), representando la lucha entre los jefes de los Jurrus y de los Birrias dentro de un círculo de fuego y, tras el triunfo de los segundos, la quema del monigote del Jurru, fueron otro de los grupos que asistieron a esta cita en la capital leonesa.
Puso fin al desfile el antruejo de Carrizo de la Ribera uno de los carnavales más antiguos, originales y llamativos de todos los pueblos de León haciéndonos disfrutar con sus guirrios, toros, el Pellejo, la Gomia o la Tarara. ¡La tarara sí o la tarara no…..! “Dice la Tarara que no tiene novio/y debajo de la cama tiene a San Antonio”, “Tiene la Tarara un garbanzo en el culo/ acudid mocitos que ya está maduro”, etc.
Este año se echó en falta los “los caretos” de Bragança que el año pasado sí desfilaron por nuestras calles llegados del otro lado de la frontera.
Los caretos representan imágenes diabólicas y misteriosas que desde tiempos inmemoriales desfilan por la calles de Bragança y que organiza igualmente un desfile de “caretos” de León, Zamora y Portugal o la representación de las diversas mascaradas de la provincia hermana de Zamora que igualmente han venido otros años en esta magnífica noche de ritos paganos.
Fue un reencuentro con nuestras más ancestrales tradiciones y pura identidad leonesa.
Texto y fotografía: Martínezld