Almería tiene una excelente materia prima, una gran diversidad de productos de calidad, un sector agroalimentario innovador referente único en el mundo y la creatividad de sus restauradores. Además puedes disfrutar de un magnífico clima, el mar, sus parajes naturales, Cabo de Gata…, Almería posee muchas cualidades que la han impulsado como un atractivo destino de la costa mediterránea.
Almería es un sabor delicioso, fruto de los ingredientes que han aportado cada una de las civilizaciones que han habitado en la ciudad, sazonados con el carácter afable de los vecinos.
Situada al sureste de España, en Andalucía. La provincia de Almería cuenta con un litoral de 200 kilómetros de playas que pertenecen al mar Mediterráneo. Su naturaleza se caracteriza por combinar mar y desierto y por poseer una de las huertas más fértiles de todo el continente. Destacan los Parques Naturales de Sierra María-Los Vélez, con su castillo, y el del Cabo de Gata-Níjar, de extensas playas vírgenes y acantilados.
En lo referente a su patrimonio histórico-artístico, es recomendable conocer sus yacimientos arqueológicos como las pinturas rupestres de Los Vélez y el asentamiento fenicio de Villaricos.
También de visita imprescindible es su capital, Almería, y los centros de producción cinematográfica de esta región, en la que se han rodado unas 200 películas y series. Su gastronomía está basada tanto en productos del mar como de la tierra, destacando el pimiento y su derivado, el pimentón.
Que ver
La Alcazaba
La Alcazaba, con sus 1430 m. de perímetro amurallado, es, después de la Alhambra, la construcción musulmana más grande de España. Fue construida a instancias de Abderramán III en el siglo X, tras la fundación de la ciudad. Es una fortaleza que consta de tres recintos, los dos primeros musulmanes y un último cristiano, construido tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, acaecida en el año 1489.
La fortaleza está situada en un cerro, dominando el núcleo primitivo de la ciudad, la medina. En ella, nos encontramos con un primer recinto, donde existe una extensa zona ajardinada reconstruida y aljibes de época musulmana.
En el segundo recinto, se situaba la gran residencia palacial del rey Almotacín, del siglo XI. Ésta constaba de un área pública, donde en la actualidad se sitúan aljibes califales del siglo X, un arco cristiano del siglo XVI, perteneciente a la residencia del primer alcaide cristiano de la ciudad, dos viviendas reconstruidas, la ermita múdejar de San Juan, y unos baños públicos reconstruidos, entre otras construcciones. También se situaba la Casa de Gobierno o zona de recepciones del Palacio, en la parte central. Y ya en la parte superior, se encontraba el área privada del palacio del rey Almotacín. De dicho palacio, solo se conservan restos de los baños privados y el único muro que quedó en pie, el denominado“Mirador o Ventana de la Odalisca”, que encierra una curiosa leyenda referente a la historia de amor entre un prisionero cristiano cautivo y la esclava predilecta del rey.
Por último, se encuentra el último recinto de la fortaleza, ya cristiano, mandado a construir por los Reyes Católicos, tras la toma de la ciudad. Se trata de un castillo cristiano dentro de la fortificación musulmana. En él se sitúa un gran patio de armas, con tres torres características: la del Homenaje, la Noria y la Pólvora.
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La Medina
Es el núcleo primitivo de la ciudad. Abderramán III, fundó Almería en el año 955 (siglo X), amurallando el núcleo de la Medina y mandando construir en dicho siglo una fortaleza para defender la ciudad, y una mezquita mayor para la oración.
Muralla de Jayrán y Cerro de San Cristóbal
Desde la Alcazaba, desciende hacia el norte a través del Barranco de la Hoya, una línea de muralla que llega hasta el Cerro de San Cristóbal, construida en tiempos del rey Jairán (1012-1028) en el siglo XI. Son los restos que quedan del amurallamiento del barrio de la musalla, que desde el cerro descendería por la actual calle Antonio Vico.
En el cerro, conocido en época musulmana como Monte Laham, se encuentran siete torreones, tres musulmanes de planta cuadrada y cuatro cristianos de planta semicircular, éstos construidos por los templarios de Alfonso VII, que hicieron del lugar un fuerte-capilla tras la conquista cristiana de la ciudad al mando de las tropas de Alfonso VII en 1147.
En dicho cerro, que es un impresionante mirador de la ciudad, se encuentra sobre un gran pedestal, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, de mármol de Macael, restaurada en el año 2000 que bendice la ciudad y el Mar Mediterráneo, y que fue construida en el siglo XX (alrededor de 1930).
Aljibes Árabes
Almería, en época musulmana, no contó con una red de abastecimiento de agua a los inmuebles, haciéndose necesario levantar pilares y fuentes. Del abastecimiento de agua a Almería tenemos noticias fundamentalmente gracias a al-Himyari y al-Udri. Según al-Himyari, Jairán durante su reinado (1012-1028) fue quien mandó construir la conducción de agua, y según al-Udri, fue durante el reinado de su sucesor Zuhayr (1028-1038). En cualquier caso, tradicionalmente se les conoce como Aljibes de Jairán.
Lo que sí es cierto, es que se construyó una conducción de agua desde las fuentes de la zona de Alhadra hasta la parte más alta de la ciudad, Puerta de Pechina (actual Puerta de Purchena), edificándose unos aljibes para uso público en el siglo XI, perteneciente a época Taifa.
De dichos aljibes, que se encuentran actualmente en la calle Tenor Iribarne, sólo se conservan tres naves intercomunicadas, de 15 x 3,5 m de superficie, construidas de sólidos ladrillos y con bóvedas de medio cañón.
