La Güeste d´ ánimas, en León o Salamanca, o Estadea en Zamora, es una procesión espectral de ánimas en pena, ataviadas con mortaja blanca o negra, que en las noches del mes de los santos, recorrían los camino
La Asociación Cultural Montaña de Vadinia, después del parón en el año 2020, y continuando con su labor de poner en valor y recuperar las tradiciones leonesas de la Montaña de Riaño, llevará a cabo la representación, con absoluto respeto a las creencias religiosas, de la denominada «Güeste d´ Ánimas» en la noche del día 31 de octubre de 2021.
Toño, Presidente de la Asociación Cultural Montaña de Vadinia señala que «nuestra mitología leonesa es el motivo, en esta ocasión, para incentivar un turismo cultural, al que poder ofrecer nuestras tradiciones y leyendas populares. No podemos olvidar que el turismo es casi la única baza económica de que disponemos, para evitar la brutal despoblación de la Montaña de Riaño»
Los componentes de este mito tienen variantes, dependiendo de la región o comarca en la que nos encontremos. Pero en todas ellas encontramos unos elementos comunes.
La Güeste d´ ánimas, en León o Salamanca, o Estadea en Zamora, es una procesión espectral de ánimas en pena, ataviadas con mortaja blanca o negra, que en las noches del mes de los santos, recorrían los caminos, saliendo de cementerios o iglesias, para reprochar a los vivos faltas o errores cometidos, anunciar la muerte o cumplir una pena impuesta en el más allá, buscando la redención de sus pecados.
La primera referencia a este tema en la Región Leonesa la encontramos en el Auto de los desposorios de Moysen, escrita en Salamanca alrededor de 1570.
La palabra Güeste derivaría de la expresión Hostis Antiqua («el ejército antiguo»), cuyo origen se remonta a los pueblos nórdicos, como una hueste o ejército de guerreros muertos, del panteón pagano.
Otros estudios citan como origen de esta leyenda en el día del Samhaim, de los pueblos celtas, cuando los muertos volvían al mundo de los vivos por unas horas.
Esta creencia pagana, con el cristianismo pasó a convertirse en lo que conocemos como procesión de almas en pena. Almas atrapadas en el purgatorio que solo con misas y oraciones lograrán salir de él.
Al paso de la Güeste debes protegerte para que no te arrebaten el alma, marcando un círculo en el suelo con sal, tiza o una rama de tejo y metiéndote en él.
La toponimia nos recuerda esta leyenda en el cercano lugar del bosque de las Biescas, en Riaño, donde existe un lugar denominado “la reguera de las ánimas”.