Versión clásica

Alfonso IX de León vs Felipe VI de España

Comparativa de un Reino muy avanzado para su época

“De qué te sirve ganar una batalla si te enfadas con el cronista”. Esta lapidaria frase que aparecía en la película “La loca historia del mundo”, de Mel Brooks, resume, de forma palmaria, las manipulaciones y tergiversaciones que ha sufrido la historia de nuestro viejo Reino de León. Así comienza del libro del profesor Hermenegildo López Érase una vez, un Reino, editado por enredando.info. (Vaya por delante que tampoco hemos hecho nada especial para enemistarnos con ese anónimo y aludido cronista, causa de nuestro desasosiego y, en muchos casos, de nuestra ruina.

alfonso IX de León.

Nunca la historia de una tierra, la historia de un Reino, ha sido tan vilipendiada, ocultada, minimizada y cuando no ignorada hasta el punto de, por poner un par de ejemplos, alterar los ordinales de sus reyes (incluyendo a otros que no lo fueron) o convertir a un héroe –Bellido Dolfos- en un despreciable villano… y eso sin entrar en demasiados pormenores. En suma, un etnocidio cultural e histórico sin precedentes y que no se dan, ni remotamente, en “otros territorios del Estado”, como se dice habitualmente. Nadie se atrevería; aquí, sin embargo, todos se sienten con derecho a seguir agrediéndonos de todas las maneras imaginables. Y no se cortan ni viniendo a visitarnos, a insultarnos en nuestra propia casa… valientes majaderos.

Conviene reflexionar serenamente, entonces, a la luz de lo que se ha vivido en este 30 de junio de 2023, en León, con motivo del Día del Parlamentarismo. Aquí se han reunido una serie de señores (¿feudales?, quizás algunos hasta se lo creen) para debatir sobre el parlamentarismo en la cuna medieval del mismo.

pendón real de león

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Los siempre crédulos, cándidos y esperanzados leoneses han pensado (¡una vez más!) que sus problemas iban a trascender fuera de sus fronteras más cercanas… siquiera a un centenar de kilómetros. ¡Vano empeño! Los medios se dedican a sus cosas y ahora toca hablar de pactos, más o menos deseados o envenenados; dele el lector la vuelta al espejo… Los problemas de León no entran en la agenda inmediata de ninguno de ellos. Pero, es buena ocasión para que, en la intimidad o, como siempre aquí acontece, delante de la barra del bar habitual (¡y mira que tenemos de eso!) hagamos una simple comparativa teniendo delante lo que fuimos y lo que somos.

Punto de partida; en aquellos momentos (en 1188, por ejemplo) León era un reino con más de 250 años de historia, que tenía sus propios jefes de Estado, su lengua (además del latín), que nombraba embajadores, acuñaba moneda o legislaba; el reino más importante de la Península y que, cuando había recuperado sus raíces ancestrales (acabada la época de los romanos y de los visigodos), había sido capaz de crear las leyes más avanzadas de la época (1017, 1020). ¿Y en el momento actual? La respuesta es tan evidente, tan deprimente, tan poco esperanzadora que debería hacernos enrojecer.

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Cierto es que en este Reino de León nace el Parlamentarismo moderno, y que un joven rey, de apenas 17 años (Alfonso IX, el octavo de los Alfonsos en la cronología leonesa), permite que accedan a la, antaño, Curia Regia, los representantes de las Ciudades (León, Zamora, Salamanca, Oviedo, Benavente, Astorga, Ciudad Rodrigo, Toro y Ledesma). Se trataba, claro está, de una novedosa reunión que fue convocada en la urbe regia y capital imperial, León, en la primavera del año 1.188. Los “Decreta” leoneses o la Carta Magna leonesa, como la denominan algunos, dan fe de cuanto aquí afirmamos. Pero seguro que nunca se ha contado con la importancia que se merece que Benavente acogió las II Cortes Parlamentarias del mundo en 1202 y que, de nuevo en León, tuvo lugar una tercera convocatoria en 1208. Este hecho relega a las inglesas de Juan sin Tierra de 1.215 (justo el mismo año en que Alfonso convocaba de nuevo a Cortes a los habitantes de su reino), a un lugar nada destacado, bastante menos de lo que ese cronista enfadado hubiera querido; si fuera una competición al uso, se les atribuiría una simple medalla de chocolate. Pero así se ha escrito la historia…