El volumen de agua almacenada era de 630.000 litros, cantidad suficiente para abastecer a la ciudad en un largo asedio, ya que contaba, además, con la existencia de pozos para norias y acequias.
Puerta de Purchena
A día de hoy, es un aplaza situada en el centro de la ciudad de Almería.En ella se encontraba la puerta más importante de entrada a la ciudad: la puerta de Pechina.
Pero su nombre se vio alterado tras la conquista de los Reyes Católicos, que confundieron Pechina con Purchena. La puerta desapareció tras el derribo de la muralla en 1855, creándose en ese momento una plaza. Ya desde la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, con el “boom” de la minería que experimento la provincia proliferaron todo tipo de casas burguesas y palaciegas, tanto en la propia plaza, como en sus aledaños.
La plaza fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1991.
La Catedral
La Plaza diseñada a mediados del siglo XIX, ha sufrido varias remodelaciones, la última en el año 2000. En ella destaca la monumental fachada que la preside de la catedral-fortaleza, del siglo XVI, con su portada principal renacentista.
La catedral se empieza a construir en el año 1524, tras el terremoto que en 1522 destruyera la primera, que estaba situada en la Medina, sobre la Antigua Mezquita Mayor. Su característica principal es la de ser catedral-fortaleza, porque se construye tanto para el culto religioso como para refugiarse la población de los ataques de piratas berberiscos. Característica ésta que se puede observar en su fachada principal: empleo de grandes contrafuertes y torreones en sus esquinas, muros macizos y la decoración concentrada en su portada principal, donde campean el escudo de Carlos I de España y V de Alemania, y el del Obispo Fundador de la catedral, Fray Diego Fernández de Villalán. La portada lateral de la calle Velázquez, y denominada de “Los Perdones”, es del mismo estilo renacentista que la principal, aunque de decoración más sencilla.
En su interior, con planta de salón, y estructura de finales del gótico, destacan laSacristía y la sillería del Coro, obras renacentistas construidas por Juan de Orea, y el Trascoro y el Claustro, neoclásicos de finales del siglo XVIII. El Claustro, encargado a J. Antonio Munar tras la muerte de Ventura Rodríguez (autor del trascoro y el tabernáculo), es el mejor claustro neoclásico de las catedrales españolas. El Altar Mayor, remodelado en el siglo XVIII, está presidido por el templete o tabernáculo, y en su frontal a modo de retablo destacan las pinturas con escenas de la vida de la Virgen y dos relieves antiguos del XVI en el centro del conjunto: La Anunciación y el Calvario de Cristo. Sus capillas más sobresalientes se encuentran en la Girola, detrás del Altar Mayor: San Indalecio, El Cristo de la Escucha y la Virgen de la Piedad.
En la Plaza, frente a la fachada de la catedral, se sitúa el Palacio Episcopal, del siglo XIX. En la calle Cubo, en uno de los torreones de la catedral, pertenecientes a la capilla del Santo Cristo de la Escucha, se sitúa el característico Sol de Portocarrero, emblema de la ciudad.
Santuario de la Virgen del Mar
La plaza de la Virgen del Mar, es un lugar tranquilo situado en pleno casco histórico, que se diseña a mediados del siglo XIX.
Está presidida por la fachada de la Iglesia Santuario de la Virgen del Mar, conocida popularmente como el “Templo de la Patrona”. La iglesia, regentada por la Orden de los Dominicos, es también conocida como “Iglesia de Santo Domingo”.
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Los Refugios de la Guerra Civil
Galerías subterráneas diseñadas por el arquitecto Guillermo Langle Rubio, a 9 m. de profundidad para salvaguardar las vidas humanas de los bombardeos acaecidos en la ciudad. De los 4,5 km. diseñados por el arquitecto se ha recuperado casi 1 km., que coincide con la arteria principal: el Paseo de Almería.
Tiene el atractivo de poseer espacios recreados: almacén despensa, refugio Guillermo Langle y el quirófano, con todo el instrumental de la época. Refugios que empezaron a diseñarse en 1936, pero a construirse en febrero de 1937 y finalizaron en 1938. Construcción rehabilitada por el Ayuntamiento de Almería y que se ha convertido en la actualidad en los refugios más grandes de Europa abiertos al público.
El Cable Inglés
El cargadero de mineral, llamado“Cable Inglés”, está situado en la Playa de las Almadrabillas, junto al muelle de levante y en la terminal de un ramal de la vía férrea. Fue en un principio propiedad de la compañía minera inglesa “The Alquife Mines Railway Limited” (de ahí su nombre), que obtuvo la concesión en 1901, emprendiendo inmediatamente la construcción en 1902.
Es un ejemplo y obra maestra de la Arquitectura del Hierro de inicios del siglo XX. Su edificación es posible debido a la construcción del puerto y del ferrocarril, moviéndose su construcción en la corriente ecléctica pero introduciendo un nuevo lenguaje arquitectónico caracterizado por el empleo de nuevos materiales, como es el caso del hierro. Su entorno lo forman la playa y un puente de enlace con la estación de Renfe.
Se compone de dos partes diferenciadas:el acceso que une la estación del ferrocarril con el cargadero, y el propio embarcadero a través del que los trenes podían descargar directamente en la bodega de los barcos. Su acceso comienza en la terminal de la vía férrea, cuyo tramo medio reposa en amplios arcos de medio punto sobre pilares de cantería, separados por tramos metálicos a base de grandes vigas de hierro. En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural por sus valores históricos, simbólicos y estéticos.
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