Air France sigue renovando su flota y ha recibido el primero de los 60 Airbus A220-300 encargados para sustituir a sus Airbus A318 y A319, así como varios Airbus A320. El A220-300 es una herramienta importante para mejorar los resultados económicos y medioambientales de Air France: un 10% menos de coste por asiento, un 20% menos de emisiones de CO2 y un 34% menos de emisiones acústicas.
Air France ha recibido su primer Airbus A220-300, el nuevo buque insignia de su red de corta y media distancia. Tras la llegada de los Airbus A350 a su red de largo radio, la aerolínea sigue renovando su flota y recibirá de aquí a finales de 2025 los 60 A220-300 encargados en 2019 para sustituir gradualmente sus Airbus A318 y A319, así como varios Airbus A320. Este pedido, el mayor de un cliente europeo, incluye 30 opciones y 30 derechos de adquisición adicionales.
«Este nuevo avión, con una eficiencia energética inigualable, es una baza fundamental para Air France. Hoy en día, la renovación de la flota es la principal fuente de reducción de las emisiones de CO2, por lo que seguimos invirtiendo en aviones de última generación. También estamos activando todas las herramientas a nuestro alcance, como los combustibles sostenibles o el eco-pilotaje, para contribuir a la descarbonización del transporte aéreo y posicionarnos como líderes de una aviación más sostenible», ha declarado Benjamin Smith, Director General de Air France-KLM.
«La llegada de un nuevo avión a la flota es siempre un gran momento para una compañía aérea. Todos los equipos de Air France se han preparado durante más de dos años y estamos deseando que nuestros clientes descubran el confort de este avión. Más espacioso, más luminoso y 100% conectado, lo que contribuye a mejorar el posicionamiento de nuestra oferta», ha añadido Anne Rigail, directora general de Air France.
Bautizado con el nombre de «Le Bourget» en homenaje a la historia de esta ciudad profundamente ligada a la aeronáutica, el avión está adornado con la emblemática librea de Air France. También lleva el hipocampo alado en la parte delantera del fuselaje y en la punta de las alas, un símbolo que encarna el mito fundacional de la aerolínea.
A partir del 31 de octubre de 2021, el Airbus A220-300 volará a Berlín (Alemania), Barcelona, Madrid (España), Milán-Linate y Venecia (Italia) desde el hub de Air France en París-Charles de Gaulle.
Durante la temporada de invierno 2021-2022, el avión ampliará gradualmente su red a Bolonia, Roma (Italia), Lisboa (Portugal) y Copenhague (Dinamarca).
Un avión eficiente desde el punto de vista económico y medioambiental
El Airbus A220-300, el avión monopasillo más innovador y eficaz de su categoría, se adapta perfectamente a la red de corta y media distancia de Air France. Ofrece una reducción del 10% de coste por asiento en comparación con los Airbus A318 y A319 y destaca por su eficiencia energética: consume un 20% menos de combustible que los aviones a los que sustituye y sus emisiones de CO2 también se reducen en un 20%. Su huella acústica también es un 34% menor. Estas características serán decisivas para reducir la huella medioambiental de Air France y alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible. Para 2030, la aerolínea habrá reducido sus emisiones globales de CO2 por pasajero/km en un 50% respecto a 2005, o un 15% en términos absolutos. Air France también se compromete a trabajar con todas las partes involucradas y las autoridades públicas para lograr el objetivo climático de cero emisiones netas de CO2 para 2050.
El máximo nivel de confort a bordo
El Airbus A220-300 de Air France dispone de 148 asientos, en una configuración 3-2 (es decir, 5 asientos por fila) que permite al 80% de los clientes beneficiarse de un asiento de ventanilla o de un asiento de pasillo. Ofrece dos cabinas de viaje, Business y Economy, y acceso a Air France Connect, la oferta de conectividad a internet de la compañía.
El asiento es el más ancho del mercado (48 cm). Tiene una reclinación de 118 grados, un reposacabezas ajustable, tapicería de cuero y espumas ergonómicas para mayor comodidad.
Completan el conjunto una amplia y sólida mesita, un portavasos, un compartimento para libros y revistas, tomas USB A y C individuales y un soporte para tabletas o smartphones integrado en el respaldo.
La cabina, la más espaciosa y luminosa de su categoría, está decorada con los colores distintivos de Air France: tonos azules, una fuerte presencia del blanco que aporta luz y contraste, y toques de rojo que encarnan la excelencia y el saber hacer de la compañía. La moqueta del suelo reproduce el tradicional dibujo de espiga ornamental, que simboliza el emblemático universo haussmaniano de los pisos parisinos.
Las amplias ventanillas panorámicas proporcionan luz natural durante todo el viaje. Desde el embarque hasta el aterrizaje, diferentes ambientes de iluminación dinamizan las fases de bienvenida y desembarque o suavizan la iluminación, promoviendo una atmósfera tranquila en vuelo. Los amplios compartimentos de equipaje facilitan que las maletas se puedan introducir de manera sencilla. El pasillo central, especialmente ancho, favorece los desplazamientos.
Por último, como en toda la flota de Air France, el aire de la cabina se renueva por completo cada 3 minutos gracias a un sistema de reciclaje mediante filtros H.E.P.A. (High Efficiency Particulate Air, en sus siglas en inglés) que eliminan el 99,9% de las partículas y los virus.