Hay que seguir recordando, entonces, que el Reino de León era un país que iba desde el mar Cantábrico y las costas gallegas del Atlántico hasta Almería. Un reino que conquistó, por ejemplo, Madrid, Toledo, Coímbra. Cáceres, Mérida o Badajoz (en algunos momentos hasta Córdoba) o que repobló Valladolid (que inmenso error) para defenderse de las agresiones castellanas que le llegaban por el sureste. Pocos saben que el escudo de Zamora tiene su origen en la conquista de Mérida por las mesnadas zamoranas o el origen del escudo de Zaragoza, incluso la cuatribarrada o que la frontera del Reino de León con Portugal –país que nació a la sombra del Reino de León- es la más antigua de Europa.

cerco de zamora.

Es en este Reino, donde igualmente nació la primera universidad española, en la ciudad de Salamanca, en 1.218. Sin olvidar todo el compendio de saberes que se custodiaba en nuestros grandes monasterios –San Isidoro, San Benito, Moreruela, San Miguel de Escalada, Rozuela, San Cipriano en Porma…-, muchos hoy desaparecidos o en la ruina que supuso el éxodo de nuestro patrimonio y legado cultural.

Es igualmente en el Reino leonés donde, por primera vez, una mujer, Urraca I, es reina privativa de un Reino. La manipulación histórica la condenó, no solo al olvido, sino que, despectivamente, fue denominada “la temeraria”. También, otro Rey leonés, Fernando I ha pasado a la historia con el apodo de “el Grande” cuando la verdadera reina (la depositaria de la herencia) era su mujer Sancha Adefónsiz.

Y porque la realidad es tozuda, ahí está el resumen de nuestra historia ocupando una cuarta parte del escudo de España, mal que les pese a algunos (y seguimos sin entender su inquina…), y que es un perfecto resumen gráfico de la propia historia de España. Y de aquella época de máximo esplendor, de perfecto gobierno (dentro de las limitaciones de la Edad Media), nos han quedado como forma de autogobierno “los Concejos” (ahí estaban los pendones concejiles para recordarlo), nuestra forma de entender las relaciones sociales, políticas y culturales, que no pretendemos inferir con ello que sea mejor que la de nadie, pero que es la nuestra, o un ingente patrimonio artístico incluyendo 5 catedrales y, sobre todo, nuestro orgullo de ser leoneses.

La pregunta que cabe hacerse entonces, dada la inmediatez de los acontecimientos de este 30 de junio sería ¿estamos mejor ahora que hace 835 años? ¿Los leoneses han avanzado en derechos, en autogobierno, en capacidad de gestionar lo que les es propio? Que cada uno saque sus conclusiones a la luz de la siguiente comparativa.

Alfonso IX de León vs Felipe VI de España para el 30 de junio

 

Terminemos esta breve, dolorida y hasta pesimista reflexión con un atisbo de esperanza. Hay que seguir peleando; es nuestra condición de cazurros persistentes. Recurramos, para ello, a las palabras que recogemos de Ambrosino a Rómulo en La última legión de Máximo Manfredi. En su precipitada huida, el joven recrimina al maestro el hecho de que cargue con el libro de la Eneida de Virgilio. El razonamiento de Ambrosino, a pesar de ser celta de origen, es antológico. “Cuando se huye y uno deja todo a sus espaldas, el único tesoro que podemos llevar con nosotros es la memoria. Memoria de nuestros orígenes, de nuestras raíces, de nuestra historia ancestral. Solo la memoria puede permitirnos renacer de la nada. No importa dónde, no importa cuándo, pero si conservamos el recuerdo de nuestra pasada grandeza y de los motivos por los que la hemos perdido, resurgiremos.”

Esa es una buena razón para seguir aferrándonos a nuestra historia, a nuestro pasado, a pesar de que mucha gente, incluso algunos de los nuestros traten de convencernos de que lo importante es la economía. Nosotros seguimos insistiendo en el valor de la historia; una frase del papa, a este respecto, para ilustrarlo: “Un pueblo que olvida su pasado, sus raíces, no tiene futuro. Es un pueblo seco”. O como repetía Winston Churchill, «Una nación que olvida su pasado carece de futuro.»

recreación cortes de león de 1188 2023

